El circo mediático del caso Nora Dalmasso / The Nora Dalmasso case media circus

Siendo comunicadora social, veo a los medios y su forma de proceder, de una manera distinta al común. Mi mirada es más crítica puesto que llegué a conocer al "monstruo" desde dentro, luego de haber trabajado 10 años tanto en televisión, como en radio y cine.

Desde las aulas de clases, la repetición constante del uso de los medios para informar, educar y entretener, era como una letanía que debíamos aprender. En este caso, el orden de los factores si alteraba el producto.

Así que cuando vi el documental titulado "Las mil muertes de Nora Dalmasso", algo en mi interior me llevó a verlo, no tanto por el morbo ni por mi afición a ver casos de investigación policial, sino porque me llamó la atención el ver como era posible morir ¡1000 veces!

En principio, imaginaba que se trataba de las diversas teorías posibles, pero una vez que te adentras en el caso, te das cuenta que esas muertes fueron después de la muerte en sí.

Para contextualizar, este caso data del año 2006, cuando Dalmasso fue encontrada asesinada en su casa. Al vivir en una zona adinerada, los medios vieron este hecho no con ojos periodísticos sino con el típico signo del dólar en los ojos: era un evento del que se podía sacar dinero.

A diferencia de los medios de comunicación de Venezuela, y de las grandes cadenas de información a nivel mundial, el periodismo en Argentina se basa en chismes y hechos banales de los que se suelen sacar muchos minutos de cobertura, solo por entretener, y nada que informar realmente, así que un suceso como este les daba mucha tela que cortar.

Me impresiona la cantidad de medios de tv y radio regionales y nacionales que se apostaron en la ciudad de Río Cuarto, ávidos de sacar una tajada de la tragedia de esta familia. Y es que inclusive hubo "emprendimientos" que hasta timbraron camisas con frases alusivas a la investigación.

En la serie documental de 3 capítulos, transmitida por Netflix, hacen un recuento de los hechos, entrevistando a los principales protagonistas allegados al caso, dándoles el derecho de palabra sin querer influenciar en sus declaraciones como lo fue en su momento.

Imputar al padre y al hijo, ambos lejos del lugar de los hechos, les dio metros y metros de papel, cinta de video y minutos al aire, entorpeciendo el proceso en lugar de ayudar a esclarecerlo. Lo peor, es que es una práctica que ahora, 19 años más tarde, se sigue manteniendo, haciendo programas con panelistas que hablan sobre la vida ajena y exponiendo sucesos que poco aportan a la información y la educación.

De acuerdo con un periodista entrevistado, ellos solo cumplían con su trabajo, y realmente es cierto, pues las directrices vienen de entes superiores, quienes estimulan el morbo de las masas en lugar de brindarles herramientas que les permitan discernir adecuadamente.

Ahora, 19 años después, y luego de todo esto, la familia puede descansar del stress mediático, que no solo entorpeció el proceso, generó situaciones terribles a la familia, y no ayudó en lo absoluto a clarificar lo sucedido, pues a la fecha, todavía no está claro, quien fue el que acabó con la vida de Nora.

Being a social communicator, I see the media and its way of proceeding in a different way than the common one. My view is more critical since I got to know the “monster” from the inside, after having worked for 10 years in television, radio and cinema.

From the classroom, the constant repetition of the use of the media to inform, educate and entertain was like a litany that we had to learn. In this case, the order of the factors did alter the product.

So when I saw the documentary entitled “The Thousand Deaths of Nora Dalmasso”, something inside me led me to watch it, not so much because of morbid curiosity or my fondness for watching police investigation cases, but because it caught my attention to see how it was possible to die a thousand times!

At first, I imagined it was about the various possible theories, but once you get into the case, you realize that those deaths were after the death itself.

For context, this case dates back to 2006, when Dalmasso was found murdered in her home. Living in a wealthy area, the media saw this event not with journalistic eyes but with the typical dollar signs in their eyes: it was an event from which money could be made.

Unlike the Venezuelan media, and the big news networks worldwide, journalism in Argentina is based on gossip and banal facts that usually get many minutes of coverage, just to entertain, and nothing to really inform, so an event like this gave them a lot of fabric to cut.

I am impressed by the amount of regional and national TV and radio media that were stationed in the city of Río Cuarto, eager to get a slice of the tragedy of this family. There were even “companies” that even stamped shirts with phrases alluding to the investigation.

In the documentary series of 3 chapters, transmitted by Netflix, they recount the facts, interviewing the main protagonists close to the case, giving them the right to speak without wanting to influence their statements as it was at the time.

Charging the father and son, both far from the scene, gave them meters and meters of paper, videotape and minutes on air, hindering the process instead of helping to clarify it. The worst thing is that it is a practice that now, 19 years later, is still maintained, making programs with panelists who talk about other people's lives and exposing events that contribute little to information and education.

According to a journalist interviewed, they were only doing their job, and it is really true, because the directives come from superior entities, who stimulate the morbid curiosity of the media.

According to a journalist interviewed, they were only doing their job, and it is really true, since the directives come from superior entities, who stimulate the morbid curiosity of the masses instead of providing them with tools that allow them to discern properly.

Now, 19 years later, and after all this, the family can rest from the media stress, which not only hindered the process, but generated terrible situations for the family, and did not help at all to clarify what happened, because to date, it is still not clear who was the one who ended Nora's life.


Foto/Photo by: Screenshots from Netflix documental
Edición/Edited by Screenshots from Netflix documental using canva
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Recuerdo ese caso como si fuera hoy e increíblemente ya pasaron 19 años aproximadamente. Como dices, parte de la prensa Argentina es muy amarillista y lo peor de todo es que la gente consume ese contenido. Si me pregunta por qué lo hacen, creería que es porque tiende a ser como capítulos de novelas cotidianas pero reales.

Gracias por traerlo al feed de la comunidad y contar tus percepciones al respecto.

Saludos

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Realmente vi horrorizada toda la cobertura y los alcances de los medios, quienes sin piedad opinaban sobre el caso, cuando el deber periodístico no es emitir opiniones. Sin lugar a dudas, es una manera errónea de ejercer la labor periodística a mi juicio.

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Amiga, cuánto de cierto leo en tu análisis, fíjate que yo, que de periodismo conozco solamente la partecita aquella que nos enseñaron tanto en el liceo como en las universidades, de qué se trata la "comunicación", comunicación asertiva, etc. Nada que ver con la realidad.
Dentro de ese desconocimiento, he mirado con asombro cómo se manejan los casos y sobre todo secuestros y crímenes. Es otra forma de hacer periodismo, pero también es otra forma de demostrar un amarillismo puro y duro. Entre otras cosas más. Pero así es este tipo de comunicadores sociales y de esa manera han sido entrenados. También pienso que es una forma de llegar a un tipo de público que asume de esa manera lo que ocurre... La verdad, no lo sabemos. Saludos.

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