Lo insólito de mi universo

Hablar sobre las distintas facetas que tenemos en determinados momentos da la impresión como si estuviésemos hablando de una persona diferente, otro YO que habita en nosotros y que en la mayoría de los casos no sabemos si en realidad quisiéramos que estuviesen ahí.
Recordar esos momentos en los que abandonamos nuestra zona de confort para sacar a una personalidad que en la mayoría de los casos es impulsiva, todo lo opuesto a la personalidad que nos empeñamos en crear con tal de alcanzar un mayor bienestar y una estabilidad verdadera.

Cuando era pequeña siempre jugaba con las mismas personas, mi hermano menor y una muchacha del barrio un año mayor que yo, esa niña no tenía condiciones en su casa, pertenecía a una familia muy grande y en consecuencia mi mamá ya la quería como si fuera de la familia, siempre estaba en mi casa. Hubo un día que mientras jugábamos yo decidí hacer otra cosa que ahora mismo no recuerdo, sólo sé que a lo lejos sentí el llanto fuerte de mi hermano y mientras corría hacia donde estaba mi mente maquinaba las distintas cosas que pudieron haber pasado.
Cuando llegué a donde estaban sin pensarlo le di muchos golpes a Roxana (la otra niña) y es que tenía en mi mente que ella le había hecho algo a mi hermano. Cuando esté se calmo me explicó que lo que se había caído.
Antes era muy impulsiva y lamentablemente todo lo quería resolver con golpes donde sea y con quien sea, en la escuela siempre me regañaban por eso, y como era mucho más grande que mis compañeros, era peor.
Estos episodios hablan de una Samantha que no me llena de orgullo, hace muchos años que la dejé atrás, creo que en el mismo paso de niñez a adolescencia. Con los cambios de etapas me he negado a llevar muchas cosas conmigo, y esta es una de esas.

En estos momentos mi nivel de reacción es totalmente lo contrario. Ayer mismo cuando iba por la calle con mi hermano mayor, un muchacho se cayó de una moto frente a nosotros, mi hermano corrió rápido a ayudarlo y yo me quedé tipo: me muevo para aquí o para allí?
Hace poco, a mi mamá se le encogió un tendón de la pierna y yo aún sabiendo lo que tenía que hacer en ese momento no se me ocurrió nada y no atinaba a nada, cuando volví en si fue que me apresuré a estirarle los dedos y aplicarle un poco de Linimento.
Cuando tuve que escoger la carrera a estudiar, fue esta una de las razones que le di a mi mamá en el por qué no estudiar Medicina.

Estoy en una etapa de mi vida donde no me gusta vivir bajo presión, para después no arrepentirme de lo que hice o lo que pude haber hecho, me gusta más sentarme a pensar y analizar mejor los pros y los contras. Obviamente si una vida depende de mi, espero y reaccione lo más rápido posible 😅 pero definitivamente no es algo que quiera tener siempre en mis manos.
También tengo algo muy claro, las distintas formas de reacción sólo dependen del momento, la circunstancia en la que nos encontremos, yo escogí mantener más el control, no permitir que nada me abrume tan fácil.
Cada persona tiene un mecanismo diferente, mi hermano mayor, en cambio, se deja llevar más por las circunstancias, se deja provocar fácilmente, y todo lo que sucede a su alrededor lo saca rápido de su zona de confort, enseguida comienza a sudar las manos y el nerviosismo se apodera de él. Esta es una actitud que no me gusta para nada.
Respeto como sea cada cual.
Y como dijo @charjaim no diré de esa agua no beberé.
Todas las fotos son de mi propiedad.