MOVIE REVIEW: “Straw” (2025)

Synopsis: A single mother (black and poor) is experiencing the worst of her life so far, and must deal with the consequences of her unexpected actions in the face of scenarios she had never imagined before. How much longer will she be able to endure?

The real-life script definitely does not allow for rehearsals, but trying to encapsulate some of the ups and downs of the real life of a human being who has been severely punished by different circumstances (in very challenging spheres) is something that can certainly be worked on in movie scripts, especially those that have a very clear proposal, as is the case of this powerful drama that makes explicit a terrifying situation: the consequences of mental (or physical) exhaustion experienced by people in the 21st century as the main fuel for the development of different psychotic outbreaks with immeasurable consequences (on any scale). A very moving and potentially real drama.

Everything revolves around what happens in the life of Janiyah Wiltkinson, a poor black woman who is a single mother of a girl. Living in a relatively precarious environment, and located in a suburb of a city where there are few prospects for better opportunities to advance socially, personally or professionally, she earns her living working as a supermarket cashier, but after a series of very bad events in the same day, everything ends up turning upside down when she loses her temper and commits a very desperate, thoughtless act. From then on, the script is completely focused on the consequences of this act, and how all the characters will react to it.

Using the figure of the poor black woman, the script is very clear in its attempt to point the finger at an oppressive system (whether due to a traditional professional hierarchy or even social machismo), and which does not think twice (using any type of situation as a “trigger” that justifies any punitive act) in making the lives of the less favored society a real hell. In this case, the police force used in the wrong way becomes the trigger for an extremely complicated day, which results in a sequence of very exhausting problems. For the most part, the movie seems like a “ticking time bomb”, full of huge doses of emotions.

One of the things that this script manages to do (very well) throughout the movie is to build a very “tangible” climate of tension. Even though some of the plot’s conveniences are a bit “exaggerated”, they needed to exist to justify the protagonist’s actions. Therefore, it is necessary to understand that some of these “flaws” were necessary to make the movie work in a functional way. In this way, understanding that the essence of the movie is much better than the packaging that wraps it, the plot works very well and even manages to insert an intelligent “plot twist”, mainly because it was essential to justify the conclusion of an emotional (and brutal) third act.

Although some moments seem a bit “out of tune” with the reality off screen, if you buy into the idea of the movie, it is impossible not to be moved by everything that is being built as the script unfolds. The narrative resources were used very favorably, even though there are sentimental outbursts that cannot be seen as very convincing (selling a false image of a tiresome or very exaggerated speech) and eventually weaken the rhythm of the plot. In fact, this sometimes sounds true, but looking at the movie as something much more extensive and substantial, all the eventual “flaws” can be “converted” into aggregating elements.

In the cast, the big name that deserves a more than obvious highlight (because her performance is truly moving in every aspect) is Taraji P. Henson, playing a woman with a strong and determined personality, but who seems to have been “broken” by the traditional oppressive system of the poorest, black class. Two other names that deserve at least an honorable mention are Teyana Taylor (playing a police detective who ends up being a key player in the execution of the entire plot) and Sherri Shepherd (playing a very friendly bank manager).

The same can’t be said about the supporting cast, which oscillates between average and bad performances, with stories of less impact and that end up not connecting much with the main story. In any case, in some more specific scenes, they all end up being properly used. In the midst of the chaos, these characters talk to each other, but do not develop a strong enough bond to be seen as more important characters. However, the script still manages to be efficient even without deepening the presence of the cast with less prominence.

Written and directed by Tyler Perry (who does a very interesting double job here... although a little weakened by an excess of dramatic clichés that may bother some people), Straw brings a vehement approach to some very necessary subjects, which need to be widely discussed (now more than ever) within a plural society, which is increasingly dependent. Technically, it is a low-budget production, but at no point does this undermine the positive impact of the project, which should be seen (and felt) with empathy.

Sinopsis: Una madre soltera (negra y pobre) vive lo peor de su vida y debe lidiar con las consecuencias de sus acciones inesperadas ante escenarios que jamás imaginó. ¿Cuánto tiempo más podrá soportar?

El guion de la vida real no permite ensayos, pero intentar plasmar algunos de los altibajos de la vida real de un ser humano severamente castigado por diversas circunstancias (en ámbitos muy complejos) es algo que sin duda puede trabajarse en guiones cinematográficos, especialmente aquellos con una propuesta muy clara, como es el caso de este poderoso drama que explicita una situación aterradora: las consecuencias del agotamiento mental (o físico) que experimentan las personas en el siglo XXI como principal causante del desarrollo de diversos brotes psicóticos con consecuencias inconmensurables (a cualquier escala). Un drama muy conmovedor y potencialmente real.

