Trabajando en un supermercado... hasta los domingos! (Eng/Esp)

avatar

Throughout my life, I worked on an office schedule and was free on weekends, or at most, Sundays were for resting.

But for the past 5 years, due to the fact of emigrating without any previous plan or arriving at the homes of relatives or acquaintances, I had to take the first job I found, and in which I have had to work on those days so desired by everyone to give a close to the weekly routines.

At first, they seemed like a blessing to me, since after almost a year without working, the financial balance at home was unbalanced, and being economically dependent is something that I really dislike in the slightest. Too bad that hive had not yet arrived in my life, but perhaps by then, I was not prepared for this experience.

However, not being able to close out the week has become a negative thing, not only for me but also for my family, especially my children, who practically do not see me at home, although they understand that it is necessary for me to go in order to have a little more money for expenses (or treats).

During the week, there are days upon days! some more strenuous than others, depending on how many things come in to be stored or organized, but also depending on how much money the customers (new or regulars) have in their pockets.

There is already a routine more than learned, and that helps a lot, because you mentally prepare for the workload that comes depending on the day, and although I don't have to take orders, you already know who you will see and can gauge how much pending work there is if some truck drivers have not shown up.

From this experience, I can say that beyond serving to cover expenses and live decently, it has also taught me to apply all my knowledge in areas that I never imagined I would. Although I am an employee, I am also my own manager, I plan my actions, evaluate strategies, manage my own stock, make shopping lists, and more.

At the end of the month, more due to tiredness, the dichotomy between wishing not to have so many clients to attend to and the need to sell what is in stock presents itself in my mind, almost always I manage to find a middle ground, although my face seems to prefer the first option.

Sundays are quiet days, as I only attend to the public, since there is no dispatch of merchandise from suppliers, and I do not have to place orders. That part works out well, although being who I am, at some point during the day I end up bored and waiting for the closing time to run home. But on those days, I take advantage and get ahead with pre-packaged products for the next day, check expiration dates to remove those nearing expiration, and even clean the shelves a bit.

There's no way to get bored at the supermarket, and if you put effort into it, it even serves as an exercise routine to keep the body moving!

Toda mi vida trabajé con horario de oficina y estaba libre los fines de semana, o cuando mucho, los domingos eran para descansar.

Pero desde hace 5 años, justo por el hecho de emigrar sin ningún plan previo o llegando a casa de familiares o conocidos, tocó tomar el primer empleo que encontré, y en el cual me ha tocado estar trabajando esos días tan deseados por todos para darle un cierre a las rutinas semanales.

Al principio me resultaban una bendición, ya que luego de casi un año sin trabajar, el equilibrio financiero en casa estaba desbalanceado, y el ser dependiente económicamente realmente es algo que no me gusta en lo absoluto. Lástima que todavía hive no había llegado a mi vida, pero quizás para ese entonces, no estaba preparada para esta experiencia.

Sin embargo, no poder darle un cierre a la semana, se ha convertido en algo negativo, y no solo para mi, sino también para mi familia, especialmente mis hijos, quienes prácticamente no me ven en casa, aunque ellos entienden que es necesario que deba ir para poder tener un poco más de dinero para los gastos (o los gustos).

Durante la semana ¡hay días de días! algunos más forzados que otros, dependiendo de cuantas cosas lleguen para guardar u ordenar, pero también depende de cuanto dinero llevan en los bolsillos los clientes (nuevos o habituales).

Ya existe una rutina más que aprendida, y eso ayuda bastante, porque te preparas mentalmente para la carga de trabajo que se viene dependiendo del día, y aunque no me toca recibir pedidos, ya se sabe a quienes verás y puedes intuir cuánto trabajo está pendiente si no han aparecido algunos camioneros.

De esta experiencia, puedo decir que más allá de servirme para subsanar gastos y vivir decentemente, también me ha enