The Ethical Dilemma of Transplants

A few weeks ago, we debated the topic of abortion, and like any controversial subject, it had both defenders and detractors.

In my case, I consider abortion a selfish choice by people who do not accept their responsibility since in most cases conception could have been avoided.

Abortion defenders based their opinion on the criterion that women are the ones who carry the pregnancy and therefore have the right to decide about their bodies.

Although I agree that every person has the right to decide about their bodies, I believe that abortion is an operation that should not be performed except in certain exceptions since conception is absolutely avoidable nowadays.

In the case of organ donation, following the logic of each person's right to decide about their bodies, I agree that a person may donate organs.

But knowing that around 5 to 10% of transplants performed worldwide come from the black market according to WHO estimates, I also agree that the sale of organs should be legal.

While I consider it a terrible form of human exploitation, since the "donors" who sell their organs on the black market receive between 1,000 to 5,000 dollars for a kidney that is offered at 50,000 to 120,000 to first-world citizens.

This prohibition on organ sales has created criminal organ trafficking networks that move between 840 to 1,700 million dollars a year, involving various actors: international coordinators, intermediaries, local recruiters, medical personnel, and facilitators among others.

In addition to fostering the monetary exploitation of "donors," they face health risks because these operations are performed in clandestine clinics, such as the sadly famous Medicus in Kosovo.

These networks also take advantage of people's ignorance, making them believe that kidneys regenerate, or that there is no risk in living with only one kidney, for example.

Although with much less verifiable information, there is also the risk that criminal gangs forcibly extract organs from victims who may not end up alive.

The UN has investigated and documented at least 700 cases of organ trafficking victims between 2008 and 2022, but since it is a much more serious crime, it is difficult to prove.

For all these reasons, knowing that human survival instinct will lead to ethically questionable actions such as buying organs from vulnerable people, it would be best to do it legally and safely for the donor, who would at least receive greater compensation for their sacrifice, which is almost always to lift their families out of extreme poverty.

As long as it remains illegal, there will always be unscrupulous doctors like Yusuf Sonmez and Zaki Shapira, who are just a known pair in this macabre system that is the black market for organs that only benefits members of trafficking networks and recipients.

While the legalization of organ sales may not solve the underlying problems, it could at least alleviate to some extent this human exploitation based on class differences.

Let us remember that it is Governments who must implement public policies to eradicate poverty and lack of access to education, and invest in medical research that can solve this public health crisis related to organ transplants, so that in the future this illegal market disappears.

Finally, one last thought on the subject: if altruistic donation is accepted and even praised when done by relatives or even strangers to the recipient, why should the sale be condemned, if the final result remains the same: saving a life.

There are many more questions and I would like to know your opinion on the matter.

El dilema ético de los transplantes

Hace unas cuantas semanas habíamos debatido sobre el tema del aborto, y como todo tema controvertido ha tenido defensores y detractores.

En mi caso, considero el aborto como una elección egoísta de personas que no aceptan su responsabilidad ya que en la mayor parte de los casos se podría haber evitado la concepción.

Los defensores del aborto fundamentaron su opinión basándose en el criterio de que las mujeres son las gestantes y por lo tanto tienen el derecho a decidir sobre su cuerpo.

A pesar de que estoy de acuerdo con que toda persona tiene derecho a decidir sobre sus cuerpos, creo que el aborto es una operación que no se debería practicar salvo ciertas excepciones desde que es absolutamente evitable la concepción hoy en día.

En el caso de la donación de órganos, siguiendo la lógica del derecho de cada persona a decidir sobre sus cuerpos, estoy de acuerdo en que una persona done órganos.

Pero sabiendo que alrededor del 5 a 10% de los transplantes realizados en todo el mundo proviene del mercado negro según estimaciones de la OMS, también estoy de acuerdo en que la venta de órganos sea legal.

Si bien considero que es una forma de explotación humana terrible, ya que los "donantes" que venden sus órganos en el mercado negro reciben entre 1000 a 5000 dólares de un riñón que se oferta en 50.000 a 120.000 a ciudadanos del primer mundo.

Esta prohibición de la venta de órganos ha creado redes criminales de tráfico de órganos que mueven entre 840 a 1700 millones de dólares al año, involucrando a varios actores: coordinadores internacionales, intermediarios, reclutadores locales, personal médico y facilitadores entre otros.

Además de fomentar la explotación monetaria de los "donantes" , los mismos se enfrentan a riesgos de salud porque estas operaciones se realizan en clínicas clandestinas, como la tristemente famosa Medicus de Kosovo.

También estas redes se aprovechan de la ignorancia de las personas, haciéndoles creer que los riñones se regeneran, o que no existe ningún riesgo en vivir con un solo riñón por ejemplo.

Aunque con mucha menos información verificable, también existe el riesgo de que bandas criminales extraigan órganos de forma forzada a víctimas que posiblemente no terminen vivas.

La ONU ha investigado y documentado al menos 700 casos de víctimas de tráfico de órganos entre 2008 a 2022, pero al tratarse de un crimen mucho más grave, es difícil de demostrar.

Por todas estas razones, sabiendo que el instinto de supervivencia del ser humano lo llevará a acciones éticamente cuestionables como comprar órganos de personas vulnerables, lo mejor sería hacerlo de forma legal y segura para el donante, que al menos recibiría una compensación mayor por su sacrificio, que casi siempre es para sacar a sus familias de la pobreza extrema.

Mientras sea ilegal, siempre habrán médicos inescrupulosos como Yusuf Sonmez y Zaki Shapira, que apenas son un par conocido de este sistema macabro que es el mercado negro de órganos que solo beneficia a los miembros de las redes de tráfico y a los receptores.

Si bien la legalización de la venta de órganos podría no solucionar los problemas de fondo, podría al menos paliar en cierta medida esta explotación humana basada en diferencias de clase.

Recordemos que son los Gobiernos quienes deben implementar políticas públicas para erradicar la pobreza y la falta de acceso a la educación, e invertir en investigación médica que pueda solucionar esta crisis de salud pública relacionada a los transplantes de órganos, para que en un futuro este mercado ilegal desaparezca.

Por último, un último pensamiento sobre el tema: si la donación altruista es aceptada y hasta alabada cuando la hacen parientes o hasta personas extrañas al receptor, por qué la venta debería ser condenada, si el resultado final sigue siendo el mismo: salvar una vida.

Hay muchas más preguntas y me gustaría saber su opinión al respecto.

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Original language: Spanish
Translation service: Claude (Anthropic)
Image generation: Meta AI
https://en.wikipedia.org/wiki/Medicus_clinic_case_in_Kosovo
https://www.nytimes.com/2011/02/11/world/europe/11organ.html