The lie has short legs / La mentira tiene patas cortas (eng-esp)

Hello, Ladies!

For as long as I can remember, I've believed that the truth is the solid ground on which everything is built. Lying, on the other hand, is like building on quicksand; it can hold up for a while, even seem solid, but eventually everything collapses.

I can't stand lies.

It's not just a preference; it's a matter of principle and survival. I've been told too many of them throughout my life. Every time someone chooses to distort reality, they're not only altering the facts; they're breaking trust, which is the foundation of any human relationship.

Lies are a slow-acting poison. At first, it seems like an easy solution, a shortcut to avoid conflict or achieve something. But its toxic effect is unstoppable. One lie requires another to sustain itself, and then another, until it weaves a tangled and fragile web that sooner or later breaks.

I don't know how some people can handle the mental burden of remembering all the versions, of living with the constant fear of being discovered; it's a self-imposed prison. I've seen how dishonesty eats away at people's integrity, leaving only a shell of who they once were.

And in the end, always, always, the truth comes out.

It may not always be in the way one expects or in the timeframe one would like, but it emerges. It's like water; it always finds its way. A forgotten detail, a tiny contradiction, an email that wasn't deleted... reality has an unstoppable stubbornness.
A liar may be skillful and convincing, but the truth is stubborn and patient. Its revelation is often painful, an earthquake that shatters the fragile structure of deceit, leaving in its wake disbelief, pain, and a deep sense of betrayal.

That's why you can't trust liars.
Trust is like a glass; once it cracks, it's never the same. You can glue it back together, but the fractures will always be visible. A compulsive liar demonstrates that they value their immediate comfort or profit more than their relationship with you.

He prioritizes a distorted version of reality over your right to know and choose. How can you place faith in someone like that? How can you open up, be vulnerable, with someone who has proven they manipulate the truth at will?

In the end, choosing the truth, no matter how harsh it may be, is choosing freedom.

I always live with my head held high, without fear. I build solid relationships, where "yes" means yes, and "no" means no. A lie, on the other hand, is a chain that binds us to fear and condemns us to loneliness. I choose the truth. It is the only way to live at peace with myself and with others.

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Versión en español

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Hola, chicas!

Desde que tengo uso de razón, he creído que la verdad es el suelo firme sobre el que se construye todo. La mentira, en cambio, es como construir sobre arena movediza; puede sostenerse un tiempo, incluso parecer sólida, pero eventualmente todo se hunde.
No soporto la mentira.
No es solo una preferencia, es una cuestión de principios y supervivencia. Ya me han dicho demasiadas a lo largo de la vida. Cada vez que alguien elige falsear la realidad, no solo está alterando los hechos, está quebrando la confianza, que es el cimiento de cualquier relación humana.

La mentira es un veneno de efecto lento. Al principio, parece una solución fácil, un atajo para evitar un conflicto o conseguir algo. Pero su efecto tóxico es imparable. Una mentira requiere otra para sostenerse, y luego otra, hasta tejer una red enredada y frágil que tarde o temprano se rompe.
No sé cómo hay gente que puede con la carga mental de recordar todas las versiones, de vivir con el miedo constante a ser descubierto, es una prisión autoimpuesta. He visto cómo la deshonestidad carcome la integridad de las personas hasta dejar solo una cáscara de lo que fueron.

Y al final, siempre, siempre, la verdad sale a la luz.
Quizás no sea siempre de la manera que uno espera o en el tiempo que desearíamos, pero emerge. Es como el agua, siempre encuentra su cauce. Un detalle olvidado, una contradicción mínima, un correo electrónico que no se borró… la realidad tiene una tozudez imparable.
El mentiroso puede ser habilidoso y convincente, pero la verdad es testaruda y paciente. Su revelación suele ser dolorosa, un terremoto que arrasa con la frágil estructura de engaños, dejando a su paso incredulidad, dolor y una sensación de traición profunda.

Por eso, no se puede confiar en las personas mentirosas.
La confianza es un vaso de cristal; una vez se agrieta, nunca vuelve a ser el mismo. Puedes pegarlo, pero las fracturas siempre serán visibles. Un mentiroso compulsivo demuestra que valora más su comodidad inmediata o su beneficio que la relación contigo.

Prioriza la versión distorsionada de la realidad sobre tu derecho a saber y a elegir. ¿Cómo se puede depositar fe en alguien así? ¿Cómo puedes abrirte, ser vulnerable, con alguien que ha demostrado que manipula la verdad a su antojo?

Al final, elegir la verdad, por dura que sea, es elegir la libertad.
Vivo siempre con la frente alta, sin miedo. Construyo relaciones sólidas, donde el "sí" es sí, y el "no" es no. La mentira, en cambio, es una cadena que nos ata al miedo y nos condena a la soledad. Yo elijo la verdad. Es la única forma de vivir en paz conmigo mismo y con los demás.