Pront: Teórico.

Cuando yo era mucho más joven, y estaba en el liceo, me enamoré de la teoría marxista, y especialmente del pensamiento trotskista. En esa época, leíamos mucho, escribíamos, teníamos periódicos informativos, salas de discusión y procesos de formación continúa.

Después de un tiempo, comenzamos a hacer trabajo de base en las comunidades más pobres y abandonadas de la ciudad. Y ahí, dábamos cineforos, clases de alfabetización, ayudábamos a los niños y adolescentes de nuestra misma edad a e estudiar materias como la matemática, la física y la química, e intentábamos ayudar a las personas a organizarse para resolver sus problemas en la comunidad.

Sin embargo, todo lo hacíamos desde el punto de vista teórico, ni siquiera los líderes de la agrupación juvenil, tenían una experiencia real del trabajo de campo. Y siempre, cometíamos el error de fundamentar nuestros procesos de ayuda en las teorías de los escritores rusos y europeos, y estábamos tan embasurados a nivel ideológico, que éramos incapaces de ver los errores que cometíamos en el trabajo social que hacíamos.

Y justo, cuando todos los procesos que iniciamos también, estaban a punto de fracasar, por tratar de impulsar una visión política y partidista. Llegaron los verdaderos líderes sociales, que le daban tres patadas en la práctica a todo el marco teórico revolucionario que teníamos implantado en la cabeza.

Y esta gente, que llegó y convirtió lo que sería nuestro fracaso organizativo, en una victoria real, fue la gente de la Juventud Obrera Católica, (La JOB). Y recuerdo que cuando hablé con ellos en una discusión formal que se realizó entre los dos grupos, ellos plantearon sus ideas, sus propuestas y parte de su método organizativo.

Y eso provocó una ruptura, con los líderes teóricos del pequeño grupo trotskista, que habíamos formado en el liceo. Y por supuesto hubo una escisión en el grupo, encabezada por los teóricos más ortodoxos, que se retiraron, con varios de los compañeros del liceo. Pero, sin embargo, otros nos quedamos, para aprender, no solo a nivel teórico, sino práctico, con la gente de la JOB.

Recuerdo, que cuando hablamos del aspecto teórico, discutimos mucho La encíclica "Rerum novarum," de la iglesia católica, y aunque esta hacía críticas al socialismo y el comunismo, por su defensa del ateísmo, a nivel de principios de la defensa de los trabajadores, no se separaba mucho de lo que yo creía.

Y además, la encíclica, defendía la propiedad privada, y apoyaba la intervención del Estado en la defensa del derecho de los trabajadores. Además, la JOB, hablaba de la defensa del cristianismo, como un proceso de filosofía de vida, unidad, inclusión y solidaridad, como ente protagónico de la sociedad, como fundamento para un verdadero cambio social.

Al final, puedo decir, que en esa época de búsqueda adolescente, por las que todos pasamos, en un principio me enamoré de la teoría del trotskismo, pero después, me enamoré del trabajo social de la iglesia, y de la lucha silenciosa de muchas de sus organizaciones y comunidades religiosas, que son muy desconocidas por la gente.

Pero al final de todo, creo que debemos conocer, y entender todos los procesos que nos gustan y nos llaman la atención. Pero, debemos tener mucho cuidado, de no quedarnos en los aspectos teóricos, sí que debemos ir a la práctica y conocer la realidad, ya que en la teoría todo es bello, pero en la práctica, muchas veces aquello que vemos hermoso, se convierte en algo catastrófico para uno, o para una sociedad.

Muchas gracias, por leerme.

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