[ESP/ENG] ¿Trofeo equivocado? Opinión

El béisbol en Cuba es pasión, eso nadie lo duda. Usted puede decir que desde hace tiempo dejamos de tener los resultados de antaño, pero, la historia está ahí y no se puede cambiar.

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Pero, hoy no quiero hablar de eso. Hoy mi publicación va a poner en conocimiento de quien me lee un hecho que en los finales de la década de los 90 del pasado siglo demostró algo que no me canso de repetir: En el deporte los favoritismos no ganan campeonatos o que al rival siempre se debe respetar.

Lo anterior ocurrió en la final de la Serie Nacional de Béisbol de 1998-1999, en la que se enfrentaban dos selecciones que arrastran la mayor fanaticada del béisbol en el país y que para la inmensa mayoría de aficionados era la final soñada porque se enfrentaban Santiago de Cuba e Industriales o lo que es lo mismo oriente contra occidente.

Pero, lo que constituye la esencia de la publicación tuvo que ver con la realización de los trofeos que se entregarían, pues, antes de finalizar el campeonato, el trofeo del campeón se hizo de color azul y el del subcampeón se hizo de color rojo.

O, para decirlo mejor, los organizadores y directivos de la Serie Nacional daban por sentado que Industriales sería el campeón y Santiago de Cuba subcampeón.

Los invito a que lean hasta el final.

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Equipos y colores

En cada país o liga deportiva los equipos son identificado de varias maneras. Puede ser por el nombre de animales, algo identificativo de la región o por los colores.

Así tenemos, por ejemplo, equipos como los Tibores de la Guaira, Leones del Escogido, Astros de Houston o Mulos de Manhattan.

También tenemos equipos que se les conoce por sus colores como los Rojos de Cincinnati, los blancos, en referencia al Real Madrid, o el azul de los Dogers de los Ángeles.

En Cuba sucede igual y tenemos que Pinar del Río se conoce como los verdes o vegueros, Matanzas cocodrilos o los Rojos, Las Tunas son los Leñadores y Villa Clara los naranjas.

En el caso de los equipos que nos ocupa hoy, son los azules de la capital y las avispas de Santiago identificados con el color rojo y negro.

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Inicia la final

En aquella final, los especialistas daban como favoritos a los Industriales porque el equipo azul iniciaba jugando en su estadio y, de ser necesario, terminarían en su cuartel general. Además, tenían un excelente equipo.

Por otro lado, estaba Santiago de Cuba, que tenía un buen equipo también, pero las lesiones y la irregularidad en el campeonato hacían presagiar que no podían ganarles a los azules de la capital cubana.

En los dos primeros partidos, los equipos ganan un juego y se trasladan hacia Santiago para efectuar tres partidos. Esta serie sería crucial porque si un equipo ganaba los tres juegos, se coronaba como campeón, si no, el que ganaba dos juegos se ponía a uno de ser campeón.

En estos juegos Industriales ganó dos y se puso a un juego para ganar el trofeo.

Recuerdo que a los azules los recibieron como si hubieran ganado ya. Los peloteros de Santiago les decían a los aficionados que no habían ganado todavía. Pero, la euforia era absoluta, porque los azules, ganando uno de los dos partidos, se coronaban y jugarían en su tierra

El Trofeo Azul

Fue tan generalizada la confianza que los organizadores de la ceremonia hicieron el trofeo azul, en correspondencia con el color del equipo Industriales, y el otro lo hicieron de color rojo que identificaba a Santiago.

Los dos últimos partidos

Para esos dos encuentros, Santiago tenía a sus dos mejores lanzadores. Incluso, para el sexto juego estaba listo Norge Luis Vera, quien es uno de los mejores pítcher que he visto en mi vida.

Ese día lanzó una joya y dejó sin carrera a los azules.

Al día siguiente, el lanzador Ormari Romero los dejó en una carrera mientras sus compañeros de Santiago bateaban a sus anchas para ganar y darle el título a Santiago, algo que cayó como un balde de agua fría en todo el estadio Latinoamericano.
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Premiación

Cuando se procedió a la premiación de los equipos, se entregó el trofeo de campeón a Santiago y de subcampeón a Industriales, pero, lo que todos apreciamos fue que se habían hecho con los colores que ellos pensaban que debían ser y no como ocurrió. Todo el mundo se percató de aquel “error” y demostró que las victorias no se consiguen en los medios de prensa ni con los criterios de especialistas. Se ganan en el terreno de juego.

Mis enseñanzas de esa final

· Siempre se debe respetar al rival

· Cuando dos equipos llegan a una final, ambos tienen posibilidades de ganar, a pesar de que uno siempre será favorito

· En el deporte, las victorias se consiguen en el terreno de juego.

