Cuando el alma cabe en un frasco: botellas y amor (Esp/Eng)

Hay muchas maneras de decir "te quiero". Se puede con un abrazo, con una mirada, incluso con un sencillo mensaje de texto a medianoche. Vivimos en la era de lo instantáneo: SMS, likes, emojis… Todo es tan rápido, efímero, incluso frío, y yo me pregunto: ¿cuánto de nosotros realmente ponemos en esos gestos?

Yo elegí una manera diferente de decir "te quiero": comencé a guardar palabras en botellas para regalarlas como fragmentos de mi corazón. No son simples manualidades; por eso elegí esta comunidad, que me llega tan hondo, para compartirlas. Son pedazos de mi esencia: regalo poemas escritos a mano, enrollados con cuidado y sellados dentro de pequeñas o grandes botellas. Cada una lleva dentro algo más que tinta y papel: llevan emociones, recuerdos, esperanzas.

Hoy quiero hablar de esto: de por qué es importante regalar no solo objetos, sino sentimientos, y cómo estos pequeños gestos pueden dejar una huella eterna en quienes amamos.

Cuando escribo un texto y lo embotello para alguien, le estoy regalando mi tiempo, mis pensamientos, mi vulnerabilidad. No es algo que se consume en segundos; es un tesoro que se guarda, se relee, se atesora.

La primera botella que creé la hice para un amigo médico, que sabía que pronto dejaría el hospital y su residencia en Emergencias Pediátricas. Imaginaba que se iba a alejar y sentía la necesidad de dejarle algo que le hiciera recordarme alguna que otra vez. Lo mágico es que de eso ya han pasado dos años, y hace poco más de un mes me envió una foto de su botellita, justo al lado del ordenador donde ahora pasa sus horas como asistente de un abogado.

Las palabras habladas se las lleva el aire, pero las palabras escritas permanecen. Un poema guardado en una botella es como una cápsula del tiempo emocional. Piensa en esto: tus sentimientos no se desvanecerán; estarán ahí, intactos, esperando a ser revisitados. Eso es magia, es amor hecho tangible.

¿Y por qué una botella? Una botella no es un simple contenedor: es un símbolo. Es frágil como las emociones y es transparente porque el amor no debe esconderse. Tiene un tapón porque hay cosas que merecen ser guardadas con cuidado. Cuando alguien recibe una de mis botellas de poesía, no solo recibe un objeto; mi objetivo es que reciba un refugio para mis palabras, un pequeño universo donde mis sentimientos están a salvo.

La segunda botella que hice está del otro lado del Atlántico. La posee un amigo que un día fue mi profesor en la universidad y hoy vive en Angola. Hace un año, visitó Cuba en unas vacaciones y le regalé unas décimas en un pequeño frasco… Miren qué lejos han ido a parar mis sentimientos.

Los regalos materiales se gastan, se rompen, se olvidan. Pero, ¿qué pasa con los regalos emocionales? Un poema puede ser releído en un momento de tristeza y dar consuelo. Una frase escrita con amor puede ser el recordatorio de que alguien te valora. Es decir: "Aquí está mi corazón. Léelo. Guárdalo. Haz con él lo que quieras".

Un poeta de mi ciudad decidió marcharse del país. Faltaban meses para que eso sucediera, pero yo sabía que su partida era inminente. Como conocía su obra inédita, quise embotellarle algo así como el libro de poemas que sé que algún día podrá publicar, y en su interior, los tres versos suyos que más amo. Realmente no sé a dónde habrá ido a parar esa botella. A menudo le pregunto, pero no me da detalles.

En un mundo lleno de ruido y superficialidad, regalar sentimientos es un acto de rebeldía. Es recordar que lo más valioso que podemos dar no cabe en una tienda, sino en el corazón.

Es un acto de valentía, un acto de entregar tu corazón sin miedo.

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¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓!
𝑺𝒊 𝒂ú𝒏 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔: 𝒔𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒖𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒃𝒂𝒏𝒂, 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆, 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒚 𝒔𝒐ñ𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓ó 𝒆𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒂𝒓.
𝑬𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒎á𝒈𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓í𝒂, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 (𝒔𝒊𝒏 𝑰𝑨).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒊𝒔𝒆ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
¿𝑻𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕ó 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏? 𝑽𝒐𝒕𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒐 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒂𝒔. 💛


ENGLISH VERSION


When the Soul Fits in a Jar: Bottles and Love

There are many ways to say "I love you." It can be with a hug, a look, or even a simple midnight text message. We live in the era of instant gratification: SMS, likes, emojis… Everything is so fast, fleeting, even cold, and I wonder: how much of ourselves do we truly put into these gestures?

