Extraños [Also in English]

XXXXXXXX (3).jpg
Extraños - Imagen editada usando CANVA

La soledad ha vuelto. Aunque, siendo honesto, creo que nunca se fue. Se disfraza pero siempre esta. Es extraño, o al menos eso nos han hecho creer: que uno debería sentirse bien entre los suyos, que la cercanía física debería bastar para anular la distancia interior. Sin embargo, muchas veces me siento más cómodo entre extraños. Más aceptado que entre aquellos que comparten conmigo un apellido o un recuerdo de infancia.

Pareciera que los verdaderos extraños no son los desconocidos, sino esos otros, los de sangre, con quienes nunca logré entonar la misma canción. Aquellos que, siendo ramas del mismo árbol, crecen en direcciones tan opuestas que casi nos desconocemos.

Quizás, después de todo, el extraño soy yo. Tal vez no he sabido entregar lo mejor de mí para tender puentes. Quizás me he quedado demasiado tiempo contemplando la corriente sin atreverme a cruzarla. Qué vaina más loca. Pero bueno, eso también nos lo han hecho creer: que todo debe encajar, que la familia debe sentirse como un abrazo eterno, cuando a veces apenas es un saludo de compromiso.

Hoy me siento como músico en una banda donde tocan afinados, menos yo. Como lunar en una piel pálida, justo en ese lugar que no se quiere. Tocamos juntos, pero no logro encontrar mi nota.

Y así, sin saber exactamente qué buscaba, me senté frente a una página en blanco. Abrí la puerta a las palabras, dejando que fueran ellas las que decidieran hacia dónde ir. Y con cada letra que brotaba, la soledad se fue haciendo más nítida. Me di cuenta, no con tristeza, que no estoy acompañado. Que tal vez nunca lo estuve. No es un peso insoportable. Es simplemente un hecho que contradice esa voz social que insiste en que deberíamos sentirnos completos sólo por estar rodeados.

Ahora, mientras las palabras siguen fluyendo, desconozco el destino. Tal vez a un desahogo, o, como tantas otras veces: a nada. Pero también eso está bien. No todo tiene que tener un gran desenlace. A veces escribir es simplemente existir.

Sigo con mi café, mientras la madrugada sigue oscura y mojada por la vaguada que anunciaron. Siempre he pensado que, si han de anunciar la tormenta, preferiría que fuera una figura bonita. Una voz que abrace la mente, que deje espacio para un suspiro.

Siempre he sido un enamorado de ellas que sin esfuerzo irradian ternura, que saben escuchar, que callan en los momentos precisos, que abrazan sin miedo. Me hace falta un abrazo. No uno cualquiera. El de ella. La que no volverá. Esa que parecía comprender mis silencios mejor que mis palabras.

Como sea, aquí sigo. Con esta soledad que nunca se va, que sólo cambia de ropa para sorprenderme en los momentos más insospechados. Y tal vez, sólo tal vez, sea gracias a ella que reflexiono, que entiendo que nada cambia si no soy yo quien mueve el primer eslabón.

Es curioso. Estoy rodeado de gente, y sin embargo me siento buscando siempre a los míos entre desconocidos. Entre esas almas que no me deben nada, pero donde a veces encuentro un destello de hogar. Como si el hogar no fuera un lugar, ni una familia, sino la vibración invisible entre dos soledades que se reconocen.

A veces, entre tantas caras, encuentro una mirada que no exige, que no juzga. Entonces, por un instante, la soledad da un paso atrás, como un viejo amigo que respeta mi espacio.

Sé que no soy el único que siente esto. Hay otros que caminan sonriendo, cargando desiertos. Otros que ríen en reuniones y lloran en sus habitaciones. Hay tantos mundos encerrados, tantas historias que no se cuentan.

Y así voy, aprendiendo que no siempre hay que encajar. Que está bien ser la nota disonante en la melodía. Que, en el fondo, la soledad no es enemiga si aprendes a mirarla de frente.

Escribo estas palabras como quien siembra semillas en tierra desconocida. No sé si crecerán, si alguien más las encontrará, si serán consuelo. Pero escribo igual. Porque en el fondo, escribir también es una forma de amar.

Sigo aquí. No perdido. Simplemente soy. Y eso, por hoy, está bien.

Todos los Derechos Reservados. © Copyright 2021-2025 Germán Andrade G.

Todas las imágenes fueron editadas usando CANVA Pro.

Es mi responsabilidad compartir con ustedes que, como hispanohablante, he tenido que recurrir al traductor Deepl para poder llevar mi contenido original en español al idioma inglés. También, hago constar que he utilizado la herramienta de revisión gramatical Grammarly.

