MOVIE REVIEW: “Companion” (2025)

Synopsis: A meeting between friends in a country house far from the city doesn't go exactly as planned, and after an unexpected murder occurs, they are all in danger because someone is not exactly who they say they are.

Considering all the movie genres, I believe that one of the ones that can most easily adapt to the new things that are presented to society (in general) is horror. Precisely, in the current days, one of these themes that is very broad, and that has already been heavily explored, is the use of artificial intelligence. In this film, the main idea even manages to have a really interesting foundation, but unfortunately, this script loses its own relevance as it tries to be constructed throughout its somewhat chaotic projection.

In the plot, we have a group of friends who decide to have a seemingly casual get-together in a country house far from the city. However, when there is a murder, things start to get out of control and a somewhat confusing spectrum of horror is presented. It doesn't take long for the audience to understand what is actually happening, but at first, the idea is too stupid to be considered a serious argument. Ironically, the script manages to work on this absurd perspective, to the point where it becomes a relevant option.

Within this dome that mixes horror and suspense, with the main threat being an artificial intelligence that flirts with the idea of bringing human emotions to machines (even though these machines are logically controlled by human beings... this argument being a good manipulation of the script to create a wave of irony within its narrative subtext), the movie brings something somewhat "challenging" to deliver something surprising to the audience, but after a promising beginning, the development of the idea sounds like a derailed train, and can no longer be controlled.

Whether it's because of its narrative argument lost amidst so many possibilities (and here it's worth mentioning that it's not just about using artificial intelligence as the basis for all the problems presented in the plot, but also about how to use human emotions to personify these variations in personal relationships... even though they're not considered "atypical" interactions because they don't have the same social nature) or because of its reasonable characters (and some of them quite disposable), the script becomes hostage to a good idea that was wasted by its bad decisions.

Although the development of the script manages to be quite curious due to its contextualized approach to such a controversial topic, the promise of something more complex is never fulfilled, because the script opts for the superficiality of what it really could have been and only orbits around its potential. The cast isn't the best (but I'd say that the duo Sophie Thatcher and Jack Quaid did the best they could with their conflicting but complementary characters) and, in general, the performances alternate between bad and average in a scenario where no one stands out.

The plot's plasticity is not supported by its own narrative. Therefore, everything becomes too fragile, and all possible conflicts become something that does not arouse much interest from the audience due to the superficial way in which everything is presented (at least that was my perception of what ends up being delivered by the characters, for example). There is a strong duality between human interests and the use of technology to create consensual bridges between both sides, and how they can “converge” with each other, but even this argument becomes somewhat confusing.

Perhaps one of the best moments of this movie is the breaking of expectations to which the viewer is subjected (and the script bets on a line of argument here, creating a type of “emotional dependence” between a human and the machine he tries to control... setting a precedent for future “humanoid” relationships in a future that is being drawn before us), creating an unlikely scenario where the audience creates empathy for who would be the villain here. At this specific point, the script establishes alternating emotional values at decisive moments in its conclusion.

Written and directed by Drew Hancock (who even tried to do a well-intentioned job, but couldn't make the most of his ideas), I would say that Companion is a kinda forgettable entertainment (in the general context), but in the specific horror scenario, it has some merits for daring to bet on "different" ideas. Someone has to pay the price for better films to be made using this theme, and this film was a good "guinea pig" where good arguments can be explored in other aspects (including with more challenging technical aspects).

Sinopsis: Una reunión entre amigos en una casa de campo lejos de la ciudad no sale según lo planeado, y después de que ocurre un asesinato inesperado, todos corren peligro porque alguien no es exactamente quien dice ser.

Considerando todos los géneros cinematográficos, creo que uno de los que más fácilmente puede adaptarse a las nuevas cosas que se presentan a la sociedad (en general) es el terror. Precisamente, hoy en día, uno de estos temas que es muy amplio, y que ya ha sido muy explorado, es el uso de la inteligencia artificial. En esta película, la idea principal incluso logra tener una base realmente interesante, pero lamentablemente, este guión pierde su propia relevancia a medida que intenta construirse a lo largo de su proyección un tanto caótica.

