Calle Ovispo

Hello fellow travelers

Today I want to open with you a new post reel about Havana. What I was looking forward to most about the holidays was the visit to the capital. This city captivated me since I visited its streets for the first time last year, visiting it again was another of my longings. I love Havana even its sun that does not burn as much as the one in Santiago, its climate, its architecture, oh almost everything. This city infects me with its vibe and manages to make me fall in love more and more.

My first day was full, as always my brother and I took care of continuing to walk the streets of the historic center of the city, another of the magnificent things she has is that she tells you her story all by herself, a guide is unnecessary to get into her roots. On the last visit Calle Ovispo caught our attention a lot because it's as if there was no end to it.
Unfortunately it was a weekend and all their places were not open, however that did not prevent us from delighting in those that were. I decided to go to their museums and to those well-Cuban places.

The first place I entered was the Goldsmith's Museum. It is a small space but it contains a great variety of beautiful pieces detailed with the greatest delicacy. The place used to be a book factory and it seems that a part of the installation has not stopped being one because a small corner still has traces of what it was.

The next stop was at the Museum of Rural Painting

Unlike the previous one, this one is a little bigger and its exhibitions were not only paintings but also very old objects that match the rest of the samples. Most of the paintings respond to the colonial era, a period in which Cuba was dominated but which also left us traces that can still be seen today.

In the course of the wide street the galleries abound, both state and private ones that are full of handmade details or souvenirs for visitors. Of all of them I went into few, but especially one, caught my attention. From the sidewalk its colorful paintings and its showcases full of vases and crafts manage to dazzle you to such an extent that it is impossible not to stop.

In each object, the Cuban's idiosyncrasies are glimpsed, the joy and resilience that each inhabitant of the island has, their customs.
One painting in particular captured me and that's how not to do it if its many facets were made for that. I have a friend who crafts works of this kind by hand, that's why I was not more amazed, but…

As expected, I did not miss the opportunity to get lost between books. I went through every bookstore. I stopped to read each title in search of an interesting one. Each new bookstore was prettier and bigger than the previous one or better, everyone had their own. The last one I saw was half bookstore and half gallery, a beauty.

At the mediation of the street there is a casual park that has a very fat and Moderna Sancho in the middle, immediately the sculpture catches your attention due to its curious materials and the comic of the character.

I must confess that it was not my first time walking along this street, but it was the first one where I stopped the most. Calle Ovispo is like Enramadas de Santiago but more refined and without hills (very important). I definitely already know why it is always full of tourists and that is that it encompasses the greatest Cuban attractions.

All photos are my property.

Until next time!

Hola amigos viajeros

Hoy quiero abrir con ustedes un nuevo carrete de post sobre La Habana. Lo que más ansiaba de las vacaciones era la visita a la capital. Esta ciudad me cautivó desde que visité sus calles por primera vez el año pasado, volver a visitarla era otro de mis anhelos. De La Habana me encanta hasta su Sol que no quema tanto como el de Santiago, su clima, su arquitectura, ay casi todo. Esta ciudad me contagia con su vibra y logra enamorarme cada vez más.

Mi primer día estuvo cargado, como siempre mi hermano y yo nos encargamos de seguir recorriendo las calles del casco histórico de la ciudad, otra de las cosas magníficas que tiene es que ella solita te va contando su historia, un guía es innecesario para adentrarte en sus raíces. En la última visita Calle Ovispo nos llamó mucho la atención porque es como si no tuviese fin.
Lamentablemente era fin de semana y todos sus locales no estaban abiertos, sin embargo eso no impidió que nos deleitáramos en los que sí. Me propuse ir a sus museos y a esos lugares así bien cubanos.

El primer lugar al que entré fue al Museo de la Orfebrería. Es un espacio pequeño pero contiene gran variedad de piezas bonitas detalladas con la mayor delicadeza. El lugar antes era una fábrica de libros y tal parece que una parte de la instalación no ha dejado de serlo porque un pequeño rincón aún tiene huellas de lo que fue.

La próxima parada fue en el Museo de la Pintura rural

A diferencia del anterior este es un poco más grande y sus exposiciones no sólo eran pinturas sino también objetos muy antiguos que hacen juego con el resto de las muestras. La mayoría de los cuadros responden a la época colonial un período en el cual Cuba estuvo dominada pero que también nos dejó huellas que se pueden seguir viendo hoy.

En el transcurso de la amplia calle las galerías abundan, tanto las estatales como las particulares que están llenas de detalles hechos a mano o recuerdos para los visitantes. De todas ellas me adentré en pocas, pero especialmente una, me llamó la atención. Desde la acera sus cuadros coloridos y sus vitrinas llenas de jarrones y artesanías te logran deslumbrar a tal punto que es imposible no detenerse.

En cada objeto se vislumbra la idiosincrasia del cubano, la alegría y resilencia que tiene cada habitante de la isla, sus costumbres.
Un cuadro en especial me capturó y es que cómo no hacerlo si sus múltiples facetas fueron hechas para eso. Tengo una amiga que elabora a mano obras de este tipo, por eso no me maravillé más, sino…

Como era de esperarse no me perdí la oportunidad de perderme entre libros. Recorrí cada librería. Me detuve en leer cada título en busca de uno interesante. Cada librería nueva era más bonita y grande que la anterior o mejor, cada uno tenía lo suyo. La última que vi era mitad librería y mitad galería, una belleza.

A mediación de calle hay un parque casual que tiene en medio a un Sancho muy gordo y moderno, enseguida la escultura te llama la atención debido a sus curiosos materiales y a lo cómico del personaje.

Debo confesar que no era mi primer recorriendo esta calle, pero sí la primera en la que me detuve más. Calle Ovispo es así como Enramadas de Santiago pero más refinada y sin lomas (muy importante). Definitivamente ya se porque siempre está repleta de turistas y es que engloba en si los mayores atractivos cubanos.

Todas las fotos son de mi propiedad.

¡Hasta la próxima!