Leches adecuadas - Viviendo con TEA

Les saludo desde este espacio en mi blog llamado Sabor & Nutrición Azul en la comunidad exclusiva para el autismo en Hive. Quizás piensen que es repetitivo hablar de la alimentación y la verdad es que, aunque se lea, oiga y vea información sobre este tema, sigue siendo el que más descuidamos con nuestros chicos con TEA.
Hago una parada antes de continuar, para decirles, como siempre lo hago desde este espacio dedicado a la alimentación, que hablo desde la experiencia como mamá que tuvo la dicha de tener sus dos hijos con diagnóstico de autismo. Con esto quiero aclarar que no soy nutricionista ni tengo ninguna especialidad en salud.
Dicho esto, quiero dedicar unos minutos breves para compartir la experiencia de mis hijos con la ingesta de leche.
- Mi hijo mayor tomó su leche materna hasta los 2 años y medio. A los 6 meses de su vida la pediatra recomienda la leche llamada "Mayorcito" y al cumplir el 1er año de edad debía empezar con la leche entera. Resulta que recibe el diagnóstico de Autismo Leve cuando tenía un año y medio. Es decir que por poco tiempo mi hijo mayor toma leche entera así que su paladar no tuvo problemas para aceptar un cambio en el tipo de leche.
Empiezo a cumplirle la dieta que me dio escrita la doctora Lilian Negrón, en SOVENIA Venezuela. Lo hago con fallas, pero tratando de hacer lo mejor que podía al principio.
En la lista de alimentos decía que las leches que podía tomar era la "Nursoy" y la "Isomil", ambas leches de soya en formula maternizada y yo con ellas hacía hasta postres, bebidas achocolatadas con cacao natural del tipo que también recomendaba la doctora Lilian Negrón.
- Mi hijo menor hasta el 1er año y un mes, es decir que hasta los 13 meses de edad tomó leche materna. No pude darle dos años como a mi hijo mayor porque tuve que iniciar un tratamiento médico que yo necesitaba por una complicación con mi salud, incluso era necesario un procedimiento quirúrgico para mi. Lamenté mucho no darle más lactancia materna, pero al mismo tiempo me sentí satisfecha de poder cumplirle a Alan un año de su derecho.
Les cuento que Alan sin aun tener un diagnóstico de Autismo ya usaba leche de soya. De hecho, la misma pediatra y una gastroenteróloga infantil le indicaron una alimentación especial libre de leche animal y sustituida por leche de soya porque Alan presentaba severos problemas gastrointestinales desde que era un bebé.
Luego Alan, a los 4 años de edad, fue diagnosticado con Autismo Leve y su paladar ya estaba habituado a la leche de soya. Sin embargo, con Alan la historia fue muy distinta porque él nació cuando la crisis en Venezuela se agudizó y llegó un momento en que pasaba meses y hasta años sin tomar su leche. Se me arruga el corazón al recordar esa etapa. Ahora estamos en Colombia y aquí puedo comprarle leche de almendras.
Mis hijos mejoraron notablemente, especialmente el mayor porque el menor padece de problemas gastrointestinales más fuertes que actualmente están siendo tratados. Sin embargo, en términos generales ambos tuvieron mejoría en su patrón de sueño, en la comunicación, desaparecieron ciertas estereotipias y cognitivamente son excelentes.

Por lo tanto, estoy en desacuerdo con las nuevas investigaciones que cuestionan el uso de la leche de soya en las personas con autismo porque creo que la tolerancia es distinta en cada caso. Lo digo porque mi hijo mayor la toleró muy bien e incluso mi hijo menor, aunque ahora toma leche de almendras.

Sé que es duro para los padres asumir cambios en el régimen de alimentación de los hijos y también lo es para los niños. Comprendo que cuando nos dan un diagnóstico de TEA nos dan también una serie de orientaciones, entre ellas una dieta especial que elimina muchos alimentos, como los lácteos y todos sus derivados.
Créanme que entiendo lo difícil que resulta al principio dejar la leche de vaca y menciono ésta porque es la leche animal más común para alimentar a los niños pero la prohibición es para cualquier tipo de leche de origen animal por la proteína llamada Caseína, dañina para el autismo. Esta es una información que nos impacta en principio y hasta nos quita el sueño porque nos decimos: si le dimos leche materna al muchacho es imposible que la de vaca le haga daño.
Suena coherente, pero hay que investigar para tener respuestas. Por ejemplo, hay mucha diferencia en la cantidad de caseína en ambos tipos de leche y es que en la de vaca se habla de un 80% de caseína mientras que en la leche materna de un 40%, de acuerdo a AnimalesBiologi (dejaré el enlace más adelante para que lean el artículo).
De igual modo el autismo no se diagnóstica a un bebé recién nacido que recibe leche materna, tan saludable y necesaria en los primeros meses de vida por las razones que ya conocemos, como los anticuerpos y todo el bienestar que proporciona al desarrollo del ser humano.
En cambio, leche de vaca o cualquiera de origen animal es contraproducente para el autismo porque esta intoxica e inflama el organismo, pero hay que tener un diagnóstico y asesoría especializada para decidir sobre el tipo de leche que podrá tomar el niño.
Para sustentar mis palabras aquí te dejo dos artículos de interés, uno publicado por AnimalesBiologia titulado Composición de la leche materna, comparación con la leche de vaca y el segundo por Carebot ABA titulado Lácteos y autismo: empeorando el autismo.

Imagen de Дарья Яковлева en Pixabay

También hay un error muy común y es creer que la lactosa es lo que le hace daño al niño. No sé si les ha pasado que hasta la familia empieza a recomendarnos marcas de leche deslactosada. Es importante aclarar que no se trata de intolerante a la lactosa, es a la caseína.
Hay que conocer y también hablarle a la familia sobre las leches vegetables que pueden tolerar bien los chicos, como la leche de almendras, de coco, de arroz, incluso de avena (cuidar que sea libre de gluten) y la de soya, que me atrevo a recomendar por la experiencia con mis hijos.

Imagen de Slawomir zelasko en Pixabay
Sé que existe resistencia de parte de muchos padres, incluso de algunos de los que hacen vida en el ecosistema Hive sobre el tema de la dieta especial como terapia para tratar el TEA. Sin embargo, por la experiencia con mis hijos soy de las que le da un 100 % de valor a la alimentación y les invito a probar la dieta, la cual en tres meses promete resultados positivos en cualquiera de los grados de autismo. Ya sean mínimos los cambios, pero los habrá de acuerdo al nivel y a las patologías adiciónales. Les invito a creer que habrá mejorías de acuerdo a cada caso y no romantizo el autismo porque he visto casos de autismo severo donde los niños que solo aletean (con los brazos), se balancean, no mantienen contacto visual y no hablan. Pero también he visto como disminuye el aleteo mientras hay un breve contacto visual. Vi padres felices porque se dan cuenta que hay alternativas inofensivas, no costosas y saludables como eliminar los alimentos dañinos y agregar los permitidos. Hoy haciendo hincapié en la leche.
Un abrazo 💙


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