Between devilry and sanctity | Entre diabluras y santidades
I learned about Daniel Santos when I moved to live in Catia and found out there was a brothel there called La Casa de la Gata. When I was told that he had lived there for a while during a season when he came to work in Caracas, I didn’t know who they were talking about. However, when they told me he was the one who sang “Yo no he visto a Linda”, “Perdón”, or “Virgen de Medianoche”, I immediately knew he was one of the greatest figures of singing in Spanish-speaking lands.
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This Puerto Rican had broken all imaginable paradigms and had won the hearts of an entire continent, despite having thousands of stories that he himself thought, when brought to public light, would mean the end of his career. However, he personally took it upon himself to tell all these tales to the Venezuelan journalist and his friend, Héctor Mujica, and what he achieved was to become an even greater legend.
The title by which he is still known today is "El Inquieto Anacobero". The term Anacobero comes from the Ñáñigo, which is related to the Abakuá societies—religious groups in Cuba of clear African lineage—and it means “Little Devil.”
Daniel Santos sang a song with this name, and according to Héctor Mujica’s book El Inquieto Anacobero: Confesiones de Daniel Santos a Héctor Mujica, a well-known announcer of that era, who always introduced him with that song, made a mistake one day. Instead of saying: “With you, Daniel Santos and El Anacobero”, he said: “With you, El Anacobero Daniel Santos.” That was enough for him to be stuck with that nickname from then on. The word "inquieto" (restless) was added later, due to his somewhat chaotic lifestyle.
His fame as a womanizer, drinker, and troublemaker marked him until the end of his days. But, on the other hand, he always showed a spirit of social struggle and alignment with the desires for freedom, opposition to war, and many of his songs reflect this, such as “Liberación” or the songs dedicated to Puerto Rico’s independence, like “Mi Patria es mi Vida.”
The label of being a communist came from his closeness to Fidel Castro and the Cuban Revolution. He is the author of one of the songs with which Fidel began transmissions on Radio Rebelde: the song “Sierra Maestra.”
Additionally, Daniel Santos always had a strong religious devotion, which is also documented in his discography. In this regard, the most curious case is one that has come to light at this moment, thanks to the designation of Dr. José Gregorio Hernández (a Venezuelan doctor, 1864-1919) as a saint by the Pope on February 25 of this year.
Daniel Santos wrote a song dedicated to José Gregorio in 1959, where he referred to him as a saint. The canonization of José Gregorio had been a long-standing desire of Venezuela’s religious population since the doctor’s death. However, it has only just been realized now. The song was titled “Santo José Gregorio” and was recorded with the accompaniment of Sonora Caracas, a very popular orchestra with whom he performed on many occasions.
But because the doctor had not yet been canonized, the Church deemed the song “inappropriate” and prohibited its broadcast on the radio.
Sixty-six years later, justice has been done to the song, and now it is acceptable to sing to Saint José Gregorio. It’s a shame that Daniel Santos didn’t live to see this day, as he left us in 1992.
Entre diabluras y santidades
Yo supe de Daniel Santos cuando llegué a vivir a Catia y supe que allí había un burdel, llamado La Casa de la Gata. Cuando me dijeron que allí había vivido él durante una temporada que vino a trabajar a Caracas, yo no sabía de quién se trataba. Sin embargo, al decirme que era el que cantaba “Yo no he visto a Linda”, “Perdón” o “Virgen de Medianoche”, ya sabía que se trataba de una de las máximas figuras del canto en tierras de habla hispana.
Este puertorriqueño había roto todos los paradigmas imaginables y se había ganado el corazón de todo un continente, a pesar de tener miles de historias, que él mismo pensó que cuando salieran a la luz pública, iban a significar el final de su carrera. Sin embargo, él mismo se dio a la tarea de contarle al periodista venezolano y amigo suyo, Héctor Mujica, todos esos cuentos y lo que logró fue convertirse en un mito aún mayor.
El título con el que se le conoce aún hoy en día es El Inquieto Anacobero. El término de Anacobero, viene del Ñáñigo, que tiene que ver con las sociedades Abakuá, grupos religiosos en Cuba, de clara ascendencia africana, y significa Diablillo.
Daniel Santos cantaba una canción con ese nombre y según cuenta en el libro de Héctor Mujica, El Inquieto Anacobero: Confesiones de Daniel Santos a Héctor Mujica, un conocido locutor de aquella época, que siempre lo anunciaba con esa canción, se equivocó un día y en lugar de decir: “Con ustedes Daniel Santos y El Anacobero”, dijo “Con ustedes el Anacobero Daniel Santos”. Y eso bastó para quedarse con ese mote de ahí en adelante. Lo de “inquieto” le fue agregado después, por su vida una tanto desordenada.
La fama de mujeriego, bebedor y peleón, lo marcaron hasta el final de sus días. Pero, por otra parte, siempre mostró un espíritu de luchador social y de alineación con los anhelos de libertad, en contra de la guerra, y muchas de sus canciones dan fe de ello, tales como “Liberación” o las canciones dedicadas a la independencia de Puerto Rico, como “Mi Patria es mi Vida”.
La etiqueta de comunista le vino por su cercanía con Fidel Castro y la Revolución Cubana. Es él el autor de una de las canciones con las que empezaba Fidel las transmisiones de Radio Rebelde, la canción “Sierra Maestra”.
Pero adicionalmente, Daniel Santos siempre tuvo una fuerte devoción religiosa, la cual también está registrada en su discografía. En ese sentido, el caso más curioso es uno que se ha puesto sobre el tapete en este momento, gracias a la designación del Dr. José Gregorio Hernández (médico venezolano, 1864-1919), como santo, por parte del Papa, el 25 de febrero de este año.
Daniel Santos le escribió una canción a Jose Gregorio en el año 1959, donde se refiere a él como santo. La canonización de José Gregorio fue un anhelo de la población religiosa venezolana, casi desde el momento de la muerte del doctor. Pero esta se vino a realizar, fue ahora. La canción llevaba por título “Santo José Gregorio” y la grabó con el acompañamiento de la Sonora Caracas, una orquesta muy popular, con quien cantó en muchas ocasiones.
Pero por el hecho de no estar canonizado el doctor, la Iglesia consideró la canción algo “incorrecto” y se prohibió la radiodifusión de la misma.
66 años más tarde se le hace justicia a la canción y ahora sí está bien visto cantarle al Santo José Gregorio. Lástima que Daniel Santo no llegó a ver ese día, pues él se despidió de nosotros en 1992.
El Inquieto Anacobero, un excelente bolero de mi época, con Daniel Santos. Son muy gratos recuerdos estimado @ylich
https://inleo.io/threads/view/omarrojas/re-leothreads-238z8luzt?referral=omarrojas
Me hicistes recordar a mis padres cocinando y cantando. Daniel Santos, javier Solis eran sus preferidos. Y papi para hacer reir a mamà le cantaba :"yo no he visto a linda" jajaja
Sakudos @ylich
Wow, he quedado con la piel de gallina, que cosa más linda, gracias por acercarnos a la historia de este hombre. Muchas gracias