La paradoja de Fermi. ¿Dónde están las civilizaciones alienígenas?
La paradoja de Fermi. ¿Dónde están las civilizaciones alienígenas?
¿Estamos solos?
El escritor y científico británico Arthur C. Clarke dijo: la respuesta a la pregunta de que si estábamos solos en el universo o si había vida inteligente extraterrestre en otros mundos, ambas tenían respuestas eran aterradoras. Pero esto no nos ha frenado en nuestro intento incesante de establecer contacto con posibles civilizaciones alienígenas y descubrir la verdad, y en medio de este feroz desconocimiento podemos aferrarnos al optimismo de la estadística o al pesimismo de la evidencia, porque solo nos da esperanza saber que en la vía láctea hay diez mil estrellas por cada grano de arena en que hay en la Tierra y existen veinte mil millones de estrellas similares al Sol y sabemos que una quinta parte tiene planetas rocosos con un tamaño como el nuestro en su zona habitable, si solo una décima parte de los planetas albergaran vida, ya habría un millón de planetas con vida solo en nuestra galaxia a nivel estadístico parece imposible que no exista vida más allá de la Tierra, pero, lamentablemente, la evidencia nos dice que no hay nada, absolutamente nada, y todo indica que al parecer estamos totalmente solos. No hemos establecido contacto con ninguna civilización ni hemos percibido la más minúscula señal de vida en el universo, de esta aparente contradicción surge lo que se conoce como la paradoja de Fermi, una lucha entre el optimismo estadístico y el pesimismo de la observación que llevamos más de cincuenta años intentando resolver y todas sus posibles respuestas demuestran una vez más que el cosmos es un lugar sumamente aterrador.
El universo tiene una edad de trece mil ochocientos millones de años y un diámetro de noventa millones de años luz, y si tenemos en cuenta que podría albergar más de dos millones de galaxias y que cada una de ellas contiene miles de millones de estrellas y que cada una de éstas tiene generalmente al menos un plante orbitando a su alrededor, estamos hablando entonces de que en el cosmos habría una cifra inimaginable de mundos, de hecho se cree que en el peor de los casos habría centenares de millones de billones de planetas rocosos con un tamaño similar a la Tierra, sin duda estos datos dan esperanza cundo intentamos encontrar una respuesta afirmativa a la pregunta de que sí hay vida más allá de tierra. Con tantos mundos ahí afuera ¿cómo es posible que estemos solos?, aun así, debido a la expansión del universo, y a las distancias intergalácticas, conocer civilizaciones más allá de nuestra galaxia tiende a ser algo imposible, incluso para formas de vida tremendamente avanzadas, si tiene que realizarse un contacto tiene que ser dentro de nuestra galaxia e incluso, si sacáramos fuera de la ecuación todas las galaxias del universo, excepto a la nuestra, la esperanza no se desvanece.
Según las estimaciones solo en la vía láctea habría al menos cincuenta mil millones de planetas, de todos estos unos quinientos millones estarían situados en una región de la galaxia en la que las temperaturas no son demasiado extremas, y aunque es cierto que tienen que reunirse infinidad de condiciones para que surja la vida, hay tantísimos planetas que de nuevo la esperanza no se desvanece. La NASA ha confirmado el descubrimiento de cinco mil catorce exoplanetas, es cierto que son muy pocos, apenas las 8 mil millonésimas (0.000000008) parte de todos los planetas de nuestra galaxia, pero es que incluso así entre estos ya hay 55 exoplanetas potencialmente habitables, entonces de nuevo, cómo no íbamos a tener esperanza, cómo es posible que estemos solos.
Todos estos números han hecho que en las últimas décadas muchos astrónomos y astrofísicos se hayan mostrado muy optimistas en la creencia de que hay civilizaciones extraterrestres en el universo y de que es imposible que seamos la única forma de vida en el cosmos, Carl Sagan uno de los pioneros de la divulgación científica y astrofísico estadounidense siempre creyó que había vida más allá de nuestro mundo, fue uno de los padres de la astrobiología y tras ganarse un puesto entre las más altas esferas de la astronomía estadounidense, trabajó como un colaborador de la NASA ideando los mensajes radiotelegráficos que las sondas pioner enviarían con el objetivo de contactar con posibles civilizaciones alienígenas.
Pero en la ciencia no basta con la esperanza y con la creación de obras divulgativas que tanto impacto pueden tener en nuestra mentalidad, las cosas tienen que demostrarse con números y esto es lo que propuso un matemático hace más de sesenta años, calcular la probabilidad de existencia de las civilizaciones extraterrestres en nuestra galaxia. En el año 1961 Frank Drake radioastrónomo estadounidense que un año antes había iniciado el proyecto OZMA, un precursor del SETI, que es el conjunto de proyectos que tratan de buscar vida extraterrestre inteligente bajo el patrocinio de la NASA y de la cuales presidente emérito desde al año 2023, se propuso estimar la cantidad de civilizaciones extraterrestres inteligentes en la vía láctea y de forma estadística desarrollo así la famosa ecuación de Drake, una fórmula que busca determinar el número de civilizaciones alienígenas susceptibles de disponer de sistemas de emisión de radio detectables por nuestra tecnología, esta ecuación reúne los factores astrofísicos, bilógicos y sociológicos que se creen son clave para el desarrollo de estas hipotéticas civilizaciones.
