Hay un dicho que dice: a falta de pan buenas son tortas, traduciendo esto pudiera decir que es más fácil hacer pan que hacer tortas, estas llevan más ingredientes, entonces aplicando esta frase a la imagen que nos ocupan, entonces diremos que al no poseer el medio adecuado y seguro para realizar una mudanza, entonces hay que usar lo que tenemos aunque implique mayores complicaciones y poca seguridad.

Tengo una amiga que vive actualmente en una zona rural llamada San Diego. Anteriormente vivía en el centro de la ciudad alquilando por mucho tiempo y pudo equiparse con todo lo que se necesita en un hogar, tenía un empleo bien remunerado hasta que la dueña de la casa falleció y los herederos le exigieron desocupar porque tenían otros planes con la casa, coincidiendo con la pérdida de su empleo, lo que le obligo a mudarse a esta zona.

Para esa mudanza requería primero, un permiso municipal para evitar ser multada y pagar un transporte equipado para tal fin, lo cual le resultaba muy costoso por lo alejado de un lugar a otro y que serían como mínimo dos traslados.

Al quedar desempleada y haber invertido su liquidación en una pequeña casa rural, debía ahorrar lo máximo posible , para poder mantenerse mientras conseguía estabilizarse, lo cual la llevo a aceptar la ayuda de unos amigos que le plantearon mudarla poco a poco en sus vehículos pequeños, duro tres días mudándose y lo último que saco fueron las camas , los colchones y la cocina esto lo hicieron en los dos vehículos que tenía a su disposición y a altas horas de la noche para evadir a la seguridad vial.

Actualmente recuerda ese episodio como una experiencia angustiosa pero que al mismo tiempo le enseño a agradecer que si bien no era lo adecuado, tenía otra opción que le permitió establecerse en un lugar propio, saber que contaba con gente amable dispuesta a ayudar corriendo con ella los mismos riesgos, ahora ama ese lugar y dice no cambiarlo por ningún otro.