Today I was surprised when I was sitting on the bus, two young people, a boy and a girl were sitting in the front seat, when I got on the bus they were eating an ice cream each, a lady who got on just seconds later sat right on the seat next to me. As the bus pulls away, the guy in front crumples the ice cream wrapper and throws it out the window, and without saying anything, I just nod my head in disagreement, the lady sees me and says, yes son, youth is lost.

The girl finishes, gives the wrapper to the boy and proceeds doing the same movement, dropping the wrapper on the track. Not only that, they also ate a cambur each one and did the same, when they finished they went to the street, the worst of all is that they brought the cambur in a bag where they could have left the ice cream wrappers, but with the peanut head and the brain that doesn't get much blood they didn't have time to think about it.

The lady next to me did not escape from the same situation, she ate a package of oreo cookies and kept the wrapper in her hand, took out the money to pay for the bus and proceeded to get off, but she had not finished doing it when I see that from her hand the paper of the cookie comes off falling on the sidewalk, and there I thought if the lady did not agree at first why she did it too, the problem then is not the young people is the human itself and the teachings they give to their children.

Español

Hoy quedé sorprendido cuando venía sentado en el autobús, dos jóvenes, un muchacho y una muchacha ocupaban el asiento del frente, al momento de subirme estaban comiéndose un helado cada uno, una señora que subió tan solo segundos después se sentó justo en el asiento de al lado. Al autobús arrancar, el chico del frente arruga el envoltorio del helado y lo avienta por la ventana, y sin decir nada, solo hago un gesto con la cabeza en señal de desacuerdo, la señora me ve y me dice, si hijo, la juventud está perdida.

La chica termina, le da el envoltorio al chico y procede haciendo el mismo movimiento, dejando caer el envoltorio en la vía. No solo eso, también se comieron un cambur cada uno e hicieron lo mismo, al terminar para la calle, lo peor de todo es que los cambures los traían en una bolsa donde pudieron haber dejado los envoltorios de los helados, pero con la cabeza de cacahuete y el cerebro que no le llega mucha sangre no les dio para pensarlo.

La señora que estaba a mi lado no se escapaba de la misma situación, se comió un paquete de galletas oreo y guardó el envoltorio en su mano, sacó el dinero para pagar el autobús y procedió a bajarse, pero no había terminado de hacerlo cuando veo que de su mano se desprende el papel de la galleta cayendo en la acera, y ahí pensé si la señora no estaba de acuerdo al principio por que ella lo hizo también, el problema entonces no son los jóvenes es el humano en sí y las enseñanzas que le dan a sus hijos.