La ecuación de Drake tiene la siguiente expresión:
donde
Drake y su equipo partieron de las estimaciones astrofísicas que teníamos en aquellos tiempos estimando que de diez estrellas que se formaban anualmente la mitad de ellas tenían planetas, y cada una con planetas tenía dos mundos en su zona habitable, en lo que a factores bilógicos se refería consideraron que el cien por ciento de los planetas desarrollarían vida y que el uno por ciento de ellos daría lugar a formas inteligentes y por último, en aspectos sociológicos consideraron que el uno por ciento de las civilizaciones inteligentes querrían y podrían comunicarse y que cada civilización viviría unos diez mil años antes de aniquilarse. Tras fundar todos estos datos Drake llegó a un resultado que lo dejó atónito n=10, esto significaba que las matemáticas nos estaban diciendo que en la vía láctea habría diez civilizaciones detectables, era la primera vez en la historia que la existencia de vida inteligente más allá de la Tierra se desprendía de la ciencia y no de la ficción.
Con el tiempo y de acuerdo a diferentes teorías los parámetros han ido evolucionando, y aunque cada vez los valores astrofísicos pueden ajustarse los bilógicos y sociológicos siguen basándose principalmente en la especulación, de allí que las respuestas a la ecuación de Drake oscilan entre cero y más de diez mil civilizaciones detectables en nuestra galaxia, pero sea como sea, todas estas cifras siguen llamando a la esperanza y es que aunque hubiese solo una civilización extraterrestre con la que pudiésemos estableces contacto, nuestro paradigma sobre la vida cambiaría por completo, la probabilidad y la lógica profesan optimismo, pero la evidencia nos hace ser pesimista.
Si nos aferramos a la lógica y a la pura estadística es casi imposible que no haya vida más allá de la tierra en todo el universo y civilizaciones inteligentes con las que podamos establecer contacto en nuestra propia galaxia, y, es más, pensemos en el poco tiempo que a escala astronómica llevamos aquí. La tierra tiene una edad de cuatro mil quinientos millones, la vida surgió en ella hace aproximadamente tres mil ochocientos millones de años, setecientos millones de años después de la formación del planeta, pero nosotros los humanos tardamos un poco en aparecer, se cree que el Homo sapiens, la especie humana, apareció hace unos tres cientos cincuenta mil años, si redujéramos toda la vida de la tierra a un año los humanos habríamos aparecido a las once y media de la noche del 31 de diciembre; así pues, la vida inteligente en la tierra surgió hace un suspiro, pero ¿cuánto hace que disponemos de sistemas de comunicación a largas distancias?, apenas 100 años, a nivel figurativo llevamos una fracción de segundo siendo una civilización detectable para el resto de las hipotéticas formas de vida.
Escala de Kardashev
Esta escala clasifica las civilizaciones en tres tipos, según su capacidad para utilizar la energía del planeta, la estrella o la galaxia:
Tipo I: Civilizaciones que aprovechan al máximo la energía de su planeta
Tipo II: Civilizaciones que aprovechan la energía de su estrella y su sistema planetario
Tipo III: Civilizaciones que aprovechan la energía de la galaxia que habitan
Imaginemos por un instante la ventaja tecnológica que podría tener una civilización que nos llevara, no unos cientos de años de ventaja, sino miles de millones e incluso millones de millones; como de increíble e incomprensiblemente avanzadas estarían estas civilizaciones, con una civilización inteligente increíble e incompresiblemente avanzadas serían estas civilizaciones las que nos llevara tanto tiempo de ventaja y habría superado el tipo 1 de civilización, es decir, según la escala de Kardashev, aquellas capaces de explotar todos los recursos de su planeta. Una del tipo 2 podría ser aquella capaz de atrapar toda la energía de su estrella mediante una mega estructura como la esfera de Dyson Ver relato y habría llegado a ser de tipo 3 que son aquellas que controlan toda la energía de la galaxia. Con que hubiera una sola civilización de este tipo, capaz de expandirse por todos los planetas de la galaxia, habrían colonizado la vía láctea en dos millones de años, un tiempo que en escala astronómica es un abrir y cerrar de ojos. La galaxia es muy grande y sobre todo muy vieja para haber tenido suficiente espacio y tiempo para que una civilización así surgiera y estableciera contacto con nosotros, bien pues vale, pero dónde están los aliens, porque más allá del bulo y videos falsos que pueden encontrarse por internet no hemos establecido contacto con ninguna civilización extraterrestre inteligente.
