¡A acampar!, realmente estoy muy emocionada, mi mamá le propuso que este fin de semana fuésemos a tomar un momento mi papa, mi hermano y mi persona a disfrutar de la naturaleza, pues ella no podría por cuidar a la abuela. A pesar de que ella fue la que dio la idea, estaba un poco preocupada de dejarnos solo con mi papá, pero no dejó que esto no fuese posible y eso me emociona, porque el acampar suena divertido.

Llegando al lugar, mi papá nos dice que esperara un rato sentada, mientras mi hermano y él monta la tienda de campaña, aprovechando que estaba unas ramas cercas, las junté todo para la fogata. Sin embargo, el tiempo pasaba y ninguno de los dos lograban montar la tienda, fueron dos horas y nada, mi hermano estaba ya aburrido y le pidió regresar, pero mi papá se negaba, quería disfrutar de un buen rato con nosotros y alejarse de la tecnología.

Me estaba agotando hasta que, por fin, luego de 4 horas logro armarla y le quedó muy bien, empezamos entonces, a arreglar las cosas y nos dimos cuenta de algo, no habíamos empacado la comida; eso puso muy triste a mi papá, cuando por fin tocaba el momento de disfrutar, pasaba esto. En eso, llega una moto, era un repartidor y traía toda la comida que habíamos dejado con una nota de mi mamá que decía:

“Eres el mejor padre, no dejes que nada te detenga de ser feliz con los niños”.

Aunque mi mamá nos salvó esta vez, realmente admiro la determinación de mi papá por vernos feliz y tomar un tiempo con nosotros.