La alegría en una sonrisa de colores [Esp/Eng]
No sé ustedes, pero cuando yo pienso en la palabra alegría, pienso en muchos colores, y claro, también pienso en sonrisas. Ayer vi correr ríos de sonrisas y colores frente a mí, y no encuentro un mejor lugar para contarlo y celebrarlo que este rincón verde de HIVE #greenzone💚.
Siempre he tenido la convicción de que uno debe asirse con fuerza a los momentos felices porque no suelen ser muy duraderos, y porque precisamente una gota de felicidad puede ser la cura para muchas heridas que guardamos por ahí, bien quietas y escondidas.
Ayer, al salir de la terapia intensiva pediátrica del hospital donde trabajo, que de hecho es uno de los lugares que llevan consigo una carga emocional particular, me encontré con un espectáculo que a primera vista me pareció surreal pero maravillosamente humano. Caminaban por el pasillo una marea de casi veinte payasos, como un ejército de alegría decidido a invadirnos.
Estos no eran payasos cualquiera; iban vestidos con batas de médicos debajo de las cuales podías vislumbrar sus pintorescos y escandalosos trajes. Quedé petrificada por unos momentos, porque aunque a menudo viene uno que otro payaso al hospital, jamás había visto reunidos a todos los payasos de la ciudad frente a mí. Era algo así como la insurrección de la felicidad, planificada meticulosamente para asaltar esa fortaleza del dolor y la enfermedad donde yo trabajo.
Conocía a varios de los que estaban allí. Ya saben, soy madre de una niña y esos espectáculos llenos de disparates y risas los he tenido que presenciar en múltiples ocasiones. Sin embargo, había otros que jamás había visto y que me hicieron reír a carcajadas.
Sus zapatos enormes y coloridos hacían una combinación singular con aquellas batas de médicos que probablemente algunos colegas nuestros les debieron haber prestado. Las payasitas, como doctoras, repletas de lazos en sus cabezas, podían arrebatarle el asombro hasta al más enfermito de los niños. Cantaban canciones ridículamente pegadizas y los niños reían con esa risa contagiosa que puede curar epidemias.
Algunos médicos y enfermeras pudimos ser cómplices de aquellos instantes, y no les niego que por momentos pude sentir una sana envidia por esa capacidad de regalar felicidad de una manera tan directa y desinhibida.
En momentos como ese, uno recuerda por qué se elige esta profesión, y que no es por hacer ciencia, ni por el prestigio, sino por eso, por ver la sonrisa de un niño que ha logrado vencer la batalla contra una enfermedad. Y estos payasos que ayer invadieron esos fríos pasillos de mi hospital eran verdaderos doctores de la risa, especialistas del alma que como único tratamiento utilizan la alegría.
No recuerdo el nombre de todos los payasos: Mermelada, Florecita, Cebollita, Chocolatín… Eran tantos dentro de ese ejército de narices rojas, que se nos aligeró el corazón. Y es más, esa visita no fue solo para los niños; creo que fue para todos nosotros. Es algo así como un masaje al alma de todo un hospital, donde la mayoría del tiempo estamos obligados a la seriedad que implica luchar por la vida.
Al final, no me pude aguantar y fui a abrazar a algunos de esos payasos conocidos, y regresé a la sala donde trabajo con un mensaje que dejaron implícito en nuestros corazones: que la mejor medicina no viene en un frasco, sino en la alegría de una sonrisa de colores.
A #greenzone 💚, las gracias por siempre abrazarnos y mi regalo de una parte de las recompensas de este post, para que siga brillando y creciendo en HIVE.
⭐¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓! 🎉
𝑺𝒊 𝒂ú𝒏 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔: 𝒔𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒖𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒃𝒂𝒏𝒂, 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆, 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒚 𝒔𝒐ñ𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓ó 𝒆𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒂𝒓.
𝑬𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒎á𝒈𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓í𝒂, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 (𝒔𝒊𝒏 𝑰𝑨).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒊𝒔𝒆ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
¿𝑻𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕ó 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏? 𝑽𝒐𝒕𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒐 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒂𝒔.🧡
ENGLISH VERSION
Happiness in a colorful smile
I don't know about you, but when I think of the word joy, I think of many colors, and of course, I also think of smiles. Yesterday I saw rivers of smiles and colors running before me, and I can't find a better place to tell the story and celebrate it than this green corner of HIVE #greenzone.
I have always been convinced that one must hold on tightly to happy moments because they are not usually very long-lasting, and because precisely a drop of happiness can be the cure for many wounds that we keep hidden away, very still and concealed.
Yesterday, upon leaving the pediatric intensive care unit at the hospital where I work, which is, in fact, one of the places that carries a particular emotional weight, I came across a spectacle that at first glance seemed surreal but wonderfully human. Walking down the hallway was a tide of almost twenty clowns, like a determined army of joy coming to invade us.
These were not just any clowns; they were dressed in doctor's coats under which you could glimpse their picturesque and outrageous costumes. I was petrified for a few moments because, although a clown or two often comes to the hospital, I had never seen all the clowns in the city gathered in front of me. It was something like the insurrection of happiness, meticulously planned to assault that fortress of pain and illness where I work.
I knew several of those who were there. As you know, I am a mother of a little girl, and I have had to witness those shows full of nonsense and laughter on multiple occasions. However, there were others I had never seen before who made me laugh out loud.
