Un amor verde que sana [Esp/Eng]
En mi vida tengo muchos amores: amores que me iluminan, otros que me protegen, incluso algunos por los que vivo, pero hay uno que, más que protegerme, es mi refugio. Alguna que otra vez, por acá les he mostrado con orgullo mi jardín y mi patio rebosante de frutos, pero hoy les mostraré otro rincón verde, que además de provocarme una tibia protección, me sana el alma y el cuerpo.
Junto a mi papá, hemos creado un pequeño huerto medicinal al que yo suelo llamar: mi botiquín verde y alegre. Sin lugar a dudas, es una farmacia familiar que no tiene paredes blancas ni estantes con frascos rotulados, pero sí está repleta de hojas verdes y aromas que, en ocasiones, creo pueden transportarnos hasta nuestros antepasados.
No somos ajenos a las crisis económicas, a los fracasos en las políticas de las farmacéuticas, y el poder tener mi jardín medicinal es un acto de rebeldía, algo así como una rebelión lenta a modo de recordatorio de que algunas cosas valiosas no se compran, sino que se cultivan.
Claro que este oasis verde y sanador no apareció de la noche a la mañana, pues se necesitó de la sabiduría de mis abuelos, transmitida en voces y recuerdos a mis padres, los consejos de los vecinos, la consulta repetida en libros de botánica hasta entender la cantidad de sol que cada una necesitaba, la frecuencia del riego y hasta el tipo de tierra preferible para verlas desarrollarse verdes y frondosas. Algunas veces hubo plagas que tuvimos que combatir con vinagre, agua con bicarbonato y otros remedios que me guardo como secretos de bruja. No les niego que hemos tenido que llorar la muerte de plantones enteros de manzanilla o tilo, pero ahí reside otra parte del orgullo: la paciencia del que cultiva.
Amanecer y tomar el café al lado de los alegres tilos y saber que cuando el estrés de mi trabajo en el hospital me invada, puedo tomar un té de sus hojas y liberar la ansiedad como por arte de magia, es una bendición.
Cuando mi pequeña tenía unos 9 años, comenzó a padecer unos terribles dolores abdominales. Yo soy médico y trabajo en un Hospital Pediátrico, y no me faltaron exámenes de sangre, ecografías abdominales, cultivos, pero jamás hubo un diagnóstico. Les cuento que, ya agotada de intentar con medicamentos, le di a probar la primera infusión que tomaría en su vida: un té de menta americana, o toronjil. Créanme que la magia se produjo de inmediato. Le dijimos adiós a una de las peores pesadillas que una madre puede tener: un hijo con dolor.
Recientemente hemos agregado a esta parcela saludable una nueva planta que conocemos popularmente como Meprobamato, y admiramos su resistencia y belleza, pero lo que no puedo negar es que la reina de ese espacio es la albahaca, a la que también llamo mi talismán de suerte. Me coloco una ramita detrás de la oreja y creo que por días me visitará la buena fortuna. Creo que por ahí andan unas décimas que le escribí y que comenzaban más o menos así:
Y hay más: además de sanar el cuerpo y el alma, estas plantas son capaces de ser un santuario mental. Ese agacharse a arrancar la mala hierba y palpar la tierra para sentir su humedad, y sentirte anclado a una sabiduría que te supera y que ha sido transmitida de generación en generación, es magia y amor: un amor verde que sana.
✳️¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓! ✳️
𝑺𝒊 𝒂ú𝒏 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔: 𝒔𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒖𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒃𝒂𝒏𝒂, 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆, 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒚 𝒔𝒐ñ𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓ó 𝒆𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒂𝒓.
𝑬𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒎á𝒈𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓í𝒂, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 (𝒔𝒊𝒏 𝑰𝑨).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒊𝒔𝒆ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
¿𝑻𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕ó 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏? 𝑽𝒐𝒕𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒐 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒂𝒔.💚
ENGLISH VERSION
A Green Love That Heals
In my life, I have many loves: loves that illuminate me, others that protect me, even some that I live for, but there is one that, more than protecting me, is my refuge. Every now and then, I have proudly shown you my garden and my patio overflowing with fruits, but today I will show you another green corner, which, in addition to providing me with a warm protection, heals my soul and body.
