Una semana que vuela

Una semana que voló en verdad. El jueves era día de celebración nacional, la verdad que ni mi hijo, ni mi sobrina nos dimos cuenta hasta que llegamos a trabajar y vimos que los demás negocios no abrieron, por lo menos algunos.

Cuando vi la fecha del Banco Central de Venezuela para cambiar el valor del dólar, vi que tenia fecha del viernes, eso significaba que el jueves 24 día del natalicio de Simón Bolívar casi todo estaría cerrado. Ni un carro en Zoom Western Union comprando dólares, ni trancando nuestro garaje.

Bueno trabajamos medio día, aunque siempre tenemos que ir a dar la vuelta a la empresa hasta los domingos, porque están los perros vigilantes, que son la mamá Kylia de Malta y el hermano Blue. Por lo menos vendimos unas cuchillas que sirven para la licuadora Oster. Las probé y duran casi el año y pico dependiendo el uso.

Mi hija cumplió años así que en su día fue muchos mensajes y comunicación. Así es celebrando desde aquí. También se fue de viaje y me envió su recorrido a cada pueblo que visita.

Unos dulcitos para pasar la semana y disfrutar cada día, venga como venga.

Sigo aportando cada día tratando de lograr las metas y proyectos, aunque sigue fallando la luz, pero allí voy poniendole empeño a lograrlo.

Una amiga me pidió que reclamara un hueco y bote de agua que hay en su sector de Boyacá, ya que su instagram o su teléfono no sirve. Le dije que no había problema, aunque reclamar ahora en Venezuela se vuelve peligroso.

Pero aquí estamos y seguiremos hasta que el cuerpo aguante, apoyando y ayudando.