Todo gira en torno a lo que sucede en la vida de Janiyah Wiltkinson, una mujer negra pobre, madre soltera de una niña. Viviendo en un entorno relativamente precario, y ubicada en un suburbio de una ciudad con pocas perspectivas de mejores oportunidades para progresar social, personal o profesionalmente, se gana la vida trabajando como cajera en un supermercado. Sin embargo, tras una serie de eventos muy desagradables en un mismo día, todo termina dando un vuelco cuando pierde los estribos y comete un acto desesperado e irreflexivo. A partir de entonces, el guion se centra por completo en las consecuencias de este acto y en cómo reaccionarán todos los personajes.

Utilizando la figura de la mujer negra pobre, el guion es muy claro en su intento de señalar a un sistema opresor (ya sea por una jerarquía profesional tradicional o incluso por el machismo social), que no duda (utilizando cualquier tipo de situación como "detonante" que justifique cualquier acto punitivo) en convertir la vida de la sociedad menos favorecida en un verdadero infierno. En este caso, la fuerza policial empleada de forma incorrecta se convierte en el detonante de un día extremadamente complicado, que resulta en una serie de problemas muy agotadores. En general, la película parece una bomba de relojería, llena de enormes dosis de emociones.

Una de las cosas que este guion logra (muy bien) a lo largo de la película es crear un clima de tensión muy tangible. Si bien algunas de las conveniencias de la trama son un poco exageradas, eran necesarias para justificar las acciones del protagonista. Por lo tanto, es necesario comprender que algunas de estas fallas eran necesarias para que la película funcionara de manera funcional. De esta manera, entendiendo que la esencia de la película es mucho mejor que el envoltorio que la envuelve, la trama funciona muy bien e incluso logra insertar un giro argumental inteligente, principalmente porque era esencial para justificar la conclusión de un tercer acto emotivo (y brutal).

Aunque algunos momentos parecen un poco desentonados con la realidad fuera de la pantalla, si uno se aferra a la idea de la película, es imposible no conmoverse con todo lo que se construye a medida que se desarrolla el guion. Los recursos narrativos se utilizaron de forma muy favorable, aunque hay arrebatos sentimentales que no resultan muy convincentes (dando la falsa imagen de un discurso tedioso o muy exagerado) y que acaban debilitando el ritmo de la trama. De hecho, a veces parece cierto, pero al considerar la película como algo mucho más extenso y sustancial, todos los posibles defectos pueden convertirse en elementos agregados.

En el reparto, la figura que merece un destaque más que obvio (porque su actuación es realmente conmovedora en todos los aspectos) es Taraji P. Henson, quien interpreta a una mujer con una personalidad fuerte y decidida, pero que parece haber sido "rota" por el sistema opresivo tradicional de la clase negra más pobre. Otros dos nombres que merecen al menos una mención honorífica son Teyana Taylor (interpretando a una detective de policía que termina siendo clave en la ejecución de toda la trama) y Sherri Shepherd (interpretando a una gerente de banco muy amigable).

No se puede decir lo mismo del reparto secundario, que oscila entre actuaciones regulares y malas, con historias de menor impacto que terminan sin conectar mucho con la historia principal. De todas formas, en algunas escenas más específicas, todos ellos terminan siendo utilizados adecuadamente. En medio del caos, estos personajes hablan entre sí, pero no desarrollan un vínculo lo suficientemente fuerte como para ser vistos como personajes más importantes. Sin embargo, el guion logra ser eficiente incluso sin profundizar la presencia del reparto con menos protagonismo.

Escrita y dirigida por Tyler Perry (quien realiza una doble labor muy interesante, aunque un poco debilitada por un exceso de clichés dramáticos que pueden resultar molestos para algunos), Harta ofrece un enfoque vehemente sobre temas muy necesarios, que requieren un amplio debate (ahora más que nunca) en una sociedad pluralista y cada vez más dependiente. Técnicamente, es una producción de bajo presupuesto, pero esto no socava en ningún momento el impacto positivo del proyecto, que debe verse (y sentirse) con empatía.

Sinopse: Uma mãe solteira (negra e pobre) vive o pior de sua vida até então, e precisa lidar com as consequências dos seus inesperados atos diante de cenários antes nunca imaginados por ela. Até onde será que ela conseguirá aguentar?

O roteiro da vida real definitivamente não permite ensaios, mas tentar envelopar alguns dos altos e baixos da vida real de um ser humano muito castigado por diferentes circunstâncias (em esferas bem desafiadoras) é algo que certamente pode ser trabalhado dentro dos roteiros cinematográficos, principalmente aqueles que tem uma proposta muito clara, como é o caso deste poderoso drama que explicita uma situação aterradora: as consequências do esgotamento mental (ou físico) vivenciado pelas pessoas no século XXI como principal combustível para o favorecimento de diferentes surtos psicóticos com consequências imensuráveis (em qualquer escala). Um drama muito comovente, e potencialmente real.

