ALBUM REVIEW: “Vie” - Doja Cat

After a very well-executed sonic foray into rap and hip-hop that brought an authentically positive result worldwide (helping to solidify her artistically versatile side), Doja Cat arrives at the release of Vie (which is her fifth studio album) returning to the origins of pop that she had left aside (although not entirely) a few years ago. The return was not "triumphal" (as many fans were hoping for), but it was quite satisfying because it is a work that manages to sustain itself very well, despite all its stumbles along the way.

Bringing a work composed of 15 songs, she bet everything on beats skillfully orchestrated by a restless mind within a creative process that clearly drew inspiration from other genres (besides pop, obviously, the incursions of R&B, funk, soul and hip-hop itself are recognizably present) to “support” all the pillars of this new project, and this whole mix brought a pinch of innovation to a trajectory that already seemed tired (although somehow this new album has its tiring moments and more “lacking” in inspiration).

I've known her work for a few years now, and I think she does something very good. However, I think she still hasn't managed to bring out the best in herself (even though she is, in fact, a creative singer who seems to me to be very true to her artistic ideals, not caring much about other people's opinions and following the path she believes is right). This work is another example of this, because even though it's very good, it hasn't yet reached its peak. In other words, I think her talent is still too restrained compared to the magnitude of what she can still deliver.

I don't know exactly what she needs to achieve. I'm not a deep connoisseur of musical techniques, and I write and publish only what I feel as a listener. Therefore, what I perceive in her work is a way of expressing art in a relatively "limited" way. There is a noticeable effort to want something more, and with this album the idea is perceptible, because even though the narratives of the songs are not new (which undermines their relevant and impactful potential), the “flavor” of the project brings seasonings of peculiar flavors to the ears of those who listen to her songs.

Perhaps there's a lack of boldness in the chosen themes, perhaps a lack of better technical production that can bring out the best in her voice, perhaps even a lack of a better self-evaluation of what she can achieve as a singer in an industry that demands more and more of its members. The fact is, she's never done anything bad to date, but she's also never done anything spectacular. Literally, she's had a linear career (with no lows or highs). I don't know to what extent this is a positive or negative, but she needs to find her own path to evolution.

Even though it's a pop album, here we have a strong presence of hip-hop as a driving force (which she spares no effort to intertwine with rap verses at times). What could then sound quite messy offers pleasant surprises, but always remains in a "static" mode. I consider her a consistently high-quality rapper, but she still hasn't fully explored her artistic potential, despite possessing a sharp cohesive power and a very precise organizational flair within the scope of her work as a singer.

In brief moments, I can even sense her struggling to achieve her dream musical balance. Even if this is only a promise amidst the performance of the songs in this new musical adventure (very well balanced within her proposals, but less daring than they could have been), the path she's taking to reach the pinnacle of excellence is assertive (albeit slow). Jack Antonoff produces (for the most part) the album with tiresome resources, which helps diminish the potential of the songs with "old" vibes.

Bringing up themes of love (and, as an extension of the same theme, also touches on self-love), romance, and hints of sexuality, Vie creates an uninspired mix of all of these. Ironically, it still manages to be a work of art that's worth listening to for its positive insistence on drawing on the 80s and 90s as its inspiration. Adding her own unique "sauce" to what already exists, Doja Cat once again showcases her already well-known talents, which certify her as a relevant name in the music world, but more needs to be done to go further.

Tras una incursión sonora muy bien ejecutada en el rap y el hip-hop que tuvo un resultado realmente positivo a nivel mundial (lo que contribuyó a consolidar su versatilidad artística), Doja Cat llega al lanzamiento de Vie (su quinto álbum de estudio) regresando a los orígenes del pop que había dejado de lado (aunque no del todo) hace unos años. El regreso no fue triunfal (como muchos fans esperaban), pero sí bastante satisfactorio, ya que se trata de un trabajo que se mantiene a flote, a pesar de todos los tropiezos del camino.

