Pront: No te relajes.

Una de las cosas más importantes en la vida es aprender a vivir relajado, sin estrés, con buen ánimo y tranquilidad, de hecho hay cursos, entrenadores personales, libros y demás herramientas para lograr el autocontrol y el manejo del estrés.

Y después de varias sesiones, de varias de lecturas, de varias lecciones de meditación y de ejercicios de respiración, uno empieza a hacer del mensaje de relajación y cero estrés algo propio, y lo sin saber como, la respiración consciente y otros ejercicios se convierten en una práctica diaria, que la van dando calidez y armonía a la vida.

Y muchas veces, uno ve a las personas angustiadas, por infinidad de situaciones, y en medio de ese estado general de angustia uno busca la calma, la tranquilidad y la cordura, inclusive jugando y burlándose de la misma mala situación por la que uno está pasando. Con la intención de restarle fuerza e importancia.

Pero hay ocasiones en que las personas que están alrededor de uno, no toleran que uno se relaje y se tome las situaciones, con menos estrés y presión que ellos. Y muchas veces, sobre todo los familiares, compañeras y amigos cercanos, le gritan a uno: !No te relajes!, ¡no bajes la guardia!, "está pendiente de esto o de aquello".

Sin embargo, el no estar angustiado, estresado o totalmente molesto con una situación, no significa que uno no esté pendiente de ella, o no esté intentando o haciendo lo mejor para resolverla. La diferencia, es que uno está haciendo lo mismo que las otras personas, pero sin angustiarse, sin estresarse y siendo relajado.

De hecho, uno muchas veces se molesta, o toma una posición equivocada en el momento en que se deja llevar por la angustia y el temor. Y eso pasa, por no relajarse, y por dejarse llevar por el estrés, que está siendo impulsado por nuestras pasiones y sentimientos negativos internos.

Así, que si alguna persona te grita: ¡No te relajes! En una situación fuerte, no le hagas caso, y relájate y mantén la calma y cuando la pierdas, aunque estés molesto, trata de recuperarla. Y recuerda, todas las situaciones, haz las más duras y difíciles, te afectan hasta donde tú lo permitas.

Y siempre habrá situaciones difíciles que no se podrán cambiar, como la muerte, la perdida de una pareja, una difícil situación económica, una enfermedad propia o de un familiar, pero el que decide como esa situación le afecta, es uno mismo, de ahí la importancia del trabajo de elementos personales importantes como los son: el desarrollo de la consciencia y la fe.

Ya que las situaciones que no se pueden cambiar, hay que aceptarlas, vivirlas y aprender de ellas. Nada ganamos con estrenarnos, molestarnos, maldecir, o dañar a las personas que están a nuestro alrededor o a nosotros mismos con nuestras actitudes, ya que haciendo eso la situación no va a cambiar.

Lo único, que nosotros podemos cambiar en momentos así, es simplemente decidir cómo nos afecta y cómo vivimos esa realidad.

Muchas gracias, por leerme.

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