“El arte oscuro del miedo // ¿Qué nos susurra en la oscuridad?”
La ciencia analiza nuestra reacción básica de pelea o vuelo como algo que nos ayuda a sobrevivir; Pero generalmente no son los animales grandes y aterradores o las gotas peligrosas que realmente nos asustan. Hoy, tenemos miedo de enfrentar el juicio, como si fuera un fantasma del pasado que podría ser un producto de nuestras propias mentes.
A lo largo de la historia, hemos enfrentado ese miedo y lo hicimos real, ya que lo hemos convertido en estatuas, lo pintamos en las paredes, lo contamos en cuentos y lo pusimos en máscaras. El arte no se trata solo de asustar a las personas, lo convierte en una especie de tradición, un símbolo.
Lo sacamos del interior y lo colgamos en las paredes del monasterio, lo escondemos en las líneas de un poema o lo dejamos como una sombra escrita en una pared. Ahí es donde el sentimiento se convierte en palabras, así que el miedo no nos empuja a comenzar a charlar por nosotros.
Cuando lo enfrentamos, el miedo se transforma, pero hay un momento, como un flash crudo y brillante, donde dejamos de correr y nos quedamos quieto, justo en frente de todo el rango colorido.
Luego nos damos cuenta de que el miedo no es solo lo aterrador, sino también la forma en que en esa es la energía nerviosa puede convertirse en una acción repentina en esos momentos, las creaciones más sinceras cobran vida, los poemas que nadie quiere compartir, las imágenes que tocan profundamente el corazón. Cuando alguien que es creativo, como un artista o simplemente alguien con una imaginación salvaje, decide enfrentar sus miedos en lugar de dejar que los controlen, comienzan a escribir sobre eso.
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