Cuando nadie me ve, soy AZUL [Esp/Eng]

Hay un momento en el día en que el mundo se detiene y no es de noche, ni en el amanecer, ni es ese instante de silencio antes de que alguien pronuncie tu nombre. Ese momento del día es el segundo exacto en el que te quedas sola, en el que las puertas se cierran, las pantallas se apagan y sientes que finalmente logras respirar y convertirte en un ser frágil y fuerte al mismo tiempo.

¿Qué hago cuando nadie me ve? ¿En qué me convierto? Y @maylink nos obliga a respondernos esa pregunta, y yo solo pienso:

Cuando nadie me ve, soy de color AZUL.

Pues sí, cuando nadie me ve soy azul, no del azul claro de los días tranquilos, ni el turquesa de los mares de postal. El azul con el que me pinto es un azul frío, intenso, como el frío de una navaja que corta sin hacer ruido, de un azul que sabe a recuerdos viejos, a canciones que ya nadie escucha y a palabras que se quedaron suspendidas en el aire esperando una respuesta que nunca llegó.

En ese silencio que yo he pintado de azul, alcanzo la paz, y a diferencia de la paz de los santos o de la de los que meditan en montañas lejanas, mi paz es la de quien ya no tiene que fingir, de quien puede soltar los hombros y dejar caer la sonrisa forzada y recordar. Es que cuando nadie me ve, vuelven los fantasmas que duelen: aquellos amores imposibles que pudieron serlo todo y ahora apenas son una foto perdida en algún archivo del teléfono o un nombre que ya no suena igual.

En ese momento mágico, a solas, elijo la intensidad de llorar escuchando esa canción que me dedicaron aunque siempre supe que no fue sincera, la de revivir conversaciones que ya no importan y besos que ya no queman. No sé si por nostalgia o justicia, pero en esa soledad las emociones merecen ser vistas solo por mí.

Cuando nadie me ve también encuentro mi fuerza.

En ese espacio íntimo donde el mundo se borra y recuerdo quién fui y decido quién quiero ser, aprendo a despegarme de esos amores que se fueron y me dejaron cicatrices pero también enseñanzas, aprendo a verme en mis errores y vergüenzas pasajeras que también tuvieron forma de lecciones. Aunque a veces el AZUL se vuelva oscuro, sé que es solo un color y no una condena.

Sé que crecer duele, pero más duele quedarse estancada en lo que pudo ser y nunca fue, y por eso cuando nadie me ve, me permito sentir todo, para luego soltarlo y entender así que las lágrimas no son solo debilidad sino también limpieza, y que no caben dudas de que estar sola no es vacío, sino espacio.

Cuando nadie me ve, secretamente me preparo para cuando el universo vuelva a necesitarme.

Y cuando llega la hora de abandonarme hacia el mundo, guardo el azul en un cajón. No lo escondo, no lo protejo, solo que es mío, y en esa intimidad robada es donde únicamente puedo reconocerme y SER LIBRE.

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_{✨ ¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓! ✨
𝑺𝒊 𝒂ú𝒏 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔: 𝒔𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒖𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒃𝒂𝒏𝒂, 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆, 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒚 𝒔𝒐ñ𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓ó 𝒆𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒂𝒓.
𝑬𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒎á𝒈𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓í𝒂, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 (𝒔𝒊𝒏 𝑰𝑨).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒊𝒔𝒆ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
¿𝑻𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕ó 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏? 𝑽𝒐𝒕𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒐 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒂𝒔. 💙}

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ENGLISH VERSION

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When no one sees me, I am BLUE

There is a moment in the day when the world stops, and it is not at night, nor at dawn, nor is it that instant of silence before someone says your name. That moment of the day is the exact second when you find yourself alone, when the doors close, the screens turn off, and you feel like you can finally breathe and become a fragile yet strong being at the same time.

What do I do when no one sees me? What do I become? And @maylink forces us to answer that question, and I can only think:

When no one sees me, I am the color BLUE.

Yes, when no one sees me, I am blue—not the light blue of peaceful days, nor the turquoise of postcard seas. The blue I paint myself with is a cold, intense blue, like the chill of a knife that cuts without making a sound, a blue that tastes like old memories, songs no one listens to anymore, and words left hanging in the air waiting for a response that never came.

In that silence I have painted blue, I find peace, and unlike the peace of saints or those who meditate on distant mountains, my peace is that of someone who no longer has to pretend, who can drop their shoulders, let go of the forced smile, and remember. Because when no one sees me, the ghosts return—the painful ones: those impossible loves that could have been everything and are now just a lost photo in some phone folder or a name that no longer sounds the same.

In that magical moment, alone, I choose the intensity of crying while listening to that song dedicated to me, even though I always knew it wasn’t sincere, of reliving conversations that no longer matter and kisses that no longer burn. I don’t know if out of nostalgia or justice, but in that solitude, emotions deserve to be seen only by me.

When no one sees me, I also find my strength.

In that intimate space where the world fades away, I remember who I was and decide who I want to be. I learn to detach myself from those loves that left and left scars but also lessons. I learn to see myself in my mistakes and fleeting shames that also took the shape of teachings. Even if sometimes the BLUE turns dark, I know it’s just a color and not a sentence.

I know growing hurts, but it hurts more to stay stuck in what could have been and never was. So when no one sees me, I allow myself to feel everything, then let it go, understanding that tears are not just weakness but also cleansing, and that there’s no doubt being alone is not emptiness, but space.

When no one sees me, I secretly prepare for when the universe needs me again.

And when the time comes to step back into the world, I put the blue away in a drawer. I don’t hide it, I don’t protect it—it’s just mine. And in that stolen intimacy is the only place where I can truly recognize myself and BE FREE.

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_{✨ 𝑻𝒉𝒂𝒏𝒌𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒊𝒏𝒈! ✨
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏’𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒎𝒆 𝒚𝒆𝒕—𝑰’𝒎 𝒂 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝒏𝒆𝒖𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓, 𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒂 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏, 𝒂𝒏𝒅 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒐’𝒔 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒔𝒑𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒐𝒂𝒓.
𝑨𝒍𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒓𝒊𝒈𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏-𝒎𝒂𝒅𝒆 (𝒏𝒐 𝑨𝑰).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒊𝒈𝒏𝒆𝒅 𝒃𝒚 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒕? 𝑼𝒑𝒗𝒐𝒕𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒎𝒆𝒏𝒕, 𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒐𝒇 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒗𝒊𝒕𝒚! 💙}