Caracas, 26 de abril del 2025

English

STRANGERS

Loneliness has returned. Although, to be honest, I don’t think it ever really left. It disguises itself, but it’s always there. It’s strange—or at least that’s what we’ve been made to believe: that we should feel at ease among our own, that physical closeness should be enough to erase inner distance. Yet, many times, I feel more comfortable among strangers. More accepted than among those who share my last name or fragments of childhood memories.

It seems the real strangers aren’t the unknown faces but those of blood, the ones with whom I could never truly strike the same chord. Those who, though branches of the same tree, grew in such opposite directions that we can barely recognize one another.

Maybe, after all, the stranger is me. Perhaps I haven’t known how to give the best of myself to build bridges. Perhaps I’ve spent too long watching the river flow without ever daring to cross it. What a crazy thing. But then again, we’ve also been made to believe that everything must fit neatly, that family must feel like an eternal embrace, when sometimes it’s barely a polite handshake.

Today, I feel like a musician in a band that plays in tune, except for me. Like a mole on pale skin, placed exactly where no one wants it. We play together, but I can’t find my note.

And so, without knowing exactly what I was looking for, I sat in front of a blank page. I opened the door to the words, letting them decide where they wanted to go. And with each word that poured out, loneliness became clearer. I realized, not with sadness, that I’m not truly accompanied. Maybe I never have been. It’s not an unbearable weight. It’s simply a fact that defies the social voice insisting we should feel complete just by being surrounded.

Now, as the words continue to flow, I have no idea where this will end. Maybe it’s a release, or, like so many other times, maybe it’s nothing. And that’s fine too. Not everything needs to have a grand ending. Sometimes writing is simply existing.

I keep sipping my coffee as the early morning stays dark and wet, drenched by the storm the forecast had warned about. I’ve always thought that if they’re going to announce a storm, I’d rather it be by a beautiful face. A voice that hugs the mind and leaves room for a sigh.

I’ve always been in love with them—the ones who radiate tenderness effortlessly, who know how to listen, who stay silent at the right moments, who embrace without fear. I miss a hug. Not just any hug. Hers. The one who won’t return. The one who seemed to understand my silences better than my words.

Anyway, here I am. With this loneliness that never really leaves, that just changes clothes to surprise me at the most unexpected times. And maybe, just maybe, it’s thanks to her that I reflect, that I understand nothing changes unless I am the one who moves the first link.

It’s strange. I’m surrounded by people, yet I always find myself searching for my own among strangers. Among those souls who owe me nothing, but where sometimes I find a flicker of home. As if home isn’t a place, nor a family, but rather the invisible vibration between two solitudes that recognize each other.

Sometimes, among so many faces, I find a gaze that doesn’t demand, that doesn’t judge. And for a brief moment, loneliness steps back, like an old friend who respects my space.

I know I’m not the only one who feels this way. Others walk around smiling, carrying desserts inside them. Others who laugh at gatherings and cry alone in their rooms. So many worlds locked inside, so many untold stories.

And so I go on, learning that we don’t always have to fit in. It’s okay to be the dissonant note in the melody. That deep down, loneliness is not the enemy if you learn to look it in the eye.

I write these words as someone planting seeds in unknown soil. I don’t know if they’ll grow, if someone will find them, if they’ll bring comfort. But I write anyway. Because deep down, writing is also a form of love.

I’m still here. Not lost. Simply being. And for today, that is enough.

All rights reserved. © Copyright 2021-2025 Germán Andrade G.

All images were edited using CANVA Pro.

Caracas, April 26, 2025

It is my responsibility to share with you that, as a Spanish speaker, I have had to resort to the translator Deepl to translate my original Spanish content into English. I also state that I have used the grammar-checking tool Grammarly.

Stickers Varios.jpg



0
0
0.000
20 comments
avatar

Como al Siddhartha de Hermann Hesse, sentado a la orilla del río, a ti te imagino escuchando lo que te cuenta el rumor de la lluvia.
Aquí, a 6.000 kilómetros de distancia, también llovió anoche, y con la acostumbrada furia el viento azotaba las ventanas queriendo entrar y helar nuestros corazones.
Pero el sol salió en un cielo despejado y calentará al que se deje bañar por sus rayos.
Ojalá aparezca en tu horizonte con quien compartir cuando te hastíes de soledad.
Un abrazo.

0
0
0.000
avatar

A veces a la soledad hay que abrazarla, escucharla, meditar en ella, sonreírle y entonces, cuando estés listo, echar a andar a redescubrir nuevas realidades donde te sientas genuinamente bien contigo mismo.

