Está bien mostrar que no estamos bien

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Es bastante común compartir nuestras alegrías en las redes sociales o en los estados de WhatsApp, de hecho, nos vemos en la necesidad de hacerlo. Sea por la dopamina que nos genera el compartir un logro o nuestra felicidad, muchas veces queremos anunciar lo positivo a todo el que quiera ver, sea conocido o no. Sin embargo, cundo las circunstancias no son tan favorables nos da vergüenza hablar del tema o se menciona someramente.
Es comprensible que las noticias negativas de nuestras vidas privadas tratemos de mantenerlas fuera del escarnio público, pero, ¿por qué si alguien decide hablar lo vemos incorrecto?
Está bien monetizar las imágenes y videos de los viajes y fiestas, las demostraciones de amor y los logros conseguidos y lo celebramos. Pero si alguien habla de su separación de pareja, de la traición, de su depresión, de su fracaso profesional se le acusa de dar lástima y se le recrimina su actitud. ¿Acaso no forman estas cosas parte de la vida? ¿Por qué no tomamos la experiencia de estas personas para mejorar nosotros mismos?
Todos los procesos de duelo no son iguales, hay personas que los pueden llevar en silencio y otras necesitan verbalizarlo para procesarlo (aunque se vuelvan repetitivas). En lo emocional no se trata de quién siente más o quién siente menos, se trata de tener empatía, de no juzgar el dolor ajeno y sobre todo fijarnos más en las acciones que en las palabras de quienes dicen preocuparse por nosotros.
Una pérdida o un fracaso duelen y, aunque la circunstancia sea similar, cada persona tiene una historia de vida diferente y por lo tanto esa situación golpea de manera distinta en cada individuo. Muy pocos se abren a expresar el dolor que están sintiendo, por lo que si te encuentras con alguien dispuesto a contar su experiencia escucha atentamente, no es necesario dar ningún consejo, la mayoría de las veces solo necesitan desahogarse.
Si tú que me estás leyendo atraviesas una etapa de depresión o dolor emocional, he aquí mi mensaje (un mensaje para mí mismo por demás):
“No hay camino fácil a través del duelo. Sí que duele, pero se puede seguir caminando, se puede seguir de pie. Y seguirá doliendo, pero si te decides procesar este dolor de manera consciente cada día dolerá un poco menos. A veces tenemos quien nos ayude y otras solo nos tenemos a nosotros mismos. Nunca dudes de que vale la pena vivir.”


Foto tomada por mí en la obra de teatro Cuando el mundo entero dormía de la compañía de teatro Inmanencia (Entre Ríos, Argentina) durante el Festival de Teatro Alternativo “Desconectados a 969” en la ciudad de Santiago de Cuba.

Posted Using InLeo Alpha



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