I chose a different way to say "I love you": I started storing words in bottles to give away as fragments of my heart. They’re not just simple crafts—that’s why I chose this community, which resonates so deeply with me, to share them. They are pieces of my essence: handwritten poems, carefully rolled and sealed inside small or large bottles. Each one holds more than ink and paper; they carry emotions, memories, hopes.

Today, I want to talk about this: why it’s important to give not just objects, but feelings, and how these small gestures can leave an eternal mark on those we love.

When I write a text and bottle it for someone, I’m giving them my time, my thoughts, my vulnerability. It’s not something consumed in seconds; it’s a treasure to be kept, reread, cherished.

The first bottle I created was for a doctor friend, whom I knew would soon leave the hospital and his residency in Pediatric Emergency. I imagined he would drift away and felt the need to leave him something to remember me by now and then. The magical thing is that two years have passed since then, and just over a month ago, he sent me a photo of his little bottle, right next to the computer where he now spends his hours as a lawyer’s assistant.

Spoken words are carried away by the wind, but written words remain. A poem kept in a bottle is like an emotional time capsule. Think about it: your feelings won’t fade; they’ll be there, intact, waiting to be revisited. That’s magic—it’s love made tangible.

And why a bottle? A bottle isn’t just a container: it’s a symbol. It’s fragile like emotions and transparent because love shouldn’t be hidden. It has a stopper because some things deserve to be kept safe. When someone receives one of my poetry bottles, they don’t just receive an object—my goal is for them to receive a refuge for my words, a small universe where my feelings are safe.

The second bottle I made is on the other side of the Atlantic. It’s owned by a friend who was once my university professor and now lives in Angola. A year ago, he visited Cuba on vacation, and I gave him some verses in a small jar… Look how far my feelings have traveled.

Material gifts wear out, break, are forgotten. But what about emotional gifts? A poem can be reread in a moment of sadness and bring comfort. A phrase written with love can be a reminder that someone values you. It’s saying: "Here is my heart. Read it. Keep it. Do with it as you wish."

A poet from my city decided to leave the country. There were months left before it happened, but I knew his departure was imminent. Since I knew his unpublished work, I wanted to bottle something like the book of poems I know he’ll publish someday, and inside it, the three of his verses I love most. I truly don’t know where that bottle has ended up. I often ask him, but he doesn’t give me details.

In a world full of noise and superficiality, giving feelings is an act of rebellion. It’s remembering that the most valuable thing we can give doesn’t fit in a store—it fits in the heart.

It’s an act of courage, an act of giving your heart without fear.

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𝑻𝒉𝒂𝒏𝒌𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒂𝒅𝒊𝒏𝒈!
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏’𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒎𝒆 𝒚𝒆𝒕—𝑰’𝒎 𝒂 𝑪𝒖𝒃𝒂𝒏 𝒏𝒆𝒖𝒓𝒐𝒍𝒐𝒈𝒊𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒘𝒓𝒊𝒕𝒆𝒓, 𝒂 𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓, 𝒂 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏, 𝒂𝒏𝒅 𝒂 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎𝒆𝒓 𝒘𝒉𝒐’𝒔 𝒇𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒂 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒔𝒑𝒂𝒄𝒆 𝒕𝒐 𝒔𝒐𝒂𝒓.
𝑨𝒍𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒊𝒎𝒂𝒈𝒆𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒐𝒓𝒊𝒈𝒊𝒏𝒂𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒐𝒏𝒔, 100% 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏-𝒎𝒂𝒅𝒆 (𝒏𝒐 𝑨𝑰).
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒆𝒔𝒊𝒈𝒏𝒆𝒅 𝒃𝒚 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
𝑳𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒑𝒐𝒔𝒕? 𝑼𝒑𝒗𝒐𝒕𝒆, 𝒄𝒐𝒎𝒎𝒆𝒏𝒕, 𝒐𝒓 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒑𝒓𝒆𝒂𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒈𝒔 𝒐𝒇 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒊𝒗𝒊𝒕𝒚! 💛



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Waooooo. Que excelente y bello presente. No sólo tiene la belleza como objeto, tus letras, tu tiempo y tus manos lo convierten en algo único. Son personas afortunadas.

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Disfruto mucho utilizar las manos para crear, y si de paso con ello puedo entregar amor, la felicidad se me devuelve... A lo mejor un día de estos les regalo a ustedes un poemilla embotellado 😉

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Mira, mi capi, aún conservo el que me regalaste antes de partir 🥹🥹🥰🥰🥰

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Aaaawwww... 😭😭😭😭😭.
¿Ves? Ahí está mi amor por ti 😘😘😘

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Que maravilla cuánta alma, cuánta delicadeza en la hechura, en el tiempo que inviertes decorando, escribiendo. En un solo detalle queda todo dicho. Hasta me animé a hacer algo así.

