Mirando por encima

Son momentos únicos que nos llegan así de golpe, esta pequeña soledad e impunidad de no poder hacer nada, de brazos caídos y mente activada.

No veo salida a este día complicado que me explota de afuera hacia adentro, solo el ánimo cansado y la lluvia lenta apaciguan la tarde enconosa.

Trato de entender y enfrentar hacia otros caminos que debo aprender y surfear la encrestadas olas del día. Termino mirando por encima del hombro lo poco que se de la vida.

Practicar y errar se puede volver un nuevo camino, de esos de meter la pata hasta el fondo sin saber que lo hicimos.

Quiere ver como queda este nuevo paño tejido mientras escucho las gotas gordas caer esta tarde rogando como muchos que no se escurra la corriente.

Me tocará volver a entender que no todo es fijo en la vida, que las corrientes cambias, los estilos pasan y la vida continua.

Agrego color a las líneas pero no deseo pintarlas, ni ser adornadas en este día. A veces tenemos derecho a expresarnos y sacar los puntos que nos inquietan en la vida, aunque los demás no entiendan ni papa.

Así son los pasos en la vida instantes que nos detenemos a mirar hacia atrás y vemos un largo recorrido que se va acortando hacia el frente por venir.

No hay limites de palabras en el sentir femenino y no hay lengua más hermosa que la que se usa para destellar la belleza.

No he acabado de mirar por encima de los instantes vividos y por vivir.