1982: Sangre, drama y el campeón menos pensado (SPA-ENG)

19821.jpeg

Source

El campeonato mundial de pilotos de la Fórmula Uno del año 1982 ha sido uno de los más dramáticos, caóticos y particulares en toda la historia de la categoría que como todos sabemos, lleva 75 ediciones.

Ese año será recordado por múltiples factores, entre ellos y como principal acontecimiento, la muerte de Gilles Villeneuve en las pruebas de clasificación para el Gran Premio de Bélgica en el viejo circuito de Zolder, tripulando una Ferrari con el mítico número 27 en sus laterales.

Lo que pocos recordarán es que solo un mes y algunos días después, un joven piloto falleció durante la disputa del Gran Premio de Canadá, justamente en el circuito callejero rebautizado con el nombre de Villeneuve en homenaje a su carrera como piloto y su reciente pérdida. ¡Vaya ironía!

Este piloto era prácticamente un desconocido, apenas disputó 2 carreras a bordo de un Osella y su nombre era Riccardo Paletti, un joven italiano de 24 años de familia adinerada y poderosa, algunos dijeron que ese fue su único talento para estar sentado en un F1.

19823.jpeg

Source

19824.jpeg

Source

Paletti falleció en circunstancias dramáticas en la largada de aquella carrera cuando no pudo esquivar la Ferrari de Didier Pironi clasificada en primer lugar y que había quedado parada en su cajón de salida probablemente por un error del semáforo que demoró más de la cuenta en dar la señal de salida. El auto del inexperimentado piloto que largaba 12 filas por detrás impactó a casi 200 km/h la parte trasera de la Ferrari destrozando completamente su propio habitáculo, las imágenes mostraban al italiano inconsciente dentro del vehículo que para mayor drama comenzó a incendiarse mientras auxiliares y hasta el propio Pironi intentaban desabrocharle el cinturón y sacarlo. El incendio demoró casi 30 segundos en apagarse y Paletti fue extraído mucho tiempo después. Las pericias posteriores indicaron que las terribles lesiones en ambas piernas y su abdomen lleno de sangre por una rotura de la aorta eran incompatibles con la vida, por suerte para él, ni siquiera se dio cuenta del incendio, para refrendar la gravedad de sus lesiones, los médicos indicaron que ni siquiera operándolo en la pista hubiera tenido la posibilidad de sobrevivir.

19822.jpeg

Source

Además de esas tragedias que se llevaron la vida de dos jóvenes pilotos, hubo otra con un final un poco mejor, si se me permite la licencia; Didier Pironi, el otro piloto de Ferrari marchaba primero en el torneo cuando sufrió un accidente el 7 de agosto en Hockenheim, Alemania, donde se fracturó ambas piernas, no pudo volver a competir nunca más, se mató cinco años más tarde disputando una carrera de lanchas. Ambos pilotos principales con los que Ferrari comenzó ese año no pudieron terminarlo.

Y llegamos al final de un año raro, Keke Rosberg, padre de Nico, ganó el torneo de pilotos a bordo de un Williams habiendo triunfado en una sola carrera, la menor cantidad para un piloto campeón en toda la historia de la categoría. Hubo dos victorias de Alain Prost, dos de Niki Lauda y dos de Didier Pironi, este último finalizó subcampeón pese a no haber disputado las últimas 4 carreras de la temporada. El secreto de Keke fue una combinación perfecta entre regularidad y suerte, terminó 6 veces en el podio, un triunfo y 5 terceros puestos en 16 carreras disputadas.

19825.jpeg

Source

Uno de los años más caóticos y dramáticos que yo recuerde en la máxima categoría del automovilismo internacional, gracias a esos acontecimientos y también porque mi ídolo de aquellos años, Carlos Alberto Reutemann se retiró definitivamente de la categoría en el comienzo de esa temporada luego de salir segundo en el Gran Premio de Brasil y ser descalificado por irregularidades en el lastre de su Williams, vehículo que a la postre le dio su único campeonato a su compañero de equipo.




1982: Blood, drama, and the least expected champion

The 1982 Formula One World Drivers' Championship was one of the most dramatic, chaotic, and unusual in the sport's history, which, as we all know, has now reached its 75th edition.

That year will be remembered for multiple factors, among them, and most importantly, the death of Gilles Villeneuve during qualifying for the Belgian Grand Prix at the old Zolder circuit, driving a Ferrari with the iconic number 27 on its sides.

What few will remember is that just a month and a few days later, a young driver died during the Canadian Grand Prix, on the very street circuit renamed after Villeneuve in tribute to his racing career and his recent loss. What an irony!

This driver was virtually unknown, having competed in only two races aboard an Osella. His name was Riccardo Paletti, a 24-year-old Italian from a wealthy and powerful family. Some said that was his only talent for sitting in an F1 car.

Paletti died in dramatic circumstances at the start of that race when he was unable to avoid Didier Pironi's Ferrari, which had been classified in first place and had stopped on its starting grid, probably due to a traffic light error that took too long to give the starting signal. The inexperienced driver's car, starting 12 rows behind him, collided at almost 200 km/h (124 mph) with the rear of the Ferrari, destroying his cockpit. Images showed the Italian unconscious inside the vehicle, which, to add to the drama, began to burn while assistants and even Pironi himself tried to unbuckle his seatbelt and free him. The fire took almost 30 seconds to extinguish, and Paletti was extracted a long time later. Subsequent medical examinations indicated that the terrible injuries to both legs and his blood-filled abdomen from a ruptured aorta were incompatible with life. Fortunately for him, he didn't even notice the fire. To underline the severity of his injuries, doctors indicated that even surgery on the track wouldn't have given him a chance of survival.

In addition to these tragedies that claimed the lives of two young drivers, there was another with a slightly better ending, if I may say so: Didier Pironi, the other Ferrari driver, was leading the championship when he suffered an accident on August 7 in Hockenheim, Germany, where he fractured both legs. He was never able to compete again and was killed five years later competing in a powerboat race. Both of Ferrari's main drivers that started that year were unable to finish.

And we come to the end of a strange year. Keke Rosberg, Nico's father, won the drivers' championship in a Williams, having triumphed in a single race, the fewest wins for a champion driver in the entire history of the category. Alain Prost took two victories, Niki Lauda two, and Didier Pironi two; the latter finished runner-up despite not having contested the final four races of the season. Keke's secret was a perfect combination of consistency and luck, finishing on the podium six times, with one win and five third places in 16 races.

One of the most chaotic and dramatic years I can remember in the top category of international motorsport, thanks to those events and also because my idol of those years, Carlos Alberto Reutemann, retired permanently from the category at the start of that season after starting second in the Brazilian Grand Prix and being disqualified due to ballast irregularities in his Williams,. This ultimately gave his teammate his only championship.




Héctor Gugliermo
@hosgug



0
0
0.000
2 comments
avatar

Mi estimado, con usted se aprende mucho de la historia de las diferentes disciplinas del deporte, en este caso de los motores, conociendo detalles que incluso no sabía de la F1. Cómo siempre es un grato placer leer sus reseñas con temas sumamente interesantes.

Saludos!

0
0
0.000
avatar

Muchas gracias, amigo @franz54, un cumplido de parte suya es importante ya que lo tengo en gran consideración respecto al deporte motor y es el primero que leo cuando de competencias de estas características se trata.

0
0
0.000