¡Un saludo a todos los usuarios de Hive y a los atletas de la SWC! Espero que se encuentren muy bien, en esta ocasión compartiré con ustedes una jornada de entrenamiento en el parque que, a pesar de la lluvia, resultó ser muy productiva. ¡Espero que les guste!

Apreciados lectores, la tarde prometía un entrenamiento usual en el parque de barras, pero apenas puse un pie en el lugar, el cielo se abrió y la lluvia comenzó a caer con intensidad. A pesar del chaparrón, no fuimos los únicos valientes en quedarnos; varias personas decidimos desafiar el clima y continuar con nuestra sesión. La pasión por el street workout es más fuerte que cualquier aguacero.

Con la barra resbaladiza debido al agua, decidí aprovechar la situación para un objetivo ambicioso: perfeccionar mi Victorian Lever. Sabía que la fricción disminuida añadiría un grado extra de dificultad, pero lo vi como una oportunidad para fortalecer mi control y técnica. Los intentos fueron desafiantes, cada ajuste y cada milímetro de mantenimiento se sentían como una victoria.

Una vez que la lluvia cesó y el sol comenzó a asomarse tímidamente, cambié mi enfoque hacia el Dragon Press. Este ejercicio es fundamental para la fuerza de empuje y es un gran aliado en el camino hacia el dominio del Victorian. Realicé varias series, y no fue nada fácil. La exigencia era alta, así que opté por apegarme a las progresiones más sencillas de este ejercicio, asegurándome de mantener la técnica correcta y evitar cualquier riesgo.

Para cerrar la sesión, quise complementar mi trabajo con un ejercicio que emula la mecánica del Victorian, pero empleando una banda elástica. Es, en esencia, un remo con banda elástica, pero ejecutado con la técnica específica del Victorian. Este ejercicio me permitió trabajar los mismos grupos musculares y patrones de movimiento, pero con una asistencia controlada, lo cual fue ideal para acumular volumen de trabajo y reforzar la memoria muscular tras los intentos en barra libre.

Esta jornada me dejó completamente agotado, pero la sensación de cansancio era de satisfacción pura. A pesar del inicio inesperado con la lluvia y la dificultad de los ejercicios, fue sin duda un día productivo. Cada gota de sudor (y de lluvia) valió la pena, acercándome un poco más a mis objetivos en la calistenia.

Sin más que agregar me despido, estén atentos a los próximos post ¡Hasta la Próxima!