En definitiva, lo mejor de la película es que, no solo apostó por lo nostálgico, que realmente es su punto más fuerte, sino que hace una evolución del personaje principal muy bien ejecutada, nos da ese paso de esa inmadurez al entender de que, en el mundo en el que se encuentra no es fácil y que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, por ello debe entender que sus acciones siempre llegan a tener consecuencias, pero lo importante es como actúas antes ellas y encontrar mejorarlas.

Siento que, todos nos emocionamos en las escenas en el que iban saliendo los spider-man de Andrew y Tobey, cada uno fueron únicos y que conserven esas personalidades y los diálogos entre los tres se sienta muy fluido, le agrega dinamismo a esta cuestión del multiuniverso y de las historias de cada uno de ellos. La apreciación de los villanos de las anteriores películas fue digna de ovacionar, aunque solo dos de ellos tuvieron mayor desarrollo en la trama e interacción, sus interpretaciones fueron grandiosas y es entendible por el tiempo y la cantidad de villanos, la introducción de demás personajes y muchos elementos que, el abordarlos más completos se hubiese extendido más de lo normal.

Por eso tal vez que, al principio de la trama se siente como todo apresurado, supongo que era para abarcar lo más destacable: los villanos de otros universos que ya conocemos y la evolución crucial de Peter Parker, por ello, en lo particular le perdono las fallas en el guion y el manejo en ese tono entre el humor que caracteriza mucho este spider – man a lo oscuro y dramático que se estaba tornando la historia, siento que faltó equilibrarlo de mejor forma.