En una oportunidad, hablé que mis amistades en su mayoría son personas mayores; hoy, soy muy amiga de mis padres, me encanta visitar a mis tios de 70 años, comparto con sus amistades de la tercera edad y hasta mis amigas de redes sociales ¡Son personas mayores!

Creo que esto va sustentado en que me encanta rodearme de su vitalidad, forma de ver la vida, capacidad de adaptación y porque ya no estan cuidando apariencias ni pensando en el mañan sino viviendo el hoy. Igualmente, es admirable ver como se acomodan a los nuevos tiempos y tecnologías😊.

La mayoría de estas personas mayores que son mis amigas, han emigrado y no porque han querido sino porque sus hijos o familiares se los han llevado, haciendo más díficil la comunicación o contacto directo, pero gracias a la tecnología y su destreza, nos hemos podido mantener en constante contacto.

Por eso, cuando mi amiga Gloria vino de visita en estos días a mi ciudad, a pesar de su "apretada agenda" (como yo le digo), hicimos todo el esfuerzo para encontrarnos y compartir un rato para ponernos al tanto de las cosas que pasan en nuestras vidas.

Nuestra amistad inició hace más de 20 años. Todavía yo era menor cuando la visitaba, tomábamos algo (como un té, no sean mal pensados je,je) y podía pasar ¡horas! escuchando sus cuentos de juventud, donde nos reíamos demás por todo lo vivido y las cosas que habían pasado.

Obviamente, también recuerdo momentos de sabiduría y madurez en aconsejarme de "no vivir las mismas historias de ella" y las cosas que ella quisiera cambiar, si pudiese.

Su visita es una de esas que llenan mi alma. Es como si el tiempo no pasara y cada vez que viene, nos reunimos a comer (ya que cocina muy rico), ahora si nos podemos tomar algo mas picantoso🍻 y podemos seguir hablando tendido de viejos cuentos y de cuentos nuevos.

En esta oportunidad, nos reunimos una tarde virtualmente (porque su manejo de las redes sociales es más avanzado que el mío), y luego nos vimos personalmente. Por supuesto, el abrazo y la bendición de una madre nunca falla y de allí, comenzamos a hablar, compartir cosas, vivencias, experiencias, quejas ¡Muchas quejas! de todo lo que esta mal y bueno, así se nos fue el tiempo.

Me preparó una deliciosa bebida achocolatada caliente y unos panes que estabn divinos. Por mi parte, le llevé unos huevos de codorniz que agradeció porque tenía tiempo sin consumirlos. A veces pensamo ¿qué regalar a la gente que lo tiene todo? pero con algo de ingenio, podemos lograr sacar una sonrisa.

Ella es una mujer adaptada al tiempo que vivimos, muy coqueta, super tecnológica, pero sin perder ese toque maternal y de cuidadora de hogar que la caracteriza; a mi Gloria le gusta tener todo en orden, controlar todo, caminar la icudad buscando ofertas o saludando a la gente, organizando una y otra vez el hogar, usando trucos aprendidos para mantener la casa impecable y bueno, de todo eso siempre se hace un tema de conversación.

Mientras hablábamos, hubo 4 bajones de electricidad y ella que por esa boca es una bendición (🤐) lo que pude hacer fue reirme porque no pierde ese toque de locura y quejas que nos acompaña siempre el ser venezolanas😊.

Al final nos despedimos, siempre con muchos más temas que hablar, con esos planes que no sé si se darán y con un abrazo para sellar el compartir que tuvimos por una noche.

No necesitamos de mucho, solo estar las dos y la disposición de ponernos al día en nuestros asuntos.

I once said that my friendships are mostly older people; today, I am very good friends with my parents, I love to visit my 70 year old aunts and uncles, I share with their senior friends and even my social network friends are older people!

I think this is because I love to surround myself with their vitality, way of looking at life, adaptability and because they are no longer taking care of appearances or thinking about tomorrow but living today. Likewise, it is admirable to see how they adapt to new times and technologies😊.

Most of these older people who are my friends, have emigrated and not because they wanted to but because their children or relatives have taken them away, making communication or direct contact more difficult, but thanks to technology and its dexterity, we have been able to keep in constant contact.

That's why, when my friend Gloria came to visit my city these days, despite her “busy schedule” (as I call her), we made every effort to meet and share some time to catch up on the things going on in our lives.

Our friendship started more than 20 years ago. I was still a minor when I would visit her, we would have a drink (like tea, don't be silly he,he) and I could spend hours! listening to her stories of her youth, where we would laugh a lot because of all the things that she had lived and the things that had happened.

Obviously, I also remember moments of wisdom and maturity in advising me “not to live the same stories as her” and the things she wanted to change, if she could.

Her visit is one of those that fills my soul. It is as if time does not pass and every time she comes, we get together to eat (since she cooks very well), now if we can have something spicier🍻 and we can continue talking about old stories and new ones.

In this opportunity, we met one afternoon virtually (because his handling of social networks is more advanced than mine), and then we saw each other in person. Of course, the hug and blessing of a mother never fails and from there, we began to talk, share things, experiences, experiences, complaints, lots of complaints! of everything that is wrong and well, that's how the time went.

She made me a delicious hot chocolate drink and some delicious bread. For my part, I brought her some quail eggs which she appreciated because she hadn't eaten them for a long time. Sometimes we think, what to give to people who have everything, but with a little ingenuity, we can bring a smile to their faces.

She is a woman adapted to the times we live in, very flirtatious, super technological, but without losing that maternal and homemaker touch that characterizes her; my Gloria likes to have everything in order, to control everything, to walk around the city looking for offers or greeting people, organizing again and again the home, using learned tricks to keep the house impeccable and well, all of that always makes a topic of conversation.

While we were talking, there were 4 power outages and she who by that mouth is a blessing (🤐) what I could do was laugh because she does not lose that touch of madness and complaints that always accompanies us being Venezuelan😊.

At the end we said goodbye, always with many more topics to talk about, with those plans that I don't know if they will happen and with a hug to seal the sharing we had for one night.

We didn't need much, just the two of us and the willingness to catch up on our business.