Trayendo un trabajo compuesto por 15 canciones, apostó todo a beats hábilmente orquestados por una mente inquieta dentro de un proceso creativo que claramente bebió inspiración de otros géneros (además del pop, obviamente, las incursiones del R&B, el funk, el soul y el propio hip-hop están reconociblemente presentes) para “sostener” todos los pilares de este nuevo proyecto, y toda esta mezcla aportó una pizca de innovación a una trayectoria que ya parecía cansada (aunque de alguna manera este nuevo álbum tiene sus momentos cansinos y más “faltos” de inspiración).

Conozco su trabajo desde hace algunos años y creo que hace algo muy bueno. Sin embargo, creo que aún no ha logrado sacar lo mejor de sí misma (aunque, de hecho, es una cantante creativa que me parece muy fiel a sus ideales artísticos, sin importarle mucho la opinión de los demás y siguiendo el camino que cree correcto). Este trabajo es otro ejemplo de ello, porque, aunque es muy bueno, aún no ha alcanzado su máximo potencial. En otras palabras, creo que su talento aún es demasiado limitado en comparación con la magnitud de lo que aún puede ofrecer.

No sé exactamente qué necesita lograr. No soy un gran conocedor de las técnicas musicales, y escribo y publico solo lo que siento como oyente. Por lo tanto, lo que percibo en su trabajo es una forma de expresar el arte de una manera relativamente limitada. Se nota un esfuerzo por querer algo más, y con este disco la idea es perceptible, pues si bien las narrativas de las canciones no son nuevas (lo que les resta potencial relevante e impactante), el “sabor” del proyecto trae condimentos de sabores peculiares a los oídos de quienes escuchan sus canciones.

Quizás le falte audacia en los temas elegidos, quizás una mejor producción técnica que le permita sacar lo mejor de su voz, quizás incluso una mejor autoevaluación de lo que puede lograr como cantante en una industria que exige cada vez más a sus miembros. Lo cierto es que nunca ha hecho nada malo hasta la fecha, pero tampoco nada espectacular. Literalmente, ha tenido una carrera lineal (sin altibajos). No sé hasta qué punto esto es positivo o negativo, pero necesita encontrar su propio camino hacia la evolución.

Aunque se trata de un álbum pop, aquí tenemos una fuerte presencia del hip-hop como fuerza motriz (que a veces entrelaza con versos de rap). Lo que podría sonar bastante caótico ofrece agradables sorpresas, pero siempre permanece en un modo "estático". La considero una rapera de altísima calidad y constante, pero que aún no ha explorado del todo su potencial artístico, a pesar de poseer un gran poder de cohesión y un talento organizativo muy preciso en el ámbito de su trabajo como cantante.

En breves instantes, incluso puedo percibir su lucha por alcanzar el equilibrio musical soñado. Si bien esto es solo una promesa en medio de la interpretación de las canciones de esta nueva aventura musical (muy equilibradas en sus propuestas, pero menos atrevidas de lo que podrían haber sido), el camino que está tomando para alcanzar la cima de la excelencia es asertivo (aunque lento). Jack Antonoff produce (en su mayor parte) el álbum con recursos tediosos, lo que contribuye a disminuir el potencial de las canciones con vibras "viejas".

Al abordar temas de amor (y, como extensión del mismo tema, también toca el amor propio), romance y toques de sexualidad, Vie crea una mezcla poco inspirada de todos ellos. Irónicamente, aun así logra ser una obra de arte que vale la pena escuchar por su positiva insistencia en inspirarse en los años 80 y 90. Añadiendo su propia "salsa" única a lo que ya existe, Doja Cat muestra una vez más sus talentos ya conocidos, que la certifican como un nombre relevante en el mundo de la música, pero es necesario hacer más para llegar más lejos.

Depois de uma incursão sonora muito bem executada pelo rap e pelo hip-hop que trouxe um resultado autenticamente positivo mundo à fora (ajudando então a sedimentar o seu lado artisticamente versátil), Doja Cat chega ao lançamento de Vie (que é o seu quinto álbum em estúdio) retornando as origens do pop que havia deixado de lado (ainda que não por inteiro) há alguns anos. O retorno não foi “triunfal” (como muitos fãs estavam esperando), mas foi bem satisfatório porque ele é um trabalho que consegue se sustentar muito bem, ainda que com todos os seus tropeços pelo caminho.