La paradoja de Fermi. El gran filtro
La probabilidad de que se haya desarrollado vida en la galaxia es altísima, pero lo cierto es que no hay ninguna evidencia de su existencia. La estadística se estaba, y se está enfrentando, a la evidencia, esta es la paradoja de Fermi, la aparente contradicción entre las altas probabilidades de que exista vida extraterrestre inteligente y la nula evidencia de la misma. Era el año 1950, Enrique Fermi, físico italiano conocido por ser el desarrollador del primer reactor nuclear y por sus contribuciones a la física de partículas y a la teoría cuántica, estaba almorzando con unos amigos cuando de repente y de forma natural surgió el tema de la posibilidad de viajar más rápido que la luz y de los supuestos avistamientos de ovnis, cuentan que Fermi en determinado punto de la conversación dijo:
—¿y dónde está todo el mundo? —
Tras hablar de las altas probabilidades de que hubiera civilizaciones extraterrestres inteligentes lo suficientemente avanzadas tecnológicamente para realizar viajes en el espacio, Fermi dijo que de ser todo esto cierto, si habían tenido tiempo suficiente para llegar a la tierra o contactarnos, entonces ¿por qué no lo habían hecho?
En una época en la que Fermi estaba trabajando en el famoso proyecto Manhattan, el cual tenía como objetivo de desarrollar la bomba atómica, acababa de nacer la paradoja de Fermi, y ante las emociones y el pesimismo hacia la humanidad que se generaba en el dicho proyecto nuclear, llegó a su propia conclusión: una civilización no puede desarrollarse lo suficiente a nivel tecnológico como para contactar con atrás civilizaciones o viajar por el espacio sin antes examinarse a sí misma. Fermi pronosticaba, no solo un trágico final para la especie humana, sino para cualquier civilización alienígena, toda civilización acaba auto aniquilándose por sus ansias de progresar tecnológicamente y cualquier raza extraterrestre que haya surgido en nuestra galaxia jamás nos ha contactado porque antes de lograrlo se ha exterminado. A sí con una visión pesimista nos condena a creer que nunca podremos responder a la pregunta de si estamos solos o estamos acompañados.
Esta barrera es lo que recibió el nombre del gran filtro, pero tras más de setenta años de su formulación la paradoja de Fermi sigue sin encontrar una respuesta clara a miles de teorías acerca de por qué hay está la contradicción entre el optimismo de la probabilidad y la falta de evidencia de otras civilizaciones que se han formulado, y en el contexto de esta paradoja, el gran filtro podría expresarse de otras formas. Quizás realmente estamos solos en el universo, tal vez la tierra sea algo totalmente especial y único en el universo, tal vez la receta de la vida es mucho más compleja de lo que creemos, a lo mejor somos el único mundo en la inabarcable inmensidad del universo que alberga esta maravillosa e incomprendida casualidad que es la vida.
Tal vez, sí que somos especiales y no hay nadie más ahí afuera, tal vez somos la primera civilización de universo y, quién sabe si también seremos la última, o puede ser que estemos que estemos acompañados, pero que toda la civilización, como dijo Fermi, se haya aniquilado antes de superar la frontera del viaje interestelar, que el salto de una vida simple a una civilización avanzada sea muchísimo más difícil de lo que suponemos, y que por lo tanto, no haya vida inteligente en la galaxia capaz de hacer contacto, o quizás la inteligencia no sea algo tan importante para sobrevivir y haya sido incluso un error en la raza humana que no podemos percibir a las civilizaciones ya que nuestros sistemas de comunicación son demasiado primitivos y que simplemente a nadie le importa la tierra y ninguna civilización quiere contactar con nosotros porque estemos a unos pocos años de establecer el primer contacto, quizá exista este gran filtro, quizás haya algo que nos protege de encontrar otra forma de vida hostil. Probablemente el universo no quiere que haya un contacto, quizás la vida ha sido un error que no volverá a suceder jamás.
Como decíamos al principio ante la pregunta de si estamos solos en el universo solo hay dos posibles respuestas: o estamos solos en la inmensidad del universo o estamos acompañados y ambas opciones son aterradoras, y esta paradoja nos demuestra que seguramente nunca sabremos cuál de las dos respuestas es la correcta y tal vez eso es lo mejor para todos.
Bibliografía
- Where is everybody?: An account of Fermi's question» Archivado el 29 de junio de 2007 en Wayback Machine., Dr. Eric M. Jones, Los Alamos technical report, March 1985. Jones wrote to Edward Teller on July 13, 1984, Herbert York on Sept. 4, and Emil Konopinski on Sept. 24, 1984.
- Dyson, Freeman J. (1960). Search for Artificial Stellar Sources of Infrared Radiation. Science
- La paradoja de Fermi: ¿dónde está todo el mundo?. El País. 22 de abril de 2015.
- La paradoja de Fermi. Wikipedia la enciclopedia libre 2024 [3 de diciembre de 2024][Fuente]
- The Great Filter — Are We Almost Past It? by Robin Hanson
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