En la trama, tenemos a un grupo de amigos que deciden tener una reunión aparentemente casual en una casa de campo más alejada de la ciudad. Sin embargo, cuando ocurre un asesinato, las cosas empiezan a salirse de control y se presenta un espectro de horror bastante confuso. No tarda mucho en que el público comprenda lo que realmente está sucediendo, pero al principio, la idea es demasiado estúpida como para ser considerada un argumento serio. Irónicamente, el guión logra trabajar con esta perspectiva absurda, hasta el punto de convertirse en una opción relevante.

Dentro de esta cúpula que mezcla terror y suspenso, con la principal amenaza siendo una inteligencia artificial que coquetea con la idea de llevar emociones humanas a las máquinas (aun cuando estas máquinas están lógicamente controladas por seres humanos... siendo este argumento una buena manipulación del guión para crear una ola de ironía dentro de su subtexto narrativo), la película aporta algo un tanto "desafiante" para entregar algo sorprendente a la audiencia, pero después de un inicio prometedor, el desarrollo de la idea suena como un tren descarrilado, y ya no se puede controlar.

Ya sea por su argumento narrativo perdido entre tantas posibilidades (y aquí cabe mencionar que no se trata solo de usar la inteligencia artificial como base de todos los problemas presentados en la trama, sino también de cómo usar las emociones humanas para personificar esas variaciones en las relaciones personales... aunque no sean interacciones consideradas "atípicas" por no tener la misma naturaleza social) o por sus personajes razonables (y algunos bastante desechables), el guión se vuelve rehén de una buena idea que se desperdició por sus decisiones equivocadas.

Aunque el desarrollo del guión logra ser bastante curioso por su abordaje contextualizado de un tema tan controversial, la promesa de algo más complejo nunca se cumple, pues el guión opta por la superficialidad de lo que realmente pudo haber sido y solo orbita en torno a su potencial. El reparto no es el mejor (pero diría que el dúo Sophie Thatcher y Jack Quaid hicieron lo mejor que pudieron con sus personajes conflictivos pero complementarios) y en general, las actuaciones alternan entre malas y regulares dentro de un escenario donde nadie destaca.

La plasticidad de la trama no se sustenta en su propia narrativa. Por lo tanto, todo se vuelve demasiado frágil, y convierte todos los posibles conflictos en algo que no despierta mucho interés en el público debido a la forma superficial en la que se presenta todo (al menos esa fue mi percepción de lo que terminan entregando los personajes, por ejemplo). Existe una fuerte dualidad entre los intereses humanos y el uso de la tecnología para crear puentes consensuados entre ambas partes, y cómo pueden “converger” entre sí, pero incluso este argumento se vuelve algo confuso.

Quizás, uno de los mejores momentos de esta película es la ruptura de expectativas a la que se somete al espectador (y el guión apuesta aquí por una línea argumental, creando una especie de “dependencia emocional” entre un humano y la máquina que intenta controlar… abriendo un precedente para futuras relaciones “humanoides” en un futuro que se dibuja ante nosotros), creando un escenario improbable donde el público crea empatía por quien sería el villano aquí. En este punto concreto, el guión establece valores emocionales alternados en momentos decisivos de su conclusión.

Escrita y dirigida por Drew Hancock (quien incluso intentó hacer un trabajo bien intencionado, pero no pudo sacarle todo el partido a sus ideas), diría que La acompañante es un entretenimiento olvidable (en el contexto general), pero en el escenario específico del terror, tiene algunos méritos por atreverse a apostar por ideas “diferentes”. Alguien tiene que pagar el precio para que se hagan mejores películas utilizando este tema, y esta película fue un buen “conejillo de indias” donde se pueden explorar buenos argumentos en otros aspectos (incluso con aspectos técnicos más desafiantes).

Sinopse: Uma reunião entre amigos em uma casa de campo afastada da cidade não sai exatamente como o planejado, e depois que um inesperado assassinato acontece, todos eles estão correndo perigo porque alguém não é exatamente quem diz ser.

