Un friki tonto

Un friki tonto ansiaba desesperadamente una bolsa de harina que devorara a menudo. A algunos les parece una idea bastante extraña, pero no al friki, quien había llegado a la conclusión de que sería magnífica. Curiosamente, una bolsa de harina sería el artículo elegido.

Un friki tonto buscaba desesperadamente una botella de vino para comer. Debería haber sido una idea bastante original para mis hijos, pero no para el friki, quien había decidido que la idea era impresionante. Curiosamente, una botella de vino fue el artículo elegido.

Un friki tonto ansiaba desesperadamente un bizcocho grande que de vez en cuando aplastaran. Podría ser algo bastante asombroso para mi abuela, pero no para el friki, quien había llegado a la conclusión de que la idea era entretenida. ¿Quién lo hubiera dicho, siendo una esponja grande el artículo elegido?

Un friki tonto buscaba desesperadamente una corona que a veces se le cae. Podría parecer una operación peculiar para mi abuelo, pero no para el friki, quien la considera, de hecho, espectacular. Nadie habría pensado que una corona es lo que hay que elegir.

Un friki tonto siempre llevaba consigo una taza que miraba durante 10 minutos cada mañana. A mí me parece una idea nueva, pero no para él, que piensa que la idea es de otro mundo. Curiosamente, una taza con ese efecto.

Un friki tonto ansiaba desesperadamente una pelota que a veces lanzaba. Puede que para mi abuela sea un ejercicio inusual, pero no para él, que esperaba que fuera la idea más genial. Una pelota fue el objeto elegido.