Mi cabeza como una turbulencia ~ Bitácora de una Neuróloga [Esp/Eng]


Ustedes que me leen, creerán que es mentira, pero escribir desde este rincón es una de las actividades que más disfruto. Jamás pensé que iba a encontrarme en un lugar más a gusto que este, y esta comunidad @holos-lotus es una de mis preferidas.

Hoy, mientras tomaba un café con uno de los mejores amigos que la vida me ha dado, que además es mi colega, uno de esos médicos brillantes cuya capacidad y dedicación siempre me han inspirado, me soltó una frase que resonó profundamente en mí. Él, entre risas y anécdotas, me confesó que a menudo siente que su cabeza es como un avión en turbulencia.



Yo estaba segura de que no hablaba de un día ajetreado, sino de una sensación constante, y su comentario me dejó pensando e incluso me identifiqué; no dudo también haber estado así en algún momento. Así que desde esta Bitácora de una Neuróloga quisiera hoy hablar de esas turbulencias que a menudo nos sacuden la cabeza.

Cuando un avión atraviesa una zona de turbulencia, se encuentra con corrientes impredecibles que lo sacuden y el piloto lucha por mantener el control; las alarmas pueden sonar y los pasajeros se agarran con fuerza, sintiendo cada vibración como una amenaza. Y precisamente cuando decimos que sentimos una turbulencia en la cabeza, no es muy diferente. Allí, en nuestro cerebro, se sufre un estado de hiperactivación de una red formada por un conjunto de zonas cerebrales que se activan cuando no estamos concentrados en el mundo exterior, siendo como una voz de fondo que planea, que habla bajito, que se preocupa por el pasado y por el futuro.



A ver, esta red normalmente es útil y nos ayuda a dar sentido a nuestras vidas, pero cuando se desregula, se convierte en un piloto automático del caos, y es como si ese avión del que hablábamos se estuviera zarandeando no por el viento, sino por un sistema de navegación que se obsesiona con todos los “y si” posibles.

¿Y ustedes preguntarán qué es lo que genera esas corrientes de aire turbulento? Pues fácil: ahí está la sobrecarga con la avalancha de información constante, las noticias, los emails, los mensajes, las tareas pendientes, es como pedirle al piloto que atienda a diez pantallas a la vez. Eso se conjuga con la tiranía que ejerce sobre nosotros la multitarea, cuando creemos que somos productivos haciendo varias cosas a la vez, pero lo que sucede es que al final el avión no avanza en una ruta clara y solo da bandazos.



Allí están también, en esa génesis de aires turbulentos: los miedos del piloto automático que está en constante alerta, dándole vuelta tras vuelta a las mismas cosas, y la falta de anclaje al presente. Esto último es cuando perdemos la conexión real con el aquí y con el ahora; es lo que llamamos no estar centrados y perdemos la concentración del piloto automático.



Mi amigo sabe todo esto que les he dicho, pero saberlo no impide que aparezca la turbulencia, y reconocerlo es el primer paso para quitarse ese estigma. ¿Qué hacer? Yo siempre les digo, amigos míos, que esa tarea se la dejo a un terapeuta o un psicólogo, pues solo me limito a una breve explicación desde la neurociencia. Eso sí, si usted que me lee siente ese zarandeo interno, debe recordar que usted es el piloto y no un pasajero asustado, y su cerebro tiene la capacidad maravillosa de tomar los mandos. Así que a respirar y a confiar en que, más allá de las nubes, el cielo siempre está despejado.

¡Hasta la próxima Bitácora!

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¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓!
𝑺𝒊 𝒂ú𝒏 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔: 𝒔𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒖𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒃𝒂𝒏𝒂, 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆, 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒚 𝒔𝒐ñ𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓ó 𝒆𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒂𝒓.
𝑬𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒎á𝒈𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓í𝒂, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 (𝒔𝒊𝒏 𝑰𝑨).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒊𝒔𝒆ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
¿𝑻𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕ó 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏? 𝑽𝒐𝒕𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒐 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒂𝒔.💛

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ENGLISH VERSION

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My Head Like Turbulence ~ A Neurologist's Log


Those of you who read me will think it's a lie, but writing from this corner is one of the activities I enjoy the most. I never thought I would find myself more comfortable anywhere else, and this community @holos-lotus is one of my favorites.

Today, while having coffee with one of the best friends life has given me, who is also my colleague, one of those brilliant doctors whose ability and dedication have always inspired me, he dropped a phrase that resonated deeply with me. Amid laughter and anecdotes, he confessed that he often feels his head is like an airplane in turbulence.



I was sure he wasn't talking about a hectic day, but rather a constant sensation, and his comment left me thinking and I even identified with it; I have no doubt I've been like that at some point too. So, from this Neurologist's Log, I would like to talk today about those turbulences that often shake our heads.

When an airplane goes through a zone of turbulence, it encounters unpredictable currents that shake it, and the pilot struggles to maintain control; alarms may sound, and passengers hold on tight, feeling every vibration as a threat. And precisely when we say we feel turbulence in our head, it's not very different. There, in our brain, a state of hyperactivation occurs in a network formed by a set of brain areas that activate when we are not focused on the external world, acting like a background voice that plans, that whispers, that worries about the past and the future.