0
0
0.000
avatar

Así es, estimado @roswelborges. Está como lo expuse: se esconde, se disfraza, pero siempre es compañera y, en muchas ocasiones, nos ayuda a reflexionar. En mi caso, y por mi condición, jamás me suelta, o tal vez yo no la suelte.

Agradecido por tu amable visita.

Saludos desde este lado del planeta.

0
0
0.000
avatar

Hola @germanandradeg. Bienvenida sea la soledad que nos enseña a llenarnos de nuestra propia compañía. Deseo que logres evolucionar con la soledad antes que quedar atrapado en el sentir que produce.

0
0
0.000
avatar

La soledad ha sido mi compañera a lo largo de mi vida 🌙; no es algo excepcional, somos inseparables. Es como alguien muy cercano con quien interactúas todo el tiempo, pero de quien a veces necesitas o deseas alejarte para tener tu propio espacio 🌱. No me quejo, solo hablo de ella y, cuando no la siento, la extraño 💭.

Mil gracias por tus palabras, estimada María (@contrerasmaria) 🙏.

Saludos desde este lado del planeta 🌍.

0
0
0.000
avatar
(Edited)

Creo que de cierta manera alguna vez debemos aprovechar la soledad para encontrarnos así mismo y es lo que percibo con tu escrito mi querido amigo @germanandradeg, con esas prosas que brotan de tu ser, recibe un gran abrazo!
!LADY
!PIZZA

0
0
0.000
avatar

Gracias, mi linda @cautiva-30. Tu visita siempre es reconfortante y me hace sonreír.
Recibe un cariñoso saludo desde este lado frío del planeta.

0
0
0.000
avatar
(Edited)

Encuentro maravilloso esos espacios reflexivos gracias a la soledad consciente, sin distracción, un momento tan intimo contigo, permitiendo ver lo que quieres, deseas y dejando hablar el sentir, nadando en lo profundo de tus aguas,. Llegara el momento de tomar aire y respirar conectándote desde el profundo amor que eres...

Recibe mi abrazo querido señor.

0
0
0.000
avatar

Asì es amigo @germanandradeg

A veces nos cuesta mucho compaginar con nuestra propia familia, como dices venimos de un mismo tronco y sus ramas se diversifican cada uno con sus intereses propios.

A veces estamos rodeados pero en nuestro interior algo falta.

Excelente manera de compartir tu soledad

Abrazos

0
0
0.000
avatar

Creo que me identifique con algunas palabras, la soledad a veces nos afecta, nos incomoda y molesta, pero hay que saber amarla y aceptarla, porque a final de cuentas sólo te tienes a ti mismo para seguir adelante en esta vida, y es cierto que uno a veces se siente más cómodo con extraños que con la propia familia, yo sé que soy una persona solitaria, sin hijos ni pareja, a veces me preguntó si hay algo mal en mí, pero solo Dios sabe el porque de las cosas, toca seguir adelante y buscar la forma de ser felices en este mundo solitario, te envío un abrazo, y no estás sólo, aquí estamos.

0
0
0.000
avatar

¡Hola Nohelys (@ikigaidesign)! 😊 Bienvenida a mi blog.

Por mi condición, soy un amante de la soledad, no me molesta, más bien creo que la amo. 🌙 Pero como todo en abundancia aburre, de vez en cuando no la soporto y le pido que me dé espacio.

Igual sucede con los cercanos a mí, llega un momento en que se transforman en una piedra en el zapato y es cuando busco a mi fiel compañera. 👣

Dicen que cuando estás en emergencia o en los momentos más oscuros es cuando te das cuenta de quiénes son los verdaderos amigos y me ha tocado descubrir que no son los familiares. 😔 ¿Triste? Tal vez. Pero como vengo de fábrica, ya curado contra eso, no me pega en gran medida.

En mi caso, me ha tocado vivir o luchar contra una sociedad que quiere imponerse, que no acepta a los que somos diferentes. Eso es una falta de respeto. 🚫 Pero ni modo, hay que seguir luchando. 💪

No creo que haya algo malo en ti por no tener hijos o una pareja actualmente. Los hijos al final se van para hacer sus vidas, eso es ley de vida. 🌱 Estoy convencido de que el amor no se busca como si vas al súper, él llega y se muestra de forma sencilla, sin mucho parapeto y ese es el bonito. ❤️ Ya llegará el que te corresponde. Pero ojo, cuando llegue, no le tengas miedo, porque a veces nos llega lo maravilloso y el miedo no nos ayuda. ✨

Tus últimas palabras me llegaron como brisa de mar: «... y no estás solo, aquí estamos». 🌊 Gracias por tu maravilloso comentario. 😊

Te saludo con mucho afecto desde este lado del planeta. Aquí estoy. 🌍🤗

0
0
0.000