The spell of a mask - The Ink Well Fiction Prompt #140

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The spell of a mask

Mary is the only daughter of Roberto, an industrialist, owner of a network of five-star hotels, distributed in his country, whose wife died when the girl was born. He just raised his and gave his love, spoiled her in everything. When she became a teenager, she asked her father:

"Why do you travel abroad so much?"

He couldn't find an answer. So he decided to cut his travels short. He often went clandestinely.

As the years went by. She became an adult and met Alfred, who also belonged to the upper middle class, at a party. After a short time of knowing each other, they became partners, with rights, they were not married, but lived together.

When she turned 25, he gave her a very nice house in an upper class area. In this house, she had a maid who took care of her and looked after the house.

Alfred, who was 40 years old, owned an automobile consortium in his country and exported cars to other countries.

On Valentine's Day he gave her a late-model car, with which she went to the gym every day to keep in shape. There she met a young man named Charles, two years younger than her, with whom she struck up a good friendship.From that moment on, problems began to arise between the two, as Alfred was very jealous.

As the months passed, the situation became more critical, to the point that they separated. She did not return to her father, she stayed home alone.

Soon after, the carnival parties arrived. In the party room of one of Mary's father's hotels. There was to be a costume party. Mary was very excited, for the first time she was going to such a party. She bought a costume, with a spectacular mask, she would be the attraction of the night and no one would recognize her.

Finally the day Mary had been waiting for arrived, in that party room there were a lot of people. At 10 o'clock at night.The dance began. A very elegant man, with a suit of the Count of Monte Cristo and a mask very close to his face, which made him identical to that Count.

He approached Maria who was sitting in an area decorated with masks on the walls. Extending his hand to her, he said:

Miss, shall we dance?

She, with a smile on her lips that looked like coral and her teeth, pearls, said:

"Yes."

He took her by the hand, led her to the center of the room and they began to dance, a very soft music As they danced he kept falling in love with her. She did not reciprocate.

When it was 5 o'clock in the morning, there was a protocol in the party, they had to take off their masks. For Mary, it was a surprise and she was disappointed to see that the man she danced with all night was none other than her former partner. She was very upset and ran away from him.

Mary's father was surprised to find Charles in the party room and asked him:

"Son, what are you doing here?

He replied:

"I came because I was invited by Mary, the gym partner, I have been looking for her in this room and I could not find her among so many masks".

Roberto reflects and asks

"Mary, could it be the one sitting in front?".

He answers:

"That's the girl."

Roberto is stunned, pale, like the pallor of celery and asks:

"Is there any love relationship between you?"

"No, there is only a beautiful friendship".

Roberto, his voice cracking, makes a confession:

"That young woman is your older sister, I never told your mother that I had a daughter. For fear she would leave me, I love her too much".

"Dad, we have to get to her and you will confess the truth".

Roberto arrives with the young man to where his daughter is. She is surprised and asks her father:

Where did you meet him?

Roberto stammers and then tells her:

"This young man is your brother".

Mary, surprised with larger than normal eyes, asks him:

"But how is that, that you have never confessed to me anything about this double life you lead?".

Roberto, with his face unhinged, tells her in great detail about the other life he leads with Carlos' mother, who is his wife, and he his son.

She, with her eyes wet with tears, asks him again:

Why didn't you confess it to me before?

Roberto replies:

"I didn't have the courage to confess it to you".

A silence reigns between them Mary looks at the young man tenderly and says:

"Let's embrace, I always longed to have a brother."

They embrace and cry for a long time.

At all this, Alfredo, retires a little beyond them and contemplates with much curiosity the scene, that little by little is approaching them.

Roberto says to him:

"Go ahead, have a seat."

He sits down and stares at Mary with melancholy eyes. She turns her face away from him, angry.

Alfredo holds her by the arm, and she says annoyed:

Let go of me, don't touch me, !

The repentant man knelt down and begged her forgiveness, but she had no compassion for him and told:

Go away, I will never forgive you, I was never unfaithful to you, but because you doubted me, I lost the love I had for you!

Alfred felt in her words the contempt she felt for him. He decided to retire and soon after he left the country.

Source from pixabay

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Español

La decepción de una máscara

Mary es única hija de Roberto, un industrial, dueño de una red de hoteles cinco estrellas, distribuido en su País. Su esposa murió cuando nació esa niña. Se concretó a criarla y a darle amor, la complacía en todo. Cuando esta se hizo adolescente, le preguntó a su padre:

“¿Por qué viajas tanto al extranjero”

Él no encontraba que responder. Entonces decidió acortar sus viajes. Muchas veces se iba clandestinamente.

Con el transcurrir de los años. Ella se convirtió en adulta y conoció en una fiesta a Alfred, que también pertenecía a la clase media alta. Al cabo de poco tiempo de conocerse se transformaron en parejas, con derecho, es decir, no habían contraído matrimonio, pero, vivían juntos.