Tudo gira em torno do que acontece na vida de Janiyah Wiltkinson, uma mulher negra e pobre, que é mãe solo de uma garota. Vivendo num ambiente relativamente precário, e localizado num subúrbio de uma cidade onde não há muitas perspectivas de melhores oportunidades de ascender socialmente, pessoalmente ou profissionalmente, ela ganha sua vida trabalhando como caixa de supermercado, mas após uma sucessão de acontecimentos muito ruins em um mesmo dia, tudo acaba virando de ponta à cabeça quando ela perde à cabeça e comete um ato impensado muito desesperador. A partir daí, o roteiro é focado totalmente nas consequências desse ato, e como todos os personagens irão reagir a ele.

Usando a figura da mulher negra e pobre, o roteiro é muito claro na sua tentativa de apontar o dedo para um sistema opressor (seja por uma tradicional hierarquia profissional ou até mesmo pelo machismo social), e que não pensa duas vezes (usando qualquer tipo de situação como um “gatilho” que justifique qualquer ato punitivo) em tornar à vida da sociedade menos favorecida em um verdadeiro inferno. Neste caso, a força policial usada de maneira errada se torna então o estopim para um dia extremamente complicado, que traz como resultado uma sequência de problemas muito desgastantes. Na maior parte do tempo, o filme parece uma “bomba-relógio”, repleto de doses cavalares de emoções.

Uma das coisas que esse roteiro consegue fazer (muito bem) ao longo de todo o filme, é construir um clima de tensão muito “tangível”. Ainda que algumas das conveniências da trama sejam um pouco “exageradas”, elas precisaram existir para justificar os atos cometidos pela protagonista. Sendo assim, é preciso entender que algumas dessas “falhas” foram necessárias para fazer o filme trabalhar de uma maneira funcional. Dessa maneira, entendendo que a essência do filme é muito melhor do que à embalagem que o empacota, a trama funciona muito bem e ainda consegue inserir um “plot twist” inteligente, principalmente porque foi essencial para justificar à conclusão de um terceiro ato emotivo (e brutal).

Embora alguns momentos pareçam um pouco “destoantes” da realidade fora da tela, se você comprar a ideia do filme, é impossível não se emocionar com tudo o que está sendo construído à medida em que o roteiro vai acontecendo. Os recursos narrativos foram utilizados de maneira muito favorável, ainda que hajam explosões sentimentalistas que não podem ser vistas como muito convincente (vendendo uma falsa imagem de um discurso cansativo ou muito exagerado) e eventualmente enfraquecerem o ritmo da trama. De fato, isso às vezes soa como verdade, mas olhando o filme como algo bem mais extenso e substancial, todas as eventuais “falhas” podem ser “convertidas” em elementos agregadores.

No elenco, o grande nome que merece um destaque mais do que óbvio (porque a interpretação é mesmo comovente em todos os aspectos) se resume a Taraji P. Henson, interpretando uma mulher de personalidade forte e determinada, mas que parece ter sido “quebrada” pelo tradicional sistema opressor da classe mais pobre, e negra. Outros dois nomes que merece ao menos uma menção honrosa são Teyana Taylor (interpretando uma detetive de polícia que acaba sendo uma peça-chave na execução de toda à trama) e Sherri Shepherd (interpretando uma gerente de banco bem amigável).

O mesmo não pode ser dito sobre o elenco de apoio, que oscila entre performances medianas e ruins, com estórias de menor impacto e que acabam não se conectando muito com a estória principal. De qualquer maneira, em alguma cena mais específica, todos eles acabam sendo devidamente aproveitados. No meio do caos, esses personagens conversam entre si, mas não desenvolvem um elo suficiente forte para serem vistos como personagens mais importantes. Porém, o roteiro ainda consegue ser eficiente mesmo não aprofundando tanto a presença do elenco com um destaque menor.

Escrito e dirigido por Tyler Perry (que aqui, faz um trabalho duplo muito interessante... embora um pouco enfraquecido por um excesso de clichês dramáticos que podem incomodar algumas pessoas), Até a Última Gota traz uma abordagem veemente sobre alguns assuntos bastante necessários, e que precisam ser amplamente discutidos (agora mais do que nunca) dentro de uma sociedade plural, que é cada vez mais dependente. Tecnicamente, é uma produção de orçamento baixo, mas em nenhum momento isso mina o impacto positivo do projeto, que deve ser visto (e sentido) com empatia.