A eso de las 2:00 pm de la tarde de ayer, domingo 4 de mayo, decidimos llegar a las instalaciones del Mundo de Pedro y Pablo en Cabudare, estado Lara en Venezuela. El ambiente estaba muy alegre, se escuchaba buena música, nos sentamos en mesas cerca de la piscina.

Desde donde estábamos ubicados, se podía observar a mis hijas, mientras se bañaban en la piscina. Estaba con nosotros mi mamá disfrutando con nosotros en familia, ya con esta visita hemos venido dos veces.

De comer se pidió Rodizio que incluye varios cortes de carnes, acompañado de diferentes contornos que uno elige a su gusto. Esta modalidad nos encanta porque por dos horas podemos degustar de los ricos alimentos.

A mis hijas les encanta el lugar, ya que tiene piscina, y fue lo que pidió Rogsanny de regalo a su papá. Ese tiempo allá fue muy divertido, mis hijas le pedían a la abuela que se bañara con ellas y accedió.

Se veían tan felices mis hijas y mi mamá dentro de la piscina, nos llegó un perro de repente, al darnos cuenta, le estábamos quitando el paño, eso nos causó risa. Hubo un baile para distraer a las personas, y colocar en movimiento a la gente, eso fue la sensación.

El tiempo que pasamos en familia allí valió la pena, con ganas de volver a compartir momentos únicos con mis niñas.