How many times did the alarm clock ring at 5:00 am every day from Monday to Friday to wake us up and prepare coffee, make breakfast, bathe and fix the bag to leave for school, we took advantage of the queue that gave us dad who left at 6. 30 am from the house to get to his work early, entering at 7:00 am, but we despite entering at the same time, sometimes we arrived at 6:40 am when we left the house at 6:30 am, but usually we were around 6:15 am until 6:25 am in the morning.

Arriving early meant that we saw how the school was filling up with students little by little, it created a routine for us that at the time we did not perceive, but today thank God, I realize how valuable it was to wake up at those hours and get used to not depending on an alarm clock, a smart phone with an alarm or a shout from mom or dad telling you from the kitchen: Wake up! That you will be late, all that at the time seemed annoying, but it was necessary.

Today I can say that I don't need an alarm clock for that, I just wake up by myself, sometimes when I wake up to pee at night I usually check my phone to check the time and know if it is better for me to keep sleeping or wake up and go to the bedroom to get ahead with my writing or simply go downstairs to prepare breakfast, coffee and bath to go to work, and arrive early, which by the way some days I arrive first than the boss who is already surprised when I arrive before him, especially when he is always an hour before the usual working hours.

Español

Cuantas veces no sonaba el despertador a las 5:00 am de la mañana todos los días de lunes a viernes para despertarnos y prepararnos el café, hacer el desayuno, bañarnos y arreglar el bolso para salir al colegio, aprovechábamos la cola que nos daba papá que salía a las 6.30 am de la casa para llegar temprano a su trabajo, entrando a las 7:00 am, pero nosotros a pesar de entrar a la misma hora, en ocasiones llegábamos a las 6:40 am cuando salíamos a las 6:30 am de la casa, pero normalmente rondábamos las 6:15 am hasta las 6:25 am de la mañana.

Llegar temprano significaba que veíamos como el colegio se iba llenando de estudiantes poco a poco, nos creaba una rutina que en su momento no percibíamos, pero que hoy en día gracias a Dios, me doy cuenta de lo valioso que era despertarse a esas horas y acostumbrarse para no depender de un despertador, un teléfono inteligente con alarma o un grito de papá o mamá diciéndote desde la cocina: ¡Despierta! Que llegarán tarde, todo eso en su momento parecía fastidioso, pero era necesario.

Hoy puedo decir que no hace falta un despertador para ello, simplemente me despierto solo, algunas veces que despierto a orinar por las noche suelo revisar el teléfono para revisar la hora y saber si me conviene seguir durmiendo o despertarme e irme al cuarto a adelantar escritos o sencillamente bajar a prepararme el desayuno, el café y bañarme para salir a trabajar, y llegar temprano, que por cierto algunos días llego primero que el jefe que ya se sorprende cuando llego antes que él, más cuando el siempre está una hora antes del horario de trabajo habitual.