La Voz Que Nunca Me Dejó: Mi Amigo Imaginario
**"Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta."
— Carl Gustav Jung **
Hoy me sumerjo en una historia especial, una que muchos quizá hayan vivido sin atreverse a contarla: la historia de ese amigo imaginario que marcó nuestra infancia... o que, como en mi caso, nunca se fue.
Mi amigo imaginario no tenía un nombre, pero sabía que estaba conmigo solo para escucharme atentamente sin decir una sola palabra; tal vez entendía que a los hombres no nos gusta que nos digan qué hacer, a menos que sea una propuesta y se nos haga creer que se nos ocurrió a nosotros mismos.
Recuerdo que apareció cuando tenía unos 8 años. Mi infancia fue bastante tranquila, con escasas excepciones donde me antojaba de cosas que mis padres no podían darme. Era un niño tímido, que evitaba hablar con la gente, y por eso tenía a alguien que me escuchaba con atención y comprensión.
No me importaba cómo lucía, pero lo imaginaba fornido y alto, capaz de protegerme cuando más lo necesitaba. Especialmente cuando me quedaba viendo películas de terror a medianoche, me fascinaban, aunque luego no podía dormir, él llegaba al rato, a darme seguridad.
No hacíamos travesuras, simplemente le contaba mis cosas. A veces me susurraba ideas, me proponía caminos y yo elegía qué hacer o qué aprender. Cuando no sabía una respuesta, él aparecía con opciones. Nuestra relación era fantástica. Me impulsaba a confiar en mí mismo. Me decía cosas como: “Eres inteligente. Puedes resolver cualquier cosa.”
Y lo mejor de todo: nunca se fue. Con el tiempo, se volvió uno conmigo. Aún hoy, cuando necesito guía, su voz, dulce, pero profunda, me habla como antes, con amor y amabilidad, proponiéndome soluciones. Sigo eligiendo muchas de ellas… y los resultados me sorprenden. Sé que nunca me ha dejado ni lo hará, porque ahora entiendo que vive en mí, en mi conciencia.
Y no solo eso: es el Creador de todo el universo.
Mi lugar favorito para contarle mis cosas era el techo de mi casa durante la noche. Juntos contemplábamos las estrellas fugaces que aparecían, otras estrellas fijas, y me sumergía en la profundidad de esa bóveda oscura como el ébano más puro.
De allí, mi querido Ramoncito, vienes. De un lugar mucho más allá de lo que tus ojos pueden percibir; un lugar puro y pleno donde no existen las limitaciones y eres uno con el infinito e insólito universo. De allí vienes, y a ese mismo lugar irás cuando el tiempo sea el correcto.
Esa experiencia no fue un juego de la imaginación. Fue —y sigue siendo— una conexión profunda con la esencia misma de mi ser. Fue compañía, consuelo, sabiduría. Fue Dios hablándome a través de mí mismo, enseñándome a confiar y a no tener miedo.
Y si tú, que estás leyendo, te has sentido solo alguna vez, solo cierra los ojos y escucha… esa voz también vive en ti.
ENGLISH VERSION
**"Who looks out, dreams; Who looks inward, wakes up."
— Carl Gustav Jung **
Today I immerse me in a special story, one that many may have lived without daring to tell it: the story of that imaginary friend who marked our childhood ... or that, as in my case, he never left.
My imaginary friend did not have a name, but I knew I was with me just to listen to me carefully without saying a single word; Perhaps he understood that men do not like to tell us what to do, unless it is a proposal, and it is made to believe that it occurred to ourselves.
I remember that he appeared when he was about 8 years old. My childhood was quite quiet, with few exceptions where I wanted things that my parents could not give me. He was a shy boy, who avoided talking to people, and that's why he had someone who listened to me with attention and understanding.
I didn't care how I looked, but I imagined it fornid and tall, capable of protecting me when I needed it most. Especially when I was watching horror movies at midnight, I was fascinated, although I couldn't sleep later, he came to give me security.
We did not make mischief, I simply told him my things. Sometimes ideas whispered, I proposed paths and I chose what to do or what to learn. When he didn't know an answer, he appeared with options. Our relationship was fantastic. I was driven to trust myself. He told me things like: "You are intelligent. You can solve anything."
And best of all: he never left. Over time, he turned to me. Even today, when I need a guide, his voice, sweet, but deep, he speaks to me as before, with love and kindness, proposing solutions. I keep choosing many of them ... and the results surprise me. I know he has never left me or do it, because now I understand that he lives in me, in my conscience.
And not only that: he is the creator of the entire universe.
My favorite place to tell my things was the roof of my house during the night. Together we contemplated the fleeting stars that appeared, other fixed stars, and immersed me in the depth of that dark vault like the purest ebony.
From there, my dear Ramoncito, you come. From a place far beyond what your eyes can perceive; A pure and full place where there are no limitations, and you are one with the infinite and unusual universe. From there you come, and to that same place you will go when the time is correct.
That experience was not a game of imagination. It was - and still - a deep connection with the very essence of my being. It was company, comfort, wisdom. It was God speaking through myself, teaching me to trust and not being afraid.
And if you, who are reading, you have felt only, just close your eyes and listen ... that voice also lives in you.
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Que narrativa tan hermosa, disfruté leerte. Que bueno que ese amigo imaginario no era imaginario, sino el mejor compañero que se puede tener en la vida, a veces nos preocupamos tanto que nos negamos a escucharlo, cuando sólo con un poco de silencio en nuestra mente, podríamos dejarnos guiar por Él, sin tanta angustia. Él también me acompaña siempre y me hace sentir amada , es sólo que a veces soy tan terca que quiero hacer las cosas a mi manera.
Ahhh, eso explica muchas cosas, gracias por el dato, jajaja.
Un abrazo.
Jajajaja, bueno, ya estoy soltando secretos sumariales que pocos mortales nos atrevemos a contar.
Muchas gracias por el comentario.
Amicucho, estoy feliz de encontrarte de nuevo en Hive, para disfrutar de tus buenas letras y de la profundidad de tu corazón que reflejas en cada escrito. Un abrazo 🫂🌹🌷💐🌻🪻
Amigachaaaaaaa, más feliz estoy yo de leer un comentario tuyo, jaja