REMEDIOS PARA EL ALMA (30)

Recuerda:

En silencio, como de costumbre, a las cinco de la mañana, buscando dentro de la increíble computadora que es mi cerebro, apareció esta frase que dice:

En un plato de tocino con huevos revueltos, hay un animal que se "involucró" con ese desayuno y otro que se "comprometió". Es decir, alguien fue hasta la iglesia, escuchó lo que el cura tenía que decirles y pedirles, y dijo que sí. La contraparte también se comprometió, se juraron ante Dios, familiares y amigos amor eterno, en las buenas y en las malas. Sin embargo, al cabo de un tiempo se separaron, pues las palabras se las lleva el viento. La gallina puso sus huevos y siguió viviendo. En cambio, el cerdo se involucró en ese plato, dio su vida por él, y ahora después de muerto, es degustado en fetas.

En la vida hace falta más gente que desee involucrarse, dar la vida por una causa, un objetivo. No quiero decir con esto que vayan a morir inmediatamente, o sí, sabemos que todos vamos por ese camino sin saber cuándo ni dónde. Pero que se involucre, que se muestre, que dé el paso al frente y después, "viva plenamente sin vueltas ni tapujos". La vida en sí es corta, y con suerte, tenemos la bendición de llegar a los ochenta años, y una eternidad para estar dormidos... ¿qué hacemos? ¿Durmiendo cuando tendríamos que estar vivos, en movimiento hacia nuestras metas?

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