Together with my dad, we have created a small medicinal garden that I usually call: my green and cheerful medicine cabinet. Without a doubt, it is a family pharmacy that has no white walls or shelves with labeled jars, but it is full of green leaves and aromas that I believe can sometimes transport us to our ancestors.
We are not strangers to economic crises, to the failures of pharmaceutical policies, and being able to have my medicinal garden is an act of rebellion, something like a slow rebellion as a reminder that some valuable things are not bought, but cultivated.
Of course, this green and healing oasis did not appear overnight, as it required the wisdom of my grandparents, passed down through voices and memories to my parents, the advice of neighbors, repeated consultations in botany books to understand the amount of sun each one needed, the frequency of watering, and even the preferred type of soil to see them grow green and lush. Sometimes there were pests that we had to combat with vinegar, water with baking soda, and other remedies that I keep as witch's secrets. I won't deny that we have had to mourn the death of entire seedlings of chamomile or linden, but that's where another part of the pride lies: the patience of the cultivator.
Waking up at dawn and having coffee next to the cheerful linden trees and knowing that when the stress of my work at the hospital overwhelms me, I can drink a tea made from their leaves and release the anxiety as if by magic, is a blessing.
When my little girl was about 9 years old, she began to suffer from terrible abdominal pains. I am a doctor and work at a Children's Hospital, and I had no shortage of blood tests, abdominal ultrasounds, cultures, but there was never a diagnosis. I tell you that, exhausted from trying medications, I gave her the first infusion she would ever drink: a tea of American mint, or lemon balm. Believe me, the magic happened immediately. We said goodbye to one of the worst nightmares a mother can have: a child in pain.
Recently, we have added a new plant to this healthy plot, which we popularly know as Meprobamate, and we admire its resistance and beauty, but what I cannot deny is that the queen of that space is basil, which I also call my lucky talisman. I place a sprig behind my ear and I believe that good fortune will visit me for days. I think there are some décimas (a type of poetry) I wrote for it somewhere that began more or less like this:
And there is more: besides healing the body and soul, these plants are capable of being a mental sanctuary. That act of bending down to pull out weeds and feeling the soil to sense its moisture, and feeling anchored to a wisdom that surpasses you and has been passed down from generation to generation, is magic and love: a green love that heals.
✳️𝑻𝒉𝒂𝒏𝒌𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒊𝒏𝒈! ✳️
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏’𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒎𝒆 𝒚𝒆𝒕. 𝑰’𝒎 𝒂 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝒏𝒆𝒖𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓, 𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒂 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏, 𝒂𝒏𝒅 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒐’𝒔 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒔𝒑𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒐𝒂𝒓.
𝑨𝒍𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒓𝒊𝒈𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏-𝒎𝒂𝒅𝒆 (𝒏𝒐 𝑨𝑰).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒊𝒈𝒏𝒆𝒅 𝒃𝒚 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒕? 𝑼𝒑𝒗𝒐𝒕𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒎𝒆𝒏𝒕, 𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒐𝒇 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒗𝒊𝒕𝒚! 💚
Que maravilla de verdes. No hay mejor manera de liberar el estrés que poniendo los pies en la tierra húmeda. Gracias por tu bonito regalo 🤍💚
Querida @iriswrite, escribiendo el post, te recordé varias veces, porque sé que amas lo verde tanto como yo.
Tengo un amigo, que ama lo verde el doble que tú y qué yo 🤭🤭🤭, y que dice que no puede pasar un día sin caminar descalzo por la tierra para volverse uno con el planeta y para sentir que también es un árbol.
Ah que bonita experiencia jj.
Hola, yo también tengo albahaca en mi jardín.
Leí que sirve para las personas con autismo.
No le he dado a mi hijo, hoy lo haré. Sé que hay que ayudarlo quitando los metales pesados, que le introdujeron con las vacunas.
Espero pronto tener ingresos y empezar con ese tratamiento.
