Sometimes it feels unbelievable to me: I’ve already been here for eight years.

Sure, I may not be a true OG, as they say, but I’m “O” enough, right? Maybe that makes me an “OE”? You tell me.

I started writing this little post this morning, reflecting on this crazy journey of mine, but ended up erasing it all. The truth is, for most of the stories I could share, you simply had to be there to really understand. You had to be there to experience the great Youtuber influx, the wild bullish sentiment that electrified all of us. You had to be there to witness the founders of this place, Dan and Ned, creating drama worthy of Bollywood. Hearing it from me just doesn’t capture it the same way, I fear.

Thinking back on all those events — even the roughest ones — I can’t help but laugh a little. Funny thing is, I remember some of the “bad times” on our chain as if they were personal tragedies. I’m talking about depression here, about feeling literally sick to my stomach, convinced the world was ending. We’d huddle up on Palnet’s Discord, waiting for @aggroed or @crimsonclad to calm the mob, as if they had some special Nostradamian insight.

Only my old friends probably remember what I was up to back then. How @helpie began, and how so many amazing people joined in, helping me build a strong little community — one that focused on user retention and training. Funny enough, that’s been a recurring theme of mine, now that I think about it.

Like many others, I made some great calls along the way, and some terrible ones too. I found out who my true friends were — and who weren’t. I don’t regret any of it, because what’s the point? Still, the lessons stick with me. Life can be a cruel teacher, and boy, do I know that too well.

Sometimes, when I talk to locals about Hive and they ask me why I sound so confident, I quickly play back this little movie in my head. I remember everything this blockchain has survived, again and again, and I can say with certainty: we’re not going anywhere. We are unkillable.

One conversation stands out to me — with my old friend @lexiconical. My wallet’s valuation was crashing, I was struggling to pay the bills, and he told me:

“If you bought tokens at 3, and you thought it was worth it, you should be happy it’s cheaper now. That means you’re getting a better deal.”

To be honest, when I heard that, it didn’t sit well with me. All I knew at the time was that my mortgage was due, and I had no idea how to pay it. His words stung. Not long after, I sold my personal guitars at crazy discounts, then my drone, my video card, and eventually my car. “What does he know?” I probably thought, as I ran out of things to sell — the phrase “you only lose money if you sell your bags” pounding in my head like a bass drum at a metal concert.

And since we’re going down memory lane — here’s a fun fact. It might surprise some people, but it’s the truth. One month, it was Bernie (yes, that Bernie) who helped me make it to the end. Talk about the most unpredictable whale of all time. Through a mutual friend, he found out I was struggling and sent me a lifeline. And another fun fact? He also gave me the biggest downvote I’ve ever received. LOL.

Anyway, my friends, I’m not just happy to still be here — I’m excited to still be building here, with all of you. I know, deep in my heart, that no matter what happens, we’ll look back on these crazy times and laugh, smile, and remember the positives — because there are plenty, even if they’ve always come mixed with a little drama soup.

Happy 8th Anniversary to me, and here’s to eight more!

MenO

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Spanish Translation

A veces me parece increíble: ya llevo ocho años aquí.

Sí, quizás no sea un verdadero OG, como dicen, pero soy lo suficientemente “O”, ¿no? Tal vez eso me convierte en “OE”. Tú dime.

Comencé a escribir este post esta mañana, reflexionando sobre este loco camino, pero terminé borrándolo todo. La verdad es que, para la mayoría de las historias que podría contar, simplemente había que estar ahí para entenderlas. Había que vivir la llegada masiva de Youtubers, el sentimiento alcista que nos contagiaba a todos. Había que ver a los fundadores de este lugar, Dan y Ned, creando escenas dramáticas dignas de Bollywood. Contarlo yo no transmite lo mismo, me temo.

Al pensar en todos esos eventos — incluso los más tristes — no puedo evitar reírme un poco. Lo curioso es que recuerdo algunas de las “malas épocas” de la cadena como si fueran tragedias personales. Hablo de depresión, de sentir literalmente dolor en el estómago, convencido de que el mundo se acababa. Nos reuníamos en el Discord de Palnet esperando a que @aggroed o @crimsonclad calmaran a la multitud, como si tuvieran acceso secreto a Nostradamus.

Solo mis viejos amigos probablemente recuerdan lo que hacía en aquellos días. Cómo nació @helpie, y todas las personas increíbles que se unieron para ayudarme a crear una pequeña comunidad fuerte — enfocada en la retención y formación de usuarios. Curiosamente, ese siempre ha sido un tema recurrente para mí.

Como muchos, tomé buenas decisiones en el camino, y otras terribles. Descubrí quiénes eran mis verdaderos amigos — y quiénes no. No me arrepiento de nada, porque no tiene sentido, pero las lecciones aprendidas no se olvidan. La vida puede ser una maestra cruel, y vaya que lo sé bien.

A veces, cuando hablo con gente local sobre Hive y me preguntan por qué sueno tan confiado, reproduzco en mi cabeza esta pequeña película. Recuerdo todo lo que ha sobrevivido esta blockchain, una y otra vez, y puedo decir con certeza: no vamos a ninguna parte. Somos invencibles.

Recuerdo especialmente una conversación con mi viejo amigo @lexiconical. El valor de mi monedero se desplomaba, yo luchaba para pagar las cuentas, y él me dijo:

“Si compraste tokens a 3 y pensaste que valía la pena, deberías alegrarte de que ahora sean más baratos. Eso significa que estás consiguiendo un mejor trato.”

Para ser sincero, en ese momento no me cayó bien. Todo lo que sabía era que la hipoteca se vencía, y no tenía idea de cómo pagarla. Sus palabras dolieron. Poco después vendí mis guitarras a precios ridículos, luego mi dron, mi tarjeta de video, y finalmente mi coche. “¿Qué sabrá él?”, pensé probablemente, mientras me quedaba sin cosas que vender — la frase “solo pierdes dinero si vendes tus bolsas” retumbando en mi cabeza como un bombo en un concierto de metal.

Y ya que estamos en recuerdos, un dato curioso: quizá sorprenda a algunos, pero es verdad. Hubo un mes en que fue Bernie (sí, ese Bernie) quien me ayudó a llegar a fin de mes. El ballena más impredecible de todos los tiempos. Se enteró a través de un amigo en común de que yo estaba mal, y me envió un salvavidas. ¿Y otro dato curioso? También me dio el downvote más grande que he recibido en mi vida. LOL.

En fin, amigos, no solo estoy feliz de seguir aquí, estoy emocionado de seguir construyendo aquí, con todos ustedes. Sé, en lo más profundo de mi corazón, que pase lo que pase, miraremos atrás a estos tiempos locos y reiremos, sonreiremos, y recordaremos lo positivo — porque hay mucho, aunque siempre venga mezclado con un poco de drama.

¡Feliz 8º aniversario para mí, y que vengan otros ocho más!

— MenO