Cuando el amor, llega así... [Esp/Eng]

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Si hay algo que mi hermana y yo podemos responder al unísono si nos preguntan, es el título de la canción favorita de nuestro padre. Desde que nací, sé que cuando suena en la radio o en algún altavoz por ahí, la popular canción Caballo Viejo, todo lo que podía estar haciendo mi papá se detiene, porque hay que cantarla… y precisamente cuando me sentaba a escribir esta publicación, llegaba a mi mente la letra de la canción: Cuando el amor llega así, de esa manera.

Amigos de greenzone💚, ustedes saben tanto como yo que hay amores que llegan sin hacer ruido y se instalan de una manera sigilosa, y sin darte cuenta, ya han echado raíces profundas en tu corazón, y así vinieron los Adeniums a mí. Hace poco más de dos años, casi por curiosidad, o quizás por atrevimiento, llegó a mis manos el primer ejemplar.

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Era pequeño, con un tallo grueso casi con tendencia a lo escultórico, y en aquel momento no pude ni siquiera adivinar que esa simple adquisición se convertiría en una de las fuentes de alegría y paz más consistentes de mi vida. Bien recuerdo que fue en los primeros días de abril de 2023, y que inmediatamente mi niña me exigió que debíamos ponerle nombre porque era un miembro más del hogar. Decidimos entonces que se llamaría Adenito.

Cultivar Adeniums es casi un diplomado en paciencia, y exige abandonar la prisa de la cotidianidad. Vigilar un nuevo brote, la salida de una hoja diferente o simplemente sufrir porque no sabes la razón de su lenta y demorada floración, te hace aprender a observar, a esperar y, sobre todo, a amar.

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Estos dos años de convivir con Adeniums no han sido para nada intuitivos; he visto cientos de tutoriales en YouTube para poder tener la seguridad de efectuar el ritual de pasarlos de una maceta a otra, cambiar el sustrato y exponer la maravilla que esconden bajo tierra: su caudex. Ese instante en que con las manos en la tierra descubres la arquitectura oculta en sus raíces, es pura magia.

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El día que descubrí que mi primer Adenium iba a florecer, lloré. Desde entonces me pasaba horas vigilando la evolución de los botones, pues cuando lo compré no me dijeron el color de sus flores. Ese ver cómo se hinchan lentamente hasta que estallan en los colores que siempre soñaste, es eso mismo: un sueño hecho realidad. Puede que sea cierto que su belleza sea efímera, pero eso te recuerda que las cosas más gloriosas requieren tiempo y mucha, mucha dedicación.

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De la primera poda, logré enraizar un esqueje, que ahora exhibo como el primogénito de Adenito, y hoy comparte el reinado de mi jardín con su planta madre. Luego me he hecho de otros, a los que tampoco les falta amor.

De la segunda poda, logré enraizar un esqueje, que ya lleno de hojas, he depositado en un frasco de plástico reciclado que mi hija y yo hemos decorado para regalárselo a mi hermana. Es una forma de que la familia de mi Adenium crezca y una forma de seguir viendo cómo florece el amor.

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El simple acto de regarlos cada cuatro días lo convierto en un ritual de mucho cuidado para ellas y para mí, y mientras lo hago sonrío porque ha sido un viaje que he disfrutado y no sabía que necesitaba. Verlos crecer y desarrollarse ha sido, sin lugar a dudas, una de las mejores experiencias.

Y como quizás imaginen, he tenido la necesidad de escuchar la canción favorita de mi papá mientras les escribo porque definitivamente ¡qué maravilloso es “cuando el amor llega así, de esa manera, y uno no se da ni cuenta”!

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_{🍃¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓! 🌿
𝑺𝒊 𝒂ú𝒏 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔: 𝒔𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒖𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒃𝒂𝒏𝒂, 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆, 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒚 𝒔𝒐ñ𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓ó 𝒆𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒂𝒓.
𝑬𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒎á𝒈𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓í𝒂, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 (𝒔𝒊𝒏 𝑰𝑨).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒊𝒔𝒆ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
¿𝑻𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕ó 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏? 𝑽𝒐𝒕𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒐 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒂𝒔.💚}

🪴ENGLISH VERSION🪴

When love comes like this

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If there's one thing my sister and I can answer in unison if asked, it's the title of our father's favorite song. Since I was born, I know that when it plays on the radio or on some speaker somewhere, the popular song Caballo Viejo ("Old Horse"), everything my dad might have been doing stops, because it must be sung… and precisely as I sat down to write this post, the lyrics of the song came to my mind: When love arrives like that, in that way.

Friends of greenzone💚, you know as well as I do that there are loves that arrive without making a sound and settle in stealthily, and without you noticing, they have already sunk deep roots in your heart, and that's how Adeniums came to me. A little over two years ago, almost out of curiosity, or perhaps daring, the first specimen came into my hands.

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It was small, with a thick stem that was almost sculptural, and at that time I couldn't even guess that this simple acquisition would become one of the most consistent sources of joy and peace in my life. I well remember it was in the first days of April 2023, and my daughter immediately insisted that we had to give it a name because it was another member of the household. We then decided to name it Adenito.

Growing Adeniums is almost a master's degree in patience and requires abandoning the rush of daily life. Watching for a new bud, the emergence of a different leaf, or simply worrying because you don't know the reason for its slow and delayed flowering, teaches you to observe, to wait, and above all, to love.

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These two years of living with Adeniums haven't been intuitive at all; I've watched hundreds of YouTube tutorials to feel confident enough to perform the ritual of repotting them, changing the substrate, and exposing the wonder they hide underground: their caudex. That moment when, with your hands in the soil, you discover the hidden architecture of their roots is pure magic.

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The day I discovered my first Adenium was going to bloom, I cried. From then on, I spent hours watching the evolution of the buds, as when I bought it, they didn't tell me the color of its flowers. Seeing them slowly swell until they burst into the colors you always dreamed of is exactly that: a dream come true. It may be true that their beauty is ephemeral, but that reminds you that the most glorious things require time and much, much dedication.

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From the first pruning, I managed to root a cutting, which I now display as Adenito's firstborn, and today it shares the reign of my garden with its mother plant. Later, I've acquired others, who are also not lacking in love.

From the second pruning, I managed to root a cutting, now full of leaves, which I've placed in a recycled plastic jar that my daughter and I decorated to give to my sister. It's a way for my Adenium's family to grow and a way to keep seeing love blossom.

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The simple act of watering them every four days becomes a ritual of great care for them and for me, and while I do it, I smile because it has been a journey I have enjoyed and didn't know I needed. Watching them grow and develop has undoubtedly been one of the best experiences.

And as you might imagine, I felt the need to listen to my dad's favorite song while writing to you because it is truly wonderful "when love arrives like that, in that way, and you don't even notice."

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_{🍃𝑻𝒉𝒂𝒏𝒌𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒊𝒏𝒈! 🌿
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏’𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒎𝒆 𝒚𝒆𝒕. 𝑰’𝒎 𝒂 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝒏𝒆𝒖𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓, 𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒂 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏, 𝒂𝒏𝒅 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒐’𝒔 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒔𝒑𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒐𝒂𝒓.
𝑨𝒍𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒓𝒊𝒈𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏-𝒎𝒂𝒅𝒆 (𝒏𝒐 𝑨𝑰).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒊𝒈𝒏𝒆𝒅 𝒃𝒚 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒕? 𝑼𝒑𝒗𝒐𝒕𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒎𝒆𝒏𝒕, 𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒐𝒇 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒗𝒊𝒕𝒚! 💚}