More than a dinner || Más que una Cena [Eng/Esp]

Last night, I needed more than dinner. I wanted a moment, a ritual that would connect me with something warm, something of my own. So I tied my apron, put on some soft music in the background, and started with the basics: onion and bell pepper.

The hot pan sizzled as the vegetables fell in. The smell of browning onions always reminds me of my grandmother's kitchen. She said that every good meal begins with an honest sofrito (stir-fry). And she was right.

Then, I took out the chicken. Bone-in pieces, as they should be, so the flavor truly shines. I arranged them carefully on top of the vegetables, almost as if I were assembling a small work of art. The heat was already beginning to raise vapors that spoke of what was to come.

When I added the broth, the magic was complete. That gentle bubbling, that aroma that filled the entire kitchen... it made me smile. I sat nearby, watching everything slowly take shape. Food isn't just cooked: it's waited for, cared for, and felt.

And so, amidst pots, memories, and aromas, dinner took shape. It wasn't just chicken with vegetables. It was a night of pause, of reconnection. A plate full of home.

Anoche, necesitaba algo más que una cena. Quería un momento, un ritual que me conectara con algo cálido, algo mío. Así que me até el delantal, puse música bajita de fondo, y empecé con lo básico: cebolla y morrón.

La sartén caliente chisporroteaba cuando cayeron las verduras. El olor a cebolla dorándose siempre me recuerda a la cocina de mi abuela. Ella decía que toda buena comida comienza con un sofrito honesto. Y tenía razón.

Luego, saqué el pollo. Trozos con hueso, como debe ser, para que el sabor se sienta de verdad. Los acomodé sobre las verduras con cuidado, casi como si estuviera armando una pequeña obra de arte. El calor ya empezaba a levantar vapores que hablaban de lo que se venía.

Cuando agregué el caldo, la magia se completó. Ese burbujeo suave, ese aroma que llenó toda la cocina... me hizo sonreír solo. Me senté cerca, mirando cómo todo tomaba forma lentamente. La comida no solo se cocina: se espera, se cuida, se siente.

Y así, entre ollas, recuerdos y aromas, la cena se fue gestando. No era solo pollo con verduras. Era una noche de pausa, de reconexión. Un plato lleno de hogar.