¡Tales with Moral! ...it's my MeMe #96
«Un Cuento Con Moraleja»

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Coged una mosca y una abeja y ponedlas dentro de dos botellas vacías. Sin tapón, el gollete queda abierto. Pero en el otro extremo de cada botella, en el exterior y en el lado opuesto del gollete colocáis una lámpara encendida. Después observáis...
¿Qué ocurrirá? Si debo creer a mi amigo el científico, la abeja se dirigirá hacia la fuente luminosa. Esto es ciertamente un paso inteligente. En su mundo de abeja, en un árbol hueco o en una granja por ejemplo, la luz indica generalmente la salida...
Pero aquí, no. El culo de la botella es un obstáculo. La abeja choca contra él, vuelve a empezar, regresa al fondo de la botella y obstinadamente, vanamente, absurdamente, hasta el punto que si no interrumpís la experiencia, esta morirá de agotamiento. Prisionera de esa luz que parece una salida y la aleja cada vez más de ella, víctima de ese instinto que parece una inteligencia, que quizás lo sea , pero que la mata.
En el caso de la mosca, nada de eso. ¡Es demasiado tonta! La luz, para ella, no quiere decir nada. Nuestra mosca revolotea al azar, en cualquier caso en zig zag y en cualquier dirección, como lo hace siempre. De manera aleatoria, caótica, sin plan, sin inteligencia, sin estrategia...
Eso es precisamente lo que la salva. Al ir en todas direcciones, acaba por encontrar la salida sin ni siquiera darse cuenta. Y luego, hela allí afuera sin saber el porqué, sin haberlo merecido, ahí, estúpida y libre...
Mi amigo que es físico veía aquí una lección de sabiduría:
—¡Un proceso caótico, me decía— es con frecuencia más saludable que una estrategia inmutable!
—Esto no quiere decir, sin embargo, que la necedad valga más que la inteligencia...
—No, pero hay que saber salirse de los esquemas preestablecidos, abandonarse al caos, al desorden, a la improvisación...
Es también una lección de la física cuántica: «¡El azar es más rico y más creativo que el determinismo!»
Sobre este último punto, yo estaba totalmente de acuerdo, igual que Epicuro o Lucrecio en su día. Pero mi amigo físico, que presume de devolverle la magia al mundo, no se detenía aquí: «¡Tu racionalismo está envejeciendo! La salvación está del lado del desorden, no del orden; del azar, no de la lógica. Tu filosofía es una abeja. ¡Mejor toma como modelo la mosca y la física cuántica!»
La física es una gran cosa, que dudo mucho, no obstante, que pueda servir de filosofía. ¿Por qué debería yo pensar como una partícula, que no piensa?
En cuanto a las moscas... Su pretendida sabiduría me dejaba perplejo. De entrada porque veía muy bien que no era por exceso de inteligencia que la abeja moría, sino por exceso de instinto, por exceso de obstinación, por exceso de incapacidad para cambiar, para innovar, para inventar. Por exceso de necedad. La lección, suponiendo que los insectos puedan darnos una, me parecía ir a la inversa de la que sugería mi amigo. ¡El objetivo no es aproximarnos a la mosca, sino más bien alejarnos de la abeja! No somos nunca demasiado inteligentes, somos siempre demasiado rutinarios. No es la razón la que mata; es la repetición.
Tu abeja, hubiera tenido que responder a mi amigo, no es una metáfora de la inteligencia; ¡es una metáfora de la neurosis! Está prisionera de su pasado genético (el instinto) o individual (la experiencia y el acondicionamiento). Cree que la salvación está detrás de ella, que necesariamente se parece a lo que ella ha vivido... ¿Cómo podría encontrarla, puesto que es su propia búsqueda la que la encierra?
Que haya que innovar, cambiar y adaptarse sin cesar al terreno y a las circunstancias, es la sabiduría misma. Y de eso la abeja no es capaz. Es lo que necesitamos y que sólo es posible mediante la reflexión, la inventiva, la creatividad. Es para lo que sirve la inteligencia. Que es la facultad de inventar una solución nueva, para un problema que lo es también y sin el cual no tendríamos la necesidad de reflexionar. Pues la memoria o el instinto serían suficientes. Lo contrario de la repetición o del empecinamiento, que no es necesariamente el caos; es la libertad.
André Comte-Sponville: “La sabiduría de las moscas”



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¡MeMe #96 con moraleja! 🔥 Me gusta que quemar recompensas aún beneficie a los curadores. ¡Buen punto! 👍
Haha sí, pero solo para aquellos que dominen varias lenguas o como tú, sepan como utilizar las herramientas apropiadas y adecuadas para ello.