MOVIE REVIEW: “Berlin Nobody” (2024)

Synopsis: After separating from his wife, Ben Monroe (an American social psychologist) moves to Berlin, where he hopes to rebuild his life as a university professor. However, things get complicated when Mazzy, his rebellious daughter, comes to stay with him for a while and ends up getting involved with a mysterious local boy.

Have you ever wondered what the true role of a leader is? Why does society, which tends to have a near-autonomy over its own actions, need an imposing figure to supervise its deepest interests (which are usually "hidden" beneath a thicker layer) under the command of a "cult"? This term leaves room for different interpretations, but the crux of the issue raised by this movie is precisely the cult of the unknown, "disguised" as redemption and salvation by people who know exactly how to manipulate others who, for some reason, feel quite vulnerable.

Perhaps we, as errant human beings, need to see in others a source of inspiration to guide us to better paths. On the other hand, what makes this supposed "source of knowledge" someone who actually has the personal, professional, or even spiritual qualifications to guide people through sects around the world with their propagation of rules established on foundations that worship causes (almost always too stupid) and thoughts supposedly aimed at promoting the collective good? Here's an interesting movie on the subject; despite its script being too superficial in its deeper issues, the plot is compelling enough to work well.

After an unofficial divorce (or perhaps even "misinterpreted" due to an argument where the issue might have been a possible "lack of space" within the marriage), Ben decided to pursue his career as a social psychologist, but at a university in Berlin. Things seemed to be going well until Mazzy, his teenage daughter (with a "strong" personality), arrives to spend a semester under his care to rekindle the father-daughter relationship. But when she begins to get involved with a local, she slowly fails to realize that she's being "swallowed" into a deadly cult disguised as a "family group" that offers collective support to the masses to avoid moments of loneliness.

There are other aspects the cult uses to convince its potential victims, but there's clearly a pattern here: the targets are experiencing very vulnerable moments in their lives, and so they automatically tend not to object to the place they're being placed in because they can no longer discern between good and evil in the face of their own actions and thoughts. The feeling of welcome and belonging "embraces" them, making them believe they're safe, when in fact, they're being manipulated to serve certain cruel purposes. This part of the script is intriguing in its subtext, but still superficial in its context.

As a warning about the dangers of cults and their countless ways of creating online manipulations without any geographical control (since we are talking about a field where there are no physical borders) about people who are vulnerable and disbelieving in their own universes (usually inhabited by ghosts of the past or even ghosts of the present) and how this can affect them directly, the movie works very well, but as a cinematic production, things become more "tense" because the narrative structure of the project is not very good, whether in terms of deepening the cult and its purposes or the investigative bias and its plot twist.

In the first few minutes, the script manages to present itself as an interesting plot (which it is, given the potentially complex plot it has), but the way events unfold is not only too slow to create a more corrosive and shocking atmosphere of suspense (something that only improves halfway through the movie, and even then... it doesn't fully take off within its own trajectory, despite trying to do so by concluding its third act with psychologically and physically violent moments), but it also lacks a more human (and less "commercial") "look" at the facts. The script had a lot of potential, but almost all of it was wasted.

The plot works well because what lies behind it is interesting. The theme is current and deals with issues involving "essential" aspects of mutual dependence between human beings, within a "symbiotic process" that, for a group of people around the world, can be seen as the solution to all their problems. Psychology, investigation, public policy, morality, ethics, subversion, mind control, personal and family values... It's all there, but the way the script chose to handle all of this isn't built on a solid foundation (although the work's impact must be considered useful), and it's clear how much this weakens the project as it develops.

Directed (and partially written) by Jordan Scott (daughter of Ridley Scott... who, by the way, is one of the producers of this project) with some brief lapses in quality (because the overall balance is not positive, showing her unpreparedness as a director within a low-budget project), Berlin Nobody brings Eric Bana, Sadie Sink and Sylvia Hoeks as the main names in the cast (and they all deliver average performances in their reasonably constructed roles) in a story where the lack of communication, self-love and self-knowledge (or who knows, even a possible lack of faith) can become a fatal thing for the minds most shaken by some trauma or persistent negative situation.

*Sinopsis: Tras separarse de su esposa, Ben Monroe (un psicólogo social estadounidense) se muda a Berlín, donde espera rehacer su vida como profesor universitario. Sin embargo, las cosas se complican cuando Mazzy, su hija rebelde, llega a vivir con él una temporada y termina lidiando con un misterioso chico local.

¿Te has preguntado alguna vez cuál es el verdadero papel de un líder? ¿Por qué una sociedad, que tiende a tener una casi total autonomía sobre sus propias acciones, necesita una figura imponente que supervise sus intereses más profundos (que suelen estar "ocultos" bajo una capa más gruesa) bajo el mando de una "secta"? Este término da pie a diferentes interpretaciones, pero el quid de la cuestión que plantea esta película es precisamente el culto a lo desconocido, "disfrazado" de redención y salvación por personas que saben exactamente cómo manipular a otros que, por alguna razón, se sienten bastante vulnerables.