Muchas gracias por esta publicación tan llena de conocimiento.
Saludos y bendiciones
Gracias siempre por leer.
La albahaca es una de las plantas que más amo, por su aroma, su belleza... Además de ser magnífica como planta aromática para la cocina y que colocarse un gajito encima te aleja los insectos como las moscas y mosquitos, en mi familia se ha usado como hipoglicemiante, es extremadamente buena bajando los niveles de azúcar en sangre en los Diabéticos.
Montones de bendiciones, amiga 🤗🍀🫂
Bendiciones para ti
Saludos
Que belleza tu jardín de plantas medicinales. En verdad son una riqueza. Cada una con su olor y su propiedad única. Yo tengo mejorana y yerba buena. Y adoro beber esa infusión por las noches.
Esas son una delicia 🤗🫂, yo me las robo del jardín de mi vecina, ella es una mujer que vive para y por las plantas y nos pasamos el día en el intercambio de gatitos 🤭🤭🤭.
!LADY
Que belleza de post, amiga yo soy igual para las plantas pero no tengo espacio, en el pedacito que tengo ahí orégano,tilo,menta, jengibre y vicaria.
Claro, así es, en el espacio que tengas, allí debes construir tu botiquín natural. Eso es maravilloso y mágico.
!LADY
Me encanta la albahaca para cocinar y para hacer te.😋.
A mí me da suerte 🤭🤭🤭🤭
Te tengo toda la sana envidia del mundo, yo siempre he querido tener un jardín así pero la maldición de vivir en un segundo piso no me lo permite. El problema es que ni la azotea puedo usar, porque hace falta para tender la ropa y eso.
Siempre me ha parecido que tener un jardín así es la mejor idea, entre plantas medicinales y condimentos existe una alianza natural que en definitiva solo puede ayudarnos. No sé tú pero yo soy fanático a los condimentos frescos, eso de polvos en paqueticos o pomos (con algunas excepciones) no me resulta muy convincente.
Albahaca morada y blanca, culantro, cilantro, ají, ajo porro, yerba buena, romero, manzanilla y el etc es tan largo que se pierde de vista. Además, tener un rincón verde tiene un efecto muy saludable sobre la psiquis. Te lo repito: te envidio.
Primero gracias por leerme, y por la envidia, y sí, yo sé que soy afortunada.
Todavía no he hecho mi publicación de los condimentos, pero sí, también tenemos un rincón dedicados a ellos. Hay épocas en que vamos a cocinar y recogemos directamente los ajíes, el cebollín, el cilantro de la tierra. La cuestión es ser fieles a nuestra condición de habitantes de este planeta hermoso. No vinimos al mundo a comprar a los supermercados, vinimos a ser uno con la naturaleza. Por ahí anda el verdadero significado de nuestra existencia aunque a veces, lo truquemos.
Gracias siempre por leer🫂🤗
!LADY
@topcomment
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Hola @neuropoeta, ¡wuao! sin duda alguna la mente da para mucho y hasta aquí me llego los delicioso olores de tu jardín.
Amo las plantas de cualquier tipo y más aun las medicinales, Tengo sembrado orégano orejón , excelente para dolores de muelas y le coloco a la sala de pastas sea a base de pollo o carne y cebollín.
Incluso hay montes como el huevo escondido que es excelente para curar gripes mal curadas, asma, entre otros.
Las plantas tienen magia.
Me contento leerte, las imágenes están espectaculares.
Gracias, amiga. Me alegra que te haya gustado la publicación, y sí, son tantas plantas las que nos ayudan. No pude ponerlas todas las que tengo en el post, porque se haría muy tedioso, pero si tengo maravillas por acá. Hay una, que para las micosis(hongos) en la piel, es milagrosa, y otras muchas más...
Mi abrazo, amiga 🤗🌻🫂
¿ᴺᵉᶜᵉˢᶦᵗᵃˢ ᴴᴮᴰ? ᵀᵉ ˡᵒ ᵖʳᵉˢᵗᵃᵐᵒˢ ᶜᵒⁿ @ruta.loans