¡Un saludo todos los usuarios de Hive y a los atletas de la SWC! Espero que se encuentren muy bien, en esta ocasión quiero compartir fotografías de una productiva rutina de ejercicios de piernas, espero que les guste.

Desperté muy temprano y me dirigí al parque de barras. La mañana se presentaba soleada y serena, y mientras el sol aún terminaba de despuntar en el horizonte, llegué al lugar y me dispuse a buscar un par de mancuernas para enfocarme en el entrenamiento de mis piernas.

Mi rutina se centró principalmente en dos ejercicios fundamentales: los lunges y las sentadillas búlgaras. Los lunges son excelentes para fortalecer los músculos de la parte inferior del cuerpo, incluyendo los cuádriceps, los isquiotibiales, los glúteos y las pantorrillas. Además, ayudan a mejorar el equilibrio y la estabilidad al involucrar los músculos del core para la estabilización, y potencian la aptitud funcional al imitar movimientos utilizados en actividades cotidianas como caminar, correr y subir escaleras. También permiten abordar posibles desequilibrios musculares al trabajar cada pierna de forma independiente. Por su parte, las sentadillas búlgaras ofrecen un entrenamiento intenso para la parte inferior del cuerpo, poniendo un mayor énfasis en la pierna de apoyo, lo que conduce a una activación muscular significativa. Mejoran el equilibrio y la coordinación al requerir más estabilidad que las sentadillas regulares, incrementan la flexibilidad y el rango de movimiento al estirar los flexores de la cadera y mejorar la movilidad del tobillo, y reducen la carga sobre la columna vertebral en comparación con las sentadillas tradicionales con barra.

La inclusión de ambos ejercicios en una rutina es importante para lograr un desarrollo integral de las piernas, trabajando diferentes grupos musculares desde varios ángulos. También contribuyen a mejorar el rendimiento atlético, potenciando la fuerza, la agilidad y la estabilidad, y pueden ayudar en la prevención de lesiones al fortalecer los músculos que dan soporte a las rodillas y las caderas, además de añadir variedad al entrenamiento y evitar estancamientos. Justo al finalizar mi rutina, llegó uno de mis alumnos y, como en otras ocasiones, amablemente me asistió tomándome un par de fotografías. El resultado, una vez más, fue más que satisfactorio.

Sin más que agregar me despido, estén atentos a los próximos post ¡Hasta la Próxima!