Quizás nosotros, como seres humanos errantes, necesitamos ver en los demás una fuente de inspiración que nos guíe por mejores caminos. Por otro lado, ¿qué hace que esta supuesta "fuente de conocimiento" sea alguien con las cualificaciones personales, profesionales o incluso espirituales necesarias para guiar a la gente a través de sectas de todo el mundo que propagan reglas basadas en causas de culto (casi siempre demasiado estúpidas) y pensamientos supuestamente dirigidos a promover el bien común? He aquí una película interesante sobre el tema; a pesar de que su guion es demasiado superficial en sus problemas más profundos, la trama es lo suficientemente convincente como para funcionar bien.

Tras un divorcio no oficial (o quizás incluso "malinterpretado" debido a una discusión donde el problema podría haber sido la falta de espacio dentro del matrimonio), Ben decidió estudiar psicología social, pero en una universidad de Berlín. Todo parecía ir bien hasta que Mazzy, su hija adolescente (con una personalidad "fuerte"), llega para pasar un semestre a su cuidado y reavivar la relación padre-hija. Pero cuando empieza a relacionarse con un lugareño, poco a poco se da cuenta de que está siendo absorbida por una secta mortal disfrazada de "grupo familiar" que ofrece apoyo colectivo a las masas para evitar momentos de soledad.

Hay otros aspectos que la secta utiliza para convencer a sus posibles víctimas, pero aquí hay un claro patrón: las víctimas atraviesan momentos muy vulnerables en sus vidas, por lo que automáticamente tienden a no oponerse al lugar en el que se las coloca porque ya no pueden discernir entre el bien y el mal ante sus propias acciones y pensamientos. El sentimiento de bienvenida y pertenencia las "abraza", haciéndoles creer que están a salvo, cuando en realidad están siendo manipuladas para cumplir ciertos propósitos crueles. Esta parte del guion es intrigante en su subtexto, pero aún superficial en su contexto.

Como advertencia sobre los peligros de las sectas y sus innumerables formas de crear manipulaciones online sin ningún control geográfico (ya que hablamos de un ámbito donde no hay fronteras físicas), sobre personas vulnerables y descreídas de sus propios universos (habitados habitualmente por fantasmas del pasado o incluso fantasmas del presente) y cómo esto les puede afectar directamente, la película funciona muy bien, pero como producción cinematográfica, las cosas se vuelven más "tensas" porque la estructura narrativa del proyecto no es muy buena, ya sea en cuanto a la profundización en el culto y sus propósitos o en el sesgo investigativo y su plot twist.

En los primeros minutos, el guion logra presentarse como una trama interesante (y lo es, dada su potencial complejidad), pero el desarrollo de los acontecimientos no solo es demasiado lento para crear una atmósfera de suspense más corrosiva e impactante (algo que solo mejora a mitad de la película, e incluso entonces... no despega del todo dentro de su propia trayectoria, a pesar de intentarlo concluyendo su tercer acto con momentos de violencia psicológica y física), sino que también carece de una perspectiva más humana (y menos "comercial") de los hechos. El guion tenía mucho potencial, pero casi todo se desperdició.

La trama funciona bien porque lo que la sustenta es interesante. El tema es actual y aborda cuestiones que involucran aspectos esenciales de la dependencia mutua entre los seres humanos, dentro de un proceso simbiótico que, para un grupo de personas de todo el mundo, puede verse como la solución a todos sus problemas. Psicología, investigación, políticas públicas, moralidad, ética, subversión, control mental, valores personales y familiares... Todo está ahí, pero la forma en que el guion decide abordarlo no tiene una base sólida (aunque el impacto de la obra debe considerarse útil), y es evidente cuánto debilita esto el proyecto a medida que se desarrolla.

Dirigida (y parcialmente escrita) por Jordan Scott (hija de Ridley Scott... quien, por cierto, es uno de los productores de este proyecto) con algunos breves lapsos de calidad (porque el balance general no es positivo, mostrando su falta de preparación como directora dentro de un proyecto de bajo presupuesto), La Secta trae a Eric Bana, Sadie Sink y Sylvia Hoeks como los nombres principales del elenco (y todos ellos ofrecen actuaciones promedio en sus papeles razonablemente construidos) en una historia donde la falta de comunicación, amor propio y autoconocimiento (o quién sabe, incluso una posible falta de fe) puede convertirse en algo fatal para las mentes más sacudidas por algún trauma o situación negativa persistente.

Sinopse: Após se separar da sua esposa, Ben Monroe (que é um psicólogo social americano) se muda para Berlim, onde espera refazer à sua vida como professor universitário. No entanto, as ficam complicadas quando Mazzy, sua filha com personalidade rebelde, vai passar uma temporada com ele e acaba se envolvendo com um misterioso rapaz da cidade.

Em algum momento da sua vida você já se perguntou qual é o verdadeiro papel de um líder? Por que a sociedade, que por si só tende a ter uma autonomia quase própria sobre os seus próprios atos, precisa ter uma figura imponente mais à frente dos seus interesses mais profundos (e que geralmente estão “escondidos” sobre uma camada mais “espessa”) estando sob o comando de uma “seita”? Esse termo abre uma margem para diferentes tipos de interpretações, mas o cerne da questão trazido por esse filme é justamente o culto ao desconhecido, “maquiado” como redenção e salvação por pessoas que sabem exatamente como manipular outras pessoas que, por alguma razão se sentem bem fragilizadas.