Considerando todos os gêneros cinematográficos, eu acredito que um dos que mais conseguem se adaptar facilmente as novidades que são apresentadas a sociedade (em geral) é o horror. Precisamente, nos dias atuais, um desses temas que é muito abrangente, e que já vem sendo fortemente explorado é o uso da inteligência artificial. Neste filme, a ideia principal até consegue ter uma fundamentação realmente interessante, mas infelizmente, esse roteiro se perde dentro da sua própria relevância à medida em que ele tenta ser construído ao longo de sua projeção um tanto quanto caótica.

Na trama, temos um grupo de amigos que decide fazer uma reunião aparentemente descompromissada em uma casa de campo mais afastada da cidade. No entanto, quando há um assassinato, as coisas começam a sair do controle e um espectro de horror um tanto quanto confuso é apresentado. Não demora muito para o público entender o que está de fato acontecendo, mas a princípio, a ideia é algo estúpido demais para ser considerado como uma argumentação séria. Ironicamente, o roteiro consegue ir trabalhando essa perspectiva absurda, a ponto dela se tornar uma opção relevante.

Dentro dessa redoma que mistura horror e suspense tendo como ameaça principal uma inteligência artificial que flerta com a ideia de trazer emoções humanas para máquinas (ainda que estas máquinas sejam logicamente controladas por seres humanos... sendo este argumento uma boa manipulação do roteiro para criar uma onda de ironia dentro do seu subtexto narrativo), o filme trazer algo meio “desafiador” para entregar ao público algo surpreendente, mas depois de um início promissor, o desenvolvimento da ideia soa como um trem descarrilhado, e não consegue mais ser controlado.

Seja pela sua argumentação narrativa perdida no meio de tantas possibilidades (e aqui vale à pena mencionar que não se trata apenas de usar inteligência artificial como base para todos os problemas apresentados na trama, mas também, sobre como usar as emoções humanas personificando essas variações nas relações pessoais... ainda que elas não sejam interações consideradas como “atípicas” por não terem a mesma natureza social) ou pelos seus personagens razoáveis (e alguns bem descartáveis), o roteiro se torna refém de uma boa ideia que foi desperdiçada por suas decisões erradas.

Embora o desenvolvimento do roteiro consiga ser bem curioso pela sua abordagem contextualizada com um tema tão controverso, a promessa de algo mais complexo nunca é cumprida, porque o roteiro opta pela superficialidade do que realmente poderia ter sido e apenas orbita em torno do seu potencial. O elenco não é dos melhores (mas eu diria que a dupla Sophie Thatcher e Jack Quaid fez o melhor possível com seus personagens conflitantes, mas complementares) e de modo geral, as performances alternam entre o ruim e o mediano dentro de um cenário onde ninguém se destaca.

A plasticidade da trama não é sustentada pela sua própria narrativa. Sendo assim, tudo fica frágil demais, e torna todos os possíveis conflitos em algo que não desperta tanto interesse por parte do público devido a maneira superficial como tudo é apresentado (ao menos essa foi a minha percepção sobre o que acaba sendo entregue pelos personagens, por exemplo). Há uma forte dualidade entre interesses humanos e sobre o uso da tecnologia para criar pontes consensuais entre ambos os lados, e como eles podem “convergir” entre si, mas até mesmo esse argumento se torna algo confuso.

Talvez, um dos melhores momentos desse filme seja a quebra de expectativa a qual o telespectador é submetido (e o roteiro aposta em uma linha de argumentos aqui, criando um tipo de “dependência emocional” entre um humano e a máquina que ele tenta controlar... abrindo um precedente sobre futuras relações “humanóides” em um futuro que se desenha na nossa frente), criando um cenário improvável onde o público cria uma empatia por quem seria o vilão aqui. Neste ponto específico, o roteiro estabelece valores emocionais alternantes em momentos decisivos na sua conclusão.

Escrito e dirigido por Drew Hancock (que até tentou fazer um trabalho bem intencionado, mas não conseguiu tirar todo proveito de suas ideias), eu diria que Acompanhante Perfeita é um entretenimento esquecível (no contexto geral), mas que no cenário específico do horror, tem alguns poucos méritos por ousar apostar em ideias “diferentes”. Alguém tem que pagar o preço para que filmes melhores sejam feitos usando essa temática, e este filme foi uma boa “cobaia” onde boas argumentações podem ser exploradas nas outras vertentes (inclusive com aspectos técnicos mais desafiadores).