Now, this network is normally useful and helps us make sense of our lives, but when it becomes dysregulated, it turns into an autopilot of chaos, and it's as if that airplane we were talking about is being tossed around not by the wind, but by a navigation system obsessed with every possible "what if."

And you will ask, what generates those turbulent air currents? Well, it's simple: there is the overload from the constant avalanche of information, the news, emails, messages, pending tasks, it's like asking the pilot to monitor ten screens at once. This combines with the tyranny of multitasking over us, when we believe we are productive doing several things at once, but what happens is that in the end, the airplane doesn't advance on a clear route and just lurches about.



Also present in that genesis of turbulent air are the fears of the autopilot, which is constantly on alert, going over the same things again and again, and the lack of anchorage in the present. The latter is when we lose the real connection with the here and now; it's what we call not being centered, and we lose the autopilot's concentration.



My friend knows all this that I've told you, but knowing it doesn't prevent the turbulence from appearing, and recognizing it is the first step to removing that stigma. What to do? I always tell you, my friends, that I leave that task to a therapist or a psychologist, as I only limit myself to a brief explanation from neuroscience. However, if you who are reading me feel that internal shaking, you must remember that you are the pilot and not a frightened passenger, and your brain has the wonderful ability to take control. So, let's breathe and trust that beyond the clouds, the sky is always clear.

Until the next Log!

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𝑻𝒉𝒂𝒏𝒌𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒊𝒏𝒈!
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏’𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒎𝒆 𝒚𝒆𝒕. 𝑰’𝒎 𝒂 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝒏𝒆𝒖𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓, 𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒂 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏, 𝒂𝒏𝒅 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒐’𝒔 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒔𝒑𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒐𝒂𝒓.
𝑨𝒍𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒓𝒊𝒈𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏-𝒎𝒂𝒅𝒆 (𝒏𝒐 𝑨𝑰).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒊𝒈𝒏𝒆𝒅 𝒃𝒚 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒕? 𝑼𝒑𝒗𝒐𝒕𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒎𝒆𝒏𝒕, 𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒐𝒇 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒗𝒊𝒕𝒚! 💛



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Pienso mi estimada amiga que la clave está en hacer una sola tarea a la vez. Recuerdo que el momento de quizás más sobrecarga en mi vida laboral fue cuando me tocó ser el único médico de una sala de pacientes agudos en un hospital psiquiátrico con sesenta camas que las más de las veces estaban todas ocupadas, para adelantar yo solía tomar un block de notas y copiar lo positivo en la clínica de cada uno de mis pacientes para luego tomar sus historias clínicas y escribir la evolución y las indicaciones médicas. Mi enfermera jefa de sala un día me dijo: "Doctor y si ve al paciente y le escribe en su historia clínica no será más efectivo ya concluir del todo con uno para pasar al otro y con menos riesgo de olvidar algo? Lo puse en práctica y me funcionó mejor pues acudía a cada nuevo paciente con la tranquilidad de que ya el paso previo había sido dado del todo y no sentía que mi cabeza bullía de turbulencias. Me funciona mejor, si veo un paciente de quien sospecho una demencia y debo indicar una tomografía, no lo dejo para después hacer la indicación, no dejo nada pendiente, doy ese paso completo y ya acudo al nuevo paciente sin nada pendiente. Esta estrategia asistencial la extrapolé a otras áreas de mi vida y me funciona a las mil maravillas, entre sus muchas ventajas está la tranquilidad de que no procrastino. Un paso a la vez, esa es la mejor estrategia... Cielo despejado, turbulencia cero, vuelo sin angustias y agradable.

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Es lo ideal, una sola tarea a la vez, pero sucede que a veces la vida nos pone a prueba y nada más ser profesional, tener una familia de la que debes ser proveedor y viviendo en una sociedad que nos pone sancadillas, es difícil una tarea a la vez. Pero bueno, lo ideal es eso, despejar el cielo, y para eso se necesita un entrenamiento que personas como usted, amigo, pudieran ayudarnos 😉😉

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Uffff. Que bien me ha hecho leerte, tengo que quitar el piloto automático y despejar mi cielo. Gracias. 🤗✨

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Siiiiii, o al menos armar un plan de vuelo 🤭🤭🤭

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Si a veces tenemos tantos aviones por aterrizar y mucha turbulencia. Solo dando prioridad podemos lograr ese estafo de tranquilidad gracias por tu tema

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Hay que armar un plan de vuelo 🤭🤭🤭🤭

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Qué interesante y necesaria alerta. Tenemos vidas muy agitadas, es cierto, y el "ruido" constantemente de las redes, solo aumenta el estrés. Hay que aprender a bajar 2 rayitas en el ajetreo

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Exactamente, amiga. Es como digo a veces, no podemos seguirle la corriente a las locuras del universo porque perdemos la paz, y ese ruido mental, esas turbulencias son el primer signo que la perdemos

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Muy interesante y optimista, sobre todo cuando afirma que "más allá de las nubes, el cielo siempre está despejado". Le deseo un feliz fin de semana

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Ay, amigo, debemos mantener el optimismo, ese no nos puede faltar en el menú del día. Nos puede salvar🙏🏻🙏🏻

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