El día que ella cumplió 25 años, él le regaló una casa muy linda en un sector de clase alta. En esta, ella tenía una servidumbre, que la atendía y se encargaba del cuidado de la casa.

Alfred, tenía 40 años, era dueño de un consorcio automovilístico, en su País y exportaba autos a otros países

El día de los enamorados le regaló un carro último modelo, con el que iba todos los días al gimnasio, para mantenerse en forma. Allí ella conoció a un joven llamado Charles, que era dos años menor que ella, con el cual ella entabló una buena amistad. A partir de ese momento comenzaron a surgir los problemas entre ellos dos, ya que Alfred era muy celoso.

Con el transcurso de los meses la situación se fue haciendo más crítica, hasta el punto que se separaron. Ella no retornó con su padre, se quedó sola en su casa.

Al cabo de poco tiempo vinieron las fiestas de los carnavales. En el salón de fiesta de unos de los hoteles del padre de Mary. Se iba a dar esa fiesta de disfraces. Mary estaba muy emocionada, por primera vez iba a una fiesta de ese estilo. Se compró un disfraz, con una máscara espectacular, sería la atracción de la noche y nadie la reconocería.

Al fin llegó el día tan esperado para Mary, en ese salón de fiesta había muchas personas. A las 10 de la noche. Comenzó el baile. Un hombre muy elegante, con un disfraz del Conde de Monte Cristo y una máscara muy adherida a su rostro, que lo hacía idéntico a ese Conde. Se acercó a Mary que estaba sentada en un área decorada con máscaras en sus paredes. Estirando su mano, le dijo:

Señorita, ¿bailamos?

Ella, con una sonrisa en sus labios que parecían corales y sus dientes, perlas responde:

“Si “

Él la toma de su mano, la lleva al centro del salón y comienzan a bailar, una música muy suave. Mientras bailaban él no dejó un instante de enamorarla. A dicho enamoramiento ella no correspondió.

Cuando eran las 5 de la mañana, Hubo un protocolo en la fiesta, que había que quitarse las máscaras. Para Mary, fue una sorpresa y sufrió una decepción al ver que el hombre con el que bailó toda la noche, era nada más y nada menos que el que fue su pareja. Ella muy molesta, corrió aceleradamente y se alejó de él.

Sorpresa se llevó el papá de Mary, al encontrar en el salón de fiestas a Charles, y le preguntó:

¿Hijo, qué haces aquí?

Él respondió:

“Vine porque Mary, la compañera del gimnasio, me invitó, la he buscado en este salón y no la logré encontrar entre tantas máscaras”

Roberto reflexiona y le pregunta:

“¿Mary?, será aquella que se encuentra sentada al frente”

Él responde:

“Esa, es la chica”

Roberto se queda anonadado, pálido, como la palidez del apio y le pregunta:

“¿Entre ustedes hay alguna relación amorosa?”

“No, solo existe una linda amistad”

Roberto, con la voz entrecortada, le hace una confesión:

“Esa joven es tu hermana mayor, jamás le dije a tu madre que tenía una hija. Por temor a que me dejara, la amo demasiado”

“Papá, tenemos que llegarnos hasta ella y le confesaras la verdad “

Roberto llega con el joven hasta donde se encuentra su hija. Está sorprendida, le pregunta a su padre:

¿Dónde lo conociste?

Roberto balbucea, luego le dice:

“Este joven es tu hermano,”

Mary, sorprendida con sus ojos desorbitados más de lo normal, le

pregunta:

“¿Pero cómo fue eso, que nunca me has confesado nada de esta doble vida que llevas?

Roberto, con su rostro desencajado, le cuenta con lujos de detalles, la otra vida que él lleva con la madre de Charles, que es su esposa, y él es su hijo.

Ella, con sus ojos humedecidos por el llanto, nuevamente le pregunta :

“¿Por qué nunca me hablaste de Charles?”

Roberto responde:

“No tuve el valor de confesártelo”

Un silencio reinó ente ellos Mary, se queda mirando al joven con una ternura y le dice:

“Véngase un abrazo, siempre añoré tener un hermano, se abrazaron y lloraron durante largo rato.

A todo este, Alfred, se encuentra retirado un poco más allá de ellos y contempla con mucha curiosidad la escena, poco a poco se va acercando a ellos. Roberto le dice:

“Adelante, toma asiento”

Él se sienta, y se queda mirando a Mary con ojos de melancolía. Ella muy enfadada voltea su rostro, para no mirarlo.

Alfred la sostiene por un brazo, ella muy molesta le dice:

¡Suéltame, no me toques!

Él arrepentido, se arrodilla, le suplica perdón, esta no tuvo compasión de él y le dijo:

¡Vete, nunca te perdonaré, jamás te fui infiel, pero como dudaste de mí, perdí el amor que te tenía!

Alfred sintió en sus palabras el desprecio que ella sentía hacia él. Decidió retirarse y al poco tiempo abandonó el País