Talvez nós, enquanto seres humanos errantes, precisemos enxergar no outro uma fonte de inspiração para nos guiar a melhores caminhos. Por outro lado, o que faz dessa suposta “fonte de conhecimento” uma pessoa que realmente tem uma qualificação pessoal, profissional ou até mesmo espiritual para guiar pessoas através de seitas mundo à fora com suas propagações de regras estabelecidas sobre fundamentos que cultuam causas (quase sempre estúpidas demais) e pensamentos supostamente para favorece a um bem coletivo? Eis aqui um filme interessante sobre o tema, apesar de trazer roteiro superficial demais em suas questões mais profundas, a trama é atraente o suficiente para funcionar bem.

Depois de um divórcio não oficial (ou talvez até “mal interpretado” por uma discussão onde a questão poderia ter sido uma possível “falta de espaço” dentro do casamento), Ben decidiu seguir à sua jornada como psicólogo social, mas no âmbito universitário, na cidade de Berlim. As coisas pareciam estar indo bem até que Mazzy, sua filha adolescente (de personalidade “forte”), chega para ficar um semestre sob os seus cuidados para reatar à relação entre pai e filha, mas quando ela começa a se envolver com um nativo da cidade, lentamente ela não percebe que está sendo “tragada” para uma seita mortal disfarçada de “grupo familiar” que oferece apoio coletivo às massas para evitar momentos de solidão.

Há outros aspectos que a seita usa para convencer às suas vítimas em potencial, mas há claramente um padrão nisso: os alvos estão vivenciando momentos muito vulneráveis em suas vidas, sendo assim, automaticamente eles tendem a não fazer objeções sobre o local ao qual estão sendo inseridos porque não conseguem mais discernir entre o bem e o mal diante das próprias ações e dos próprios pensamentos. A sensação de acolhimento e pertencimento os “abraçam”, fazendo-os acreditar que eles estão seguros, quando na verdade, eles estão sendo manipulados para atender a certos propósitos cruéis. Essa parte do roteiro é instigante em suas entrelinhas, mas ainda sim, é superficial no seu contexto.

Enquanto um alerta para os perigos das seitas e suas incontáveis maneiras de criar manipulações on-line sem qualquer controle geográfico (uma vez que estamos falando sobre um campo onde não existem fronteiras físicas) sobre pessoas que estão vulneráveis e descrentes nos seus próprios universos (normalmente habitados por fantasmas do passado ou até mesmo fantasmas do presente) e como isso pode afetá-las diretamente, o filme funciona muito bem, mas enquanto uma produção cinematográfica, as coisas ficam mais “tensas” porque a estrutura narrativa do projeto não é muito boa, seja na questão de aprofundamento sobre a seita e os seus propósitos ou sobre o viés investigativo e o seu plot twist.

Nos primeiros minutos, o roteiro até consegue se apresentar como uma trama interessante (o que de fato ele é por ter uma trama potencialmente complexa pela frente), porém, o modo como os eventos vão acontecendo além de serem lentos demais para criar uma atmosfera de suspense mais corrosiva e chocante (algo que só melhora depois da metade da projeção, e ainda sim... não decola por completo dentro dos eu próprio trajeto, apesar de insistir fazer isso ao tentar concluir o seu terceiro ato com momentos psicologicamente e fisicamente violentos), também carecem de um “olhar” mais humano (e menos “comercial”) sobre os fatos. O roteiro tinha muito potencial, mas quase tudo foi desperdiçado.

A trama funciona bem porque o que está por trás dela interessante. O tema é atual e lida com questões que envolvem aspectos “essenciais” sobre a dependência mútua entre seres humanos, dentro de um “processo simbiótico” que para um grupo de pessoas mundo à fora pode ser visto como à solução de todos os seus problemas. Psicologia, investigação, políticas públicas, moral, ética, subversão, controle mental, valores pessoais e familiares... Tudo está aqui, mas o modo como o roteiro decidiu lidar com tudo isso não foi algo construído com alicerces fortes (embora o reflexo da obra tenha que ser levado em consideração como algo útil), e é nítido o quanto isso enfraquece o projeto no seu desenvolvimento.

Dirigido (e parcialmente escrito) por Jordan Scott (filha de Ridley Scott... que aliás, é um dos produtores desse projeto) com alguns breves lapsos de qualidade (porque o saldo geral não é positivo, mostrando o despreparo dela enquanto diretora dentro de um projeto de baixo orçamento), A Seita traz Eric Bana, Sadie Sink e Sylvia Hoeks como os principais nomes do elenco (e todos eles entregam performances medianas em seus papéis razoavelmente construídos) em uma história onde a falta de comunicação, de amor-próprio e de autoconhecimento (ou quem sabe, até uma possível falta de fé) pode se tornar uma coisa fatal para as mentes mais abaladas por algum trauma ou situação negativa persistente.