Trazendo um trabalho composto por 15 músicas, ela apostou tudo em batidas habilmente orquestradas por uma mente inquieta dentro de um processo criativo que claramente se inspirou em outros gêneros (além do pop, obviamente, as incursões do R&B, funk, soul e do próprio hip-hop estão reconhecidamente presentes) para “sustentar” todos os pilares desse novo projeto, e toda essa mistura trouxe uma pitada de inovação em uma trajetória que já parecia estar cansada (ainda que de alguma maneira esse novo álbum tenha os seus momentos cansativos e mais “carentes” de inspirações).

Eu já conheço o trabalho dela há alguns anos, e acho que ela faz algo muito bom. No entanto, eu penso que ela ainda não consegue extrair o melhor dela mesma (ainda que, de fato, ela seja uma cantora criativa e que me aprece ser bem fiel aos seus ideais artísticos, não se importando muito com as opiniões alheias e seguindo no caminho que ela pensa ser o certo). Este trabalho é mais um exemplo disso, porque mesmo sendo algo muito bom, ainda não atinge seu ápice. Em outras palavras, acho que o talento ainda é contido demais diante da magnitude do que ela ainda pode entregar.

Não sei exatamente o que falta para ela chegar lá. Não sou um profundo conhecedor de técnicas musicais, e escrevo e publico apenas aquilo que eu sinto enquanto ouvinte. Sendo assim, o que eu percebo nos trabalhos dela é uma forma de expressar arte de maneira relativamente “limitada”. Há um esforço notório em querer algo a mais, e com este álbum a ideia é perceptível, porque ainda que as narrativas das músicas não sejam novas (o que mina o potencial relevante e impactante), o “sabor” do projeto traz temperos de sabores peculiares para os ouvidos de quem ouve as suas músicas.

Talvez falte mais ousadia dentro dos temas escolhidos, talvez falte uma melhor produção técnica que consiga extrair o melhor da voz ela, talvez falte até mesmo uma melhor autoavaliação do que ela mesma consegue fazer enquanto uma cantora dentro de uma indústria que exige cada vez mais de quem faz parte dela. O fato é que ela nunca fez nada ruim até hoje, mas também nunca fez nada de espetacular. Literalmente, ela tem uma carreira linear (sem pontos baixos ou altos demais). Não sei até onde isso é algo bem positivo ou negativo, mas ela precisa encontrar o caminho da evolução.

Mesmo sendo um álbum pop, aqui temos uma presença marcante do hip-hop como elemento de combustão (que não mede esforços para encontrar com versos de rap em alguns momentos). O que poderia então soar como algo bastante bagunçado traz boas surpresas, mas sempre surfando dentro de um modo “estático”. Eu a considerado uma rapper de qualidade consistente, mas ainda não consegue explorar todo o seu potencial artístico, ainda que seja alguém que tem um poder de coesão afiado e uma tendência organizacional bem precisa dentro do escopo que atua enquanto cantora.

Em breves momentos eu até consigo perceber que ela luta para conseguir o seu tão sonhado equilíbrio musical, ainda que isso seja apenas uma promessa no meio da execução das músicas desta nova aventura musical (muito bem dosada dentro das suas propostas, mas menos ousadas do que poderiam ter sido), o caminho que ela está trilhando até chegar ao topo da excelência do que ela pode oferecer está sendo assertivo (ainda que lento). Jack Antonoff produz (na maior parte do tempo) o álbum com recursos cansativos, o que ajuda a diminuir o potencial das músicas com vibes “antigas”.

Trazendo temas como amor (e o como desdobramento do mesmo tema, também traz abordagem sobre amor-próprio), romance e pitadas sexuais, Vie faz uma mistura pouco inspirada sobre tudo isso. Ironicamente, ainda sim consegue ser um trabalho que álbum que vale à pena ser ouvido pela sua insistência positiva ao se valer das décadas de 80 e 90 nas suas bases de inspiração. Jogando o seu “molho” particular sobre o que já existe, Doja Cat mostra mais uma vez talentos já conhecidos, e que a certificam como um nome relevante no mundo da música, mas é preciso fazer mais para ir além.