¡Un saludo a todos los usuarios de Hive y a los atletas de la SWC! Espero que estén disfrutando de un excelente fin de semana. En esta ocasión, quiero compartir con ustedes una noche más de entrenamiento, donde la pasión por la calistenia superó el cansancio. ¡Espero que les guste!

Apreciados lectores, la noche había caído y la jornada de entrenamiento en el parque estaba llegando a su fin. Después de haberme ejercitado durante toda la tarde, ya quedaban pocos de mis amigos en el parque de barras. El ambiente se había vuelto mucho más tranquilo, con un volumen de música bajo y charlas amenas, creando esa atmósfera especial que disfruto tanto para las últimas series. Me encanta entrenar hasta el final, ya entrada la noche.

Me encontraba muy concentrado en mi rutina de plancha, inmerso en cada repetición y cada hold, que pasé por alto la idea de tomar fotos para compartirlas en mi blog de Hive. Fue entonces cuando recordé la importancia de documentar el progreso, así que llamé a un amigo que aún estaba por ahí para que me fotografiara mientras llevaba a cabo la última parte de mi entrenamiento.

Me enfoqué en dos ejercicios principalmente, ambos cruciales para mi progresión en la plancha. El primero fueron los Fondos con la Cintura Alta (High Hips Dips). Este ejercicio es ideal para obtener fuerza específica en las flexiones de straddle planche, ya que imita la posición del cuerpo y la activación muscular necesaria. Realicé varias series, sintiendo cómo el pecho y los hombros trabajaban intensamente para empujar el cuerpo hacia arriba.

El segundo ejercicio fue el Hold de Straddle Planche asistido con banda elástica. Esta variante es muy útil para corregir la técnica y prolongar el tiempo de permanencia en el ejercicio, lo que permite una mayor conciencia corporal y el fortalecimiento de los músculos estabilizadores. Con la ayuda de la banda, pude mantener la posición durante más segundos, concentrándome en la retracción escapular y la extensión de los codos.

Fue una noche de entrenamiento muy agradable. A pesar del cansancio y la fatiga acumulados durante toda la jornada, la pasión por este deporte eclipsó cualquier sensación de agotamiento. Esa es la magia de la calistenia: encontrar la motivación incluso cuando el cuerpo pide un descanso. Cada esfuerzo valió la pena, y las fotos capturadas son un buen testimonio de esa dedicación.

Sin más que agregar me despido, estén atentos a los próximos post ¡Hasta la Próxima!