Un comentario final

Yogi Berra, uno de los íconos del béisbol de los Yankees de Nueva York y del béisbol, dejó varias frases para la inmortalidad. Una de esas frases bien puede aplicarse a este suceso, porque usted no puede dar por hecho algo que no ha llegado a su final.

Por eso, la frase “Esto no se acaba hasta que se acaba” es una de las que más se dice en el deporte porque, mientras un equipo tenga posibilidades, hay esperanzas y, mientras hay esperanzas, hay posibilidades de victoria.

Lo anterior lo demostró Santiago de Cuba en esa final, en la que recibieron un trofeo azul, a pesar de ser rojos de corazón.

¿Qué piensa usted?

Nota: He utilizado el traductor DeepL Translate.

A necessary introduction

Baseball in Cuba is passion, nobody doubts that. You can say that for some time now we no longer have the results of yesteryear, but history is there and cannot be changed.

But, today I do not want to talk about that. Today my publication is going to bring to the attention of those who read me a fact that at the end of the 90's of the last century demonstrated something that I never tire of repeating: In sports, favoritism does not win championships or that the rival should always be respected.

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This happened in the final of the National Baseball Series of 1998-1999, in which two teams that drag the biggest baseball fans in the country faced each other and that for the vast majority of fans was the dreamed final because Santiago de Cuba and Industriales faced each other or what is the same east against west.

But, what constitutes the essence of the publication had to do with the making of the trophies that would be awarded, because, before the end of the championship, the champion's trophy was made blue and the runner-up's trophy was made red.

Or, to put it better, the organizers and directors of the National Series took for granted that Industriales would be the champion and Santiago de Cuba the runner-up.

I invite you to read to the end.

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Teams and colors

In each country or sports league, teams are identified in various ways. It can be by the name of animals, something that identifies the region or by the colors.

Thus we have, for example, teams like the Tibores de la Guaira, Leones del Escogido, Houston Astros or Manhattan Mules.

We also have teams that are known by their colors such as the Cincinnati Reds, the whites, in reference to Real Madrid, or the blue of the Los Angeles Dogers.

In Cuba, Pinar del Río is known as the green or vegueros, Matanzas as the crocodiles or the Rojos, Las Tunas as the Leñadores and Villa Clara as the oranges.

In the case of the teams we are dealing with today, they are the blue of the capital and the wasps of Santiago identified with the color red and black.

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The final begins

In that final, the specialists gave the Industriales as favorites because the blue team started playing at their stadium and, if necessary, they would finish at their headquarters. Besides, they had an excellent team.

On the other hand, there was Santiago de Cuba, which also had a good team, but injuries and irregularity in the championship made it seem that they could not beat the blue team of the Cuban capital.

In the first two games, the teams win one game and travel to Santiago for three games. This series would be crucial because if one team won all three games, they would be crowned champions, if not, the team that won two games would be one game away from being champions.

In these games Industriales won two games and was one game away from winning the trophy.

I remember that the Blues were received as if they had already won. The Santiago players told the fans that they had not won yet. But, the euphoria was absolute, because the Blues, by winning one of the two games, would be crowned and would play on their home turf.

The Blue Trophy

The confidence was so widespread that the organizers of the ceremony made the trophy blue, corresponding to the color of the Industriales team, and the other one red, identifying Santiago.

The last two games

For those two games, Santiago had its two best pitchers. Even for the sixth game Norge Luis Vera, who is one of the best pitchers I have ever seen in my life, was ready.

That day he pitched a gem and left the blues without a run.

The next day, the pitcher Ormari Romero left them in one run while his teammates from Santiago batted wildly to win and give the title to Santiago, something that fell like a bucket of cold water in the entire Latin American stadium.

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Awards

When the teams were awarded, the champion trophy was given to Santiago and the runner-up trophy to Industriales, but, what we all appreciated was that they had been done with the colors they thought they should be and not as it happened. Everyone noticed that “mistake” and it showed that victories are not achieved in the media or with the criteria of specialists. They are won on the field of play.

My lessons from that final

• Always respect your opponent

• When two teams reach a final, both have a chance to win, even though one team will always be the favorite.

• In sport, victories are won on the field of play.

A final comment

Yogi Berra, one of the icons of New York Yankees baseball and baseball, left several phrases for immortality. One of those phrases may well apply to this event, because you cannot take for granted something that has not reached its end.

That is why the phrase “It's not over until it's over” is one of the most often said in sports because, as long as a team has a chance, there is hope and, as long as there is hope, there is a chance of victory.

This was demonstrated by Santiago de Cuba in that final, where they received a blue trophy, despite being red at heart.

What do you think?

Note: I have used the translator DeepL Translate.