Their enormous, colorful shoes made a unique combination with those doctor's coats that some of our colleagues must have lent them. The female clowns, as doctors, full of bows on their heads, could astonish even the sickest of children. They sang ridiculously catchy songs, and the children laughed with that contagious laughter that can cure epidemics.
Some doctors and nurses were able to be accomplices in those moments, and I won't deny that at times I felt a healthy envy for their ability to give the gift of happiness in such a direct and uninhibited way.
In moments like that, one remembers why this profession is chosen. It's not for doing science, nor for the prestige, but for that: to see the smile of a child who has managed to win the battle against an illness. And these clowns who yesterday invaded the cold hallways of my hospital were true doctors of laughter, specialists of the soul whose only treatment is joy.
I don't remember all the clowns' names: Marmalade, Little Flower, Little Onion, Chocolatín… There were so many in that army of red noses that our hearts were lifted. Moreover, that visit wasn't just for the children; I believe it was for all of us. It's something like a massage for the soul of an entire hospital, where most of the time we are bound to the seriousness that comes with fighting for life.
In the end, I couldn't help myself and went to hug some of those familiar clowns. I returned to the room where I work with a message they left implicit in our hearts: that the best medicine doesn't come in a bottle, but in the joy of a colorful smile.
Thank you, #greenzone 💚, for always embracing us and my gift of a portion of this post's rewards, so that it may continue to shine and grow on HIVE.
⭐𝑻𝒉𝒂𝒏𝒌𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒊𝒏𝒈! 🎉
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏’𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒎𝒆 𝒚𝒆𝒕. 𝑰’𝒎 𝒂 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝒏𝒆𝒖𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓, 𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒂 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏, 𝒂𝒏𝒅 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒐’𝒔 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒔𝒑𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒐𝒂𝒓.
𝑨𝒍𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒓𝒊𝒈𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏-𝒎𝒂𝒅𝒆 (𝒏𝒐 𝑨𝑰).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒊𝒈𝒏𝒆𝒅 𝒃𝒚 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒕? 𝑼𝒑𝒗𝒐𝒕𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒎𝒆𝒏𝒕, 𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒐𝒇 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒗𝒊𝒕𝒚! 🧡
Que bella fiesta de colores, conozco a alguien que moriría por abrazar a uno de esos payasos..
Jajajaja... No creas, que ya hubo quién me dijo lo mismo.
Maravilloso mi querida amiga y colega, maravilloso tanto esa suerte de invasión de payasos al hospital, como la luminosa manera que has empleado para describirlo y casi hacernos sentir que también asistimos a esa fiesta de colores, con la convicción que tenemos del poder sanador que poseen los payasos terapéuticos, yo los admiro y los enaltezco. Me has hecho revivir experiencias parecidas en mi práctica profesional acá en el oriente cubano y también recordar al inolvidable Robin Williams en su extraordinaria interpretación de Patch Adams... Muchísimas gracias por la magia de tus publicaciones siempre, por los colores y por la luz que llevas en todo tu ser.
Siii, amigo, recordé a los payasos terapéuticos en Santiago de Cuba... Mi prima es oncóloga pediatra en Santiago y tiene muchas experiencias con ellos y de hecho una que otra vez la he visto con nariz roja 🤡.
Ah pues te comento que el fundador de los payasos terapéuticos en Santiago de Cuba, que es el psicólogo Eduardo Montoya es muy buen amigo mío y de mi esposa que también es psicóloga y fue alumna del Profe Montoya. Pregúntale a tu prima por él y su labor que aprovecho este espacio para ponderarla porque ha sido y sigue siendo encomiable y sublime.
Muy hermoso gesto de estos payasos, me encantan y sé que transmite una alegría indescriptible para esos niños ángeles.
Tú texto irradia alegría y una energía super linda.Hay que ser humanamente muy fuerte para acompañar a estos pequeños en su lucha.
Mi abrazo para ellos y para ustedes por esa labor tan bonita...
Ustedes también son ángeles de esta vida.
🌹❤️🌹
Gracias, amiga mía 🌻
!HUG
!discovery 33
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@jlinaresp(4/15) tipped @neuropoeta
Come get MOONed!
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Qué hermoso, Capi, qué labor tan humana y maravillosa la de llevar alegría a niños que padecen enfermedad
Es magia, más qué alegría o medicina son ellos seres mágicos ☺️
!HUG
Hola querida amiga @neuropoeta ,muchas gracias por compartir con nosotros ésa experiencia tan maravillosa, me encantó la manera de describirla, te juro que me sentía en ése lugar, podía imaginar la escena a través de cada palabra escrita, con ése vínculo de las letras y la medicina, deben hacerte una profesional con muchos éxitos con los pacientes ,gracias 😘
Por la premura del trabajo casi nunca puedo estar en las actividades recreativas que se le hacen a los niños en el hospital, pero esta vez pude disfrutarlo a toda plenitud.
Gracias, amiga 🧡💚🤡
Gracias a ti por hacer volar mi imaginación y sentirme alegre imaginando las travesuras de ésos magníficos artistas, médicos del corazón, llevando la alegría y el júbilo cada persona, gracias 😘
Que maravillosa experiencia la que nos traes.
Llevar la alegría donde hay dolor es uno de los gestos más nobles y hermosos y si es para los niños pues mucho más.
No tienes idea de lo lindo, de la magia☺️...
Gracias, amiga, por siempre pasarte y leer 💚🌻