Silent Sentinels of Concrete and Metal / Centinelas silenciosos de concreto y metal [Eng/Esp]
Amid the fog and silence, they rise like ghosts of an industrial past: towers and chimneys that resist abandonment, motionless, defiant. They seem like soldiers or veterans of a battle lost against time, their structures eaten away by rust and decay, yet they maintain the elegance of those who fulfilled their duty.
Entre la niebla y el silencio, se alzan como fantasmas de un pasado industrial: torres y chimeneas que resisten el abandono, inmóviles, desafiantes. Parecen soldados o veteranos de una batalla perdida contra el tiempo, con sus estructuras carcomidas por el óxido y el desgaste, pero aún conservan la elegancia de quienes cumplieron su deber.
At times, they seem to guard secrets, stories of smoke and sweat, of endless shifts and roaring machinery. Now, only the wind speaks to them, brushing against their concrete and metal ribs like a distant memory. Yet they do not fall. They do not bend. They remain in formation, like a defeated army refusing to surrender.
A veces parecen custodiar secretos, historias de humo y sudor, de turnos interminables y máquinas rugientes. Pero ahora solo el viento les habla, rozando sus costillas de concreto y metal como un recuerdo lejano. Sin embargo, no caen, no se doblan, y permanecen en formación, como un ejército derrotado que se niega a rendirse.
Photographing them meant capturing their resistance and their melancholic dignity. Today, I offer them my brief testimony in black and white.
Fotografiarlos fue capturar su resistencia y su melancólica dignidad. Hoy les regalo mi breve testimonio en blanco y negro.
🤍🖤 𝑻𝒉𝒂𝒏𝒌𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒊𝒏𝒈!
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏’𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒎𝒆 𝒚𝒆𝒕—𝑰’𝒎 𝒂 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝒏𝒆𝒖𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓, 𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒂 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏, 𝒂𝒏𝒅 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒐’𝒔 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒔𝒑𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒐𝒂𝒓.
𝑨𝒍𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒓𝒊𝒈𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏-𝒎𝒂𝒅𝒆 (𝒏𝒐 𝑨𝑰).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒊𝒈𝒏𝒆𝒅 𝒃𝒚 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒕? 𝑼𝒑𝒗𝒐𝒕𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒎𝒆𝒏𝒕, 𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒐𝒇 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒗𝒊𝒕𝒚! 🖤🤍
Es triste la situación de nuestros centrales, dieron vida a nuestra economía y no hemos sabido honrar su legado.
Amiga, ahí están, tan abandonados como ya sabes, todo lo demás.
Así es tantas historias con olor a melaza y huellas de hollín han quedado en la memoria. Para mí es profundamente conmovedor como el paso del tiempo ha cerrado ciclos que fueron nuestro presente alguna vez. A mi que viví mis primeros años de vida en una casa en el batey de un central azucarero, escuchando el silbato cotidiano de los cambios de turno, viendo a mi madre y a mi abuela batallando contra el hollín que cabía sobre las sábanas... Tu publicación me ha resultado profundamente entrañable.
Yo no niego los ciclos que deben cerrarse y sé que los tiempos cambian pero es realmente triste cuando abandonamos todo, incluida la esencia, lo que siempre fuimos, y eso nos obliga a también cambiar hasta la forma de latir, de crecer... Esas torres chimeneas son la expresión misma del abandono.
En Amancio había un central que en tiempo de Zafra llenaba de aroma dulce a todo el pueblo 🥰🥰
Estas son las torres de Cerámica Roja. Yo no crecí al lado de un central, sino al lado de un fábrica de cerámica que ya apenas trabaja, y es realmente triste ver el tiempo rondando esas grandes estructuras sin vida .
Es muy triste todo. Los floridanos no necesitábamos relojes, los pitos de los centrales ,cada media hora y en los cambios de turnos los pitazos largos,es todo una añoranza.
No viví al lado de un central pero si me han contado y es realmente bello eso.
Y nos traspasa esa atmósfera que nos describes en cada fotograma...
Hago mutis y solo deseo que la realidad se torne mucho mejor en algún futuro no tan lejano.....
¡Bravo por tu trabajo!