📝 MÁS ALLÁ DE LAS HOJAS 🍂 -Simbología del Otoño- (Artículo) ✨

Con ésta publicación de hoy, amigos Hivers, me propongo dar la bienvenida a los 2 autores de las primeras 📥 entradas 👏 que ya tenemos en Concurso ⬇️

PROSOPOGRAFÍA: 0

ETOPEYA: 1
@abelarte 🫵

RETRATO: 1
@marpasifico 🌺

Y anunciamos además cómo procederá, para estimular a los poetas participantes, en ésta oportunidad nuestra ⬇️

ABC ⛽

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SIMBOLOGÍA DEL OTOÑO 🍂:

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El Otoño si bien resulta ser una época de plenitud y madurez, entraña un cambio y ya que participa del esplendor veraniego, de sus últimos frutos, al mismo tiempo que anuncia el invierno, quizás por ello los primitivos griegos, pueblos indios y los árabes, dentro de su cultura solo admitían 3 estaciones: primavera, verano e invierno. Tres son las edades mínimas que se han distinguido en la vida del ser humano: la infancia, la juventud y la vejez.

Los griegos instalaron el otoño, comenzaron a representarlo y celebrarlo en sus fiestas populares, y entonces Galeno distinguió también y comenzó a hablar, incorporó la edad adulta.

La representación visual más común era precisamente la de un hombre maduro coronado de pámpanos y racimos, aunque también fue frecuente la de una mujer con el cuerno de la abundancia lleno de frutas en una mano y en la otra una gran hoja seca 🍁. Ésta figura femenina se asociaba a la diosa romana Pomona, quien presidía los cambios del año.

También en las pinturas se ha representado con las figuras de un joven acariciando a un perro o con la de un anciano con un racimo de uvas 🍇 en la mano derecha y un libro 📕 en la izquierda. Resultando muy reveladoras estas asociaciones con el otoño.

_{Acuarela de Juan Ramón Alonso}

Aunque ya hemos visto que, entre las labores agrarias, la vendimia representaba al final del verano, con mucha frecuencia también resulta considerada como símbolo del otoño.

Y tras la vendimia, los primeros indicios del frío, las hojas secas arrastradas por el viento, desprendidas de los árboles como quien deja algo atrás, como quien abandona lo que ya fue, las castañas, el Día de Difuntos.

Decimos Otoño y en nuestra mente de inmediato toma vida y se configuran manifestaciones de melancolía, recogimiento y meditación. Se trata de un concepto muy cargado de intensas connotaciones de tristeza.

De todos los movimientos estéticos y poéticos, ninguno como El Simbolismo captó y reflejó al otoño como un inmenso paisaje anímico, con esa vocación suya de buscar detrás del mundo sensible a la realidad más profunda y las esencias del alma humana. Baudelaire y Verlaine en Francia, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, los poetas más ilustres del simbolismo hispano, van a contribuir notablemente, de una forma decisiva, para hacer del otoño una estación poética, con hondas connotaciones espirituales y meditativas ⬇️

Estoy completo de naturaleza,
en plena tarde de áurea madurez,
alto viento en lo verde traspasado.
Rico fruto recóndito, contengo
lo grande elemental en mí (la tierra,
el fuego, el agua, el aire), el infinito.

De ésta manera expresa Juan Ramón Jiménez el logrado punto final de un proceso de madurez espiritual en que las ansias de perfección, las ideas de plenitud y totalidad han sido satisfechas, y el poeta se convierte así en el ser otoñado, símbolo de edad provecta.

El otoño siempre se ha asociado a la plenitud que lleva en sí su propia decadencia, al inicio de la vejez. Por eso nos resulta tan frecuente oír hablar del otoño de la vida, de los frutos otoñales o tardíos, del final de una etapa o época. El poeta Francisco Brines, en su 📕 EL OTOÑO DE LAS ROSAS escribe:

Vives ya en la estación del tiempo rezagado:
lo has llamado el otoño de las rosas.
Aspíralas y enciéndete. Y escucha,
cuando el cielo se apague,
el silencio del mundo.

Siguiendo éstos mismos derroteros del Simbolismo, tenemos al Modernismo. En su poema "Jardín de otoño", Francisco Villaespesa nos dice:

Corazón, corazón martirizado
por todos los dolores...
Un jardín otoñal abandonado,
sin aves y sin flores.
Las largas avenidas de las citas,
hoy mudas y desiertas,
recuerdan, con su olor a hojas marchitas,
un cementerio de esperanzas muertas.

La caducidad de las cosas terrenales, el culto a los muertos, el recogimiento en el hogar, todo parece contribuir a abismarnos en nuestro interior, el otoño nos invita a reflexionar sobre el paso del tiempo y el fluir inexorable, otros grandes tópicos y temas de la lírica junto al amor y su contraparte, junto a la guerra y la muerte. Rubén Darío, como tantos otros poetas que al sentir llegar el otoño de la vida, lo adopta como a un hijo, exclamó abrumado por la nostalgia ⬇️

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

De igual modo Antonio Machado, cuando la tarde se oscurece y el camino de la vida se le enturbia, añora la espina de la pasión que un día se arrancaría para evitar el sufrimiento ⬇️

Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".

_{Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Rubén Darío}

Pero simbólicamente, sobre el otoño, queridos amigos de #literatos, poetas interesados en participar en la 7ma Convocatoria de nuestra Iniciativa a la que hemos solicitado hacerlo de manera romanceada 👿 y empleando 3 modalidades descriptivas 🤭 esto no es todo, el tema en solo un post me resulta reductible y tedioso agotarlo; así que los espero leyendo otro donde lo abordaremos relacionado con otras temáticas, que seguramente considerarán bien atractivas: el desengaño y el amor, así cómo de qué modo los poetas apelan para ello a la ironía, el humor y el sarcasmo.

Por el momento me despido, deseándoles a todos el mejor de los jueves en sus vidas, y leeré atento cada comentario que se motiven a dejarme ahí, como un buen 🎁 regalo de verano, a los que por supuesto responderé con el más sincero agradecimiento.

_{©️ Contenido Original.
Portada e imágenes para ilustrar
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