La ciudad que habito /The City I Inhabit
Hola, amigos de Ecency. Para nadie que conozca La Habana es un secreto que se trata de una ciudad arquitectónicamente ecléctica, con influencias de las principales corrientes artísticas que se sucedieron tanto en Europa como en Estados Unidos durante los últimos 500 años. Otro día hablaré de las construcciones clásicas que tenemos. Pero hoy voy a detenerme en algunas casas que me han llamado la atención.
Mi ciudad vive un momento de cambios ahora mismo, emergen nuevos actores económicos y eso implica que surgen personas con dinero y ganas de construir. Sin embargo, no hay mucho espacio disponible, por lo menos en las barriadas tradicionales.
Más allá de regulaciones urbanas y gustos personales, quien construye hoy día muchas veces lo hace obligado por la necesidad. Necesidad de espacio, de versatilidad —viviendas familiares que son además tiendas, peluquerías u otros negocios—, y también, por qué no, de estatus. Todo esto implica que prime una concepción utilitarista del espacio y el concepto de diseño.
De tal modo, se encuentran antiguas casas de una planta que han crecido, generalmente hacia arriba, como si fueran árboles. Los edificios multifamiliares, por su parte, se comportan como amebas, tendiendo seudópodos en forma de garajes, porches, anexos, incluso nuevos apartamentos enteros, levantados generalmente de forma ilegal. A veces los infractores son multados y, más o menos, perseguidos con languidez por las instituciones pertinentes. Por lo general, tal parece que basta con cruzar los dedos, invocar la buena suerte y dejar pasar un tiempito prudencial para que todo quede impune y hasta sea legalizado.
Una cosa buena, dentro de todo, es que tales nuevos propietarios se preocupan por la comodidad y la belleza, dos artículos que en algún momento fueron deficitarios en los programas de construcción de la nación. Ahora, junto a Frankensteins y otras monstruosidades, La Habana comienza a engalanarse con algunas construcciones que escapan al prefabricado.
El ingenio debe emplearse a fondo en ausencia de un surtido variado de materiales modernos de construcción. Aunque estos siempre pueden importarse. Conceptos novedosos como prescindir de azulejear por completo el baño —una tradición cubana insoslayable—, pueden contribuir al ahorro. Por el contrario, hay quienes enrejan portales y balcones como si fueran jaulas, en una paranoia popularizada en los años 90.
La ciudad muta. Despacito, silenciosa, persistente. La Habana colonial aristocrática, que alguna vez se travistió en Habana burguesa y, más adelante, en Habana obrera, ahora vuelve por sus fueros como La Habana de los emprendedores. De la Torre K, en la calle 23, al Hotel Saratoga hecho pedazos frente al Capitolio, la fisonomía de la ciudad adquiere nuevos símbolos y diferentes colores. Con sus 500 años a cuestas, mi ciudad despierta al siglo XXI mirando en derredor con los ojos redondos. Batuqueada, pero dispuesta a dar guerra.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Si pueden, déjenme algún comentario con sus opiniones.
Texto y fotos hechas por mí y de mi propiedad.
Traducción al inglés con Deepseek.
Hello, Ecency friends. To anyone who knows Havana, it's no secret that it's an architecturally eclectic city, influenced by the main artistic movements that unfolded in both Europe and the United States over the last 500 years. Another day I'll talk about the classical buildings we have. But today I'll focus on some houses that have caught my attention.
My city is currently undergoing a moment of change. New economic actors are emerging, which means there are people with money and the desire to build. However, there isn't much available space, at least in the traditional neighborhoods.
Beyond urban regulations and personal tastes, those who build today often do so out of necessity. Necessity for space, for versatility – family homes that also serve as shops, barbershops, or other businesses – and also, why not, for status. All this implies a utilitarian approach to space and design.
Thus, you find old single-story houses that have grown, usually upwards, like trees. Multi-family buildings, meanwhile, behave like amoebas, sprouting pseudopods in the form of garages, porches, annexes, even entire new apartments, usually built illegally. Sometimes offenders are fined and, more or less, languidly pursued by the relevant institutions. Generally, it seems that crossing your fingers, invoking good luck, and letting a prudent amount of time pass is enough for everything to go unpunished and even become legalized.
One good thing, all things considered, is that these new owners care about comfort and beauty, two features that were once lacking in the nation's construction programs. Now, alongside Frankensteins and other monstrosities, Havana is beginning to adorn itself with some constructions that escape prefabrication.
Ingenuity must be employed thoroughly in the absence of a varied supply of modern building materials. Though these can always be imported. Novel concepts, like doing away entirely with tiling the bathroom – an unavoidable Cuban tradition – can contribute to savings. Conversely, some cage in porches and balconies like they were jail cells, in a paranoia popularized in the 90s.
The city mutates. Slowly, silently, persistently. The aristocratic colonial Havana, which once disguised itself as bourgeois Havana and later as working-class Havana, now reclaims its status as the Havana of entrepreneurs. From the K Tower on 23rd Street to the Hotel Saratoga shattered in pieces facing the Capitol, the city's physiognomy acquires new symbols and different colors. With its 500 years on its back, my city awakens to the 21st century looking around with wide eyes. Battered, but ready to rumble.
Thank you very much for reading this far. If you can, please leave me a comment with your opinions.
Text and photos created by me and owned by me.
English translation assisted by Deepseek.
Y a pesar de sus eclécticas "reformas" sigue siendo La Habana de todos, la nuestra. La Habana a todo color
Sin dudas🥰
Hermosa arquitectura la que lograste capturar, la Habana que todo amamos.
🤗
Interesantes soluciones arquitectónicas las de estos moradores, dotando de nuevas visiones a esa Habana variopinta en su entramado pintoresco.
¡Gracias por compartirnos estas interesantes vistas!
Congratulations @africapg! You have completed the following achievement on the Hive blockchain And have been rewarded with New badge(s)
Your next target is to reach 30 posts.
You can view your badges on your board and compare yourself to others in the Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP
Check out our last posts:
Delegate your Hive Power to Ecency and earn
100% daily curation rewards in $Hive!
😍
Sin duda el ingenio se agudiza en los tiempos de necesidad. El resultado puede parecer bizarro, pero es lo que dota de personalidad a los lugares. Me aburren los vecindarios en los que todas las calles y edificios parecen iguales, por muy lujosos que sean. Aunque sean más modestos, prefiero los sitios como los que nos muestras, donde cada casa refleja a sus dueños.
También yo, la verdad. Y en ese sentido La Habana tiene mucho para mostrar.
Aprendí a amar la Habana después de cinco años de vivirla. Hoy, siento que me fundo en ella, somos familia. Gracias por compartir tu hermoso e interesante texto.
Se ve el cambio para mejorar, es un país que merece crecer y seguir aspirando a cosas buenas, hermosas fotografías las que nos compartes amiga, se ve el esfuerzo por querer algo que se sienta más cómodo y cuidado. Un abrazo 🤗
Gracias. Sí, La Habana resiste y no se detiene, la gente siempre encuentra las maneras.
It’s fascinating that necessity drives creativity, leading to these unique and often improvised architectural forms.
Thanks 🤗
You're welcome!🤗
I was struck by these original vertical designs with asymmetrical shapes that defy gravity, but show a lot of ingenuity and creativity. A very interesting vision of architectural design.
Very common due to the lack of space. People build on the rooftops.
this is a cool classic building @africapg
😄