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Cuando comencé mi peña NUESTRO DÉCIMO CAFÉ, regalaba décimas embotelladas a alguien que ganara un juego que proponía al terminar la peña. La gente iba por ganarse la décima embotellada jjjj... Luego la que se embotelló fui yo con el tiempo, y ya hace algunos encuentros que no la llevo.

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Recuerdo a Eduardo Galeano cuando cuando veo estos textos hablando de recuerdos, palabras y poesía, corazones, regalos y olvidos. En la casa de las palabras también entraban poetas a probar palabras, se relamían ellas y se ofrecían para que el mundo las viera y significa con ellas todo pensamiento divino. Y finalmente nosotros tenemos bajo el brazo, un puñado de ellas que se implican en cada contexto por el que viajamos.

LA CASA DE LAS PALABRAS

A la casa de las palabras, soñó Helena Villagra, acudían los poetas. Las palabras, guardadas en viejos frascos de cristal, esperaban a los poetas y se les ofrecían, locas de ganas de ser elegidas: ellas rogaban a los poetas que las miraran, que las olieran, que las tocaran, que las lamieran. Los poetas abrían los frascos, probaban palabras con el dedo y entonces se relamían o fruncían la nariz. Los poetas andaban en busca de palabras que no conocían, y también buscaban palabras que conocían y habían perdido. En la casa de las palabras había una mesa de los colores. En grandes fuentes se ofrecían los colores y cada poeta se servía del color que le hacía falta: amarillo limón o amarillo sol, azul de mar o de humo, rojo lacre, rojo sangre, rojo vino...
Eduardo Galeano

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Hermoso texto de Galeano.
Gracias por compartirlo 🌻😉🫂✨

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Regalos que tocan el alma.Verdaderos tesoros les obsequiaste a tus amigos.

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Nada, es intentar que vean lo que uno siente... Decirlo, pero sin palabras 😉🌻

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Las personas que comentan tu post se imaginan pero no han tenido la oportunidad de disfrutar la emoción de llevar consigo el obsequio de tus botellas damos real fé de ello ,aquí el testimonio de @yuraimatc y mío desde dos posiciones diferentes, ella con la satisfacción de conservar el pequeño envase y yo con la frustración de que me fue esquivo.

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Ay, no me guardes rencor. Es mejor que no tengas ninguna, al final casi todas mis botellas han cruzado los mares, las personas que mas quiero se me van, y no quiero que tú te me vayas, así que mejor estás sin botellita😉

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Que no te falte la rebeldía !!! Espero merecer un poema embotellado con ese precioso sello artesanal en algún momento 😉.
Por ahora atesoro tu poesía bordada en una taza de café.

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Ay, mi Maia... Por ahí guardo una foto de aquella tarde... A lo mejor el próximo jueves la ves 😉

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"Que mi verso sea un mensaje lanzado en una botella al mar" -decía en El pan del bobo Samuel Feijóo. No hay mayor tesoro que el de los sentimientos. 👏🫂✨

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Así es, atesorar personas, momentos y sentimientos... El resto es desechable.

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Que belleza en esa idea. Cuenta creatividad. Éxitos y que la poesía no falte

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Poesía por todos lados y a todas horas 😉🌻✨

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Hermoso detalle el de la poesía en la botella, de cierta forma el poema es ya un mensaje a la deriva del mar de lectores, encuentros y desencuentros. Genial forma de hacer poesía física y tangible, artesanal, de las letras sobre el papel y su carga lírica.

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La idea primera fue regalar cariño, luego me dí cuenta que si regalaba poesía y hecha para esa persona en especial, pues era mejor... Ya ves, lo cierto es que creo que lo he disfrutado más yo que el resto🤭🤭🤭

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Hermoso trabajo, el que regalas, una parte de ti, hecha palabra, hecho amor. Me conmovió la idea, su sentimiento y dedicación. Un abrazo.

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Gracias, @damarysvibra 😊. En algún momento me propusieron trabajar en vista a una exposición de arte, pero no creí que pudiera. Las botellitas las hago para personas en especial, en ella embotello una parte de mi para que lo conserven siempre, y ya una exposición sería solo el objeto, sin alma... Y creo en eso de que uno jamás debe gastar su tiempo en cosas sin alma.
Gracias nuevamente por leerme 🌻✨😊

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