📝 TARDES DE CAFÉ ☕ (Un Poema Inédito) 👀✨🫂
Ayer estuvimos celebrando junto a algunos amigos muy queridos el Día Internacional del ☕ compartiendo nuestros textos, no solo en espacios literarios en la ciudad de Cienfuegos, también lo hicimos por la Comunidad de WhatsApp por donde imparto el Curso de Preceptiva Poética PALABRAS CON SOMBRA DE 🌳
Como hace mucho rato, que no incidía por aquí, por #soloescribe 🫵🫂 les traigo pues uno de los poemas que estuve leyendo, para que ahora ustedes en éste maravilloso Ecosistema lo desgusten con aroma & sabor a cafeína 😏
Nada hay como ésas tardes
en que todo se trata de compartir el café,
éso y nada más...
Bueno, así debería ser,
pero muy cerca estaba el mar,
y el mar, ya deberíamos saberlo,
siempre nos retrae y condiciona.
El mar siempre nos remonta al pasado,
a un tiempo en que tú eras todo para mí,
porque estabas en todas
las cosas, en las más elementales,
en ésa música de fondo,
contenida pero vibrante...
Estabas en la flor del jardín
y en los aromas del viento
y eras amarilla
como la alegría de mis tristezas.
Estabas en la aurora gris
con ésa luna instalada ahí mismo,
frente al balcón de mi alma
en que sólo mis amigos se sientan,
degustan otro café y se resisten a irse.
Con tu partida, la luna también decidió
abandonar su carrocería
de manera imprevista
y sacrificó los corceles de la añoranza
por un tiempo, que si bien fue breve
para mí es memorable.
El aroma del café me devuelve ésas tardes
en qué tú ignorabas de qué me hablaban
tus ojos, entre sorbo y sorbo
del néctar retinto, realmente oscuro.
Serán sin dudas, aquellas tardes de café
que ahora ya no me concedes, todavía
más memorables mañana,
cuando en tu lugar se encuentre otra,
dispuesta a perdurar más allá de una tarde,
dispuesta a abrir como un libro su alma
para regalarme el néctar de la eternidad
que como ya sabemos tampoco es eterna
y que como, las tardes contigo,
muy cerca del mar y con el café delante
jamás podrían ser olvidadas.
Tengo muchas tardes en la memoria,
pero ninguna de ellas persiste tanto
como aquella en que, después del café,
el silencio instauró su aromático sabor
en nuestros corazones, clausurados fueron
uno para el otro...
Todavía el mar no lo entiende,
no lo entienden mis amigos ni la música,
y si no lo entiende tampoco el café
¿cómo podría pretender
entenderlo yo entonces,
que tras tu partida,
vivo de desvelo en desvelo?
☕ Ian Rodríguez Pérez
Del 📕 inédito
LA CANCIÓN DEL DESVELADO 📝
📸 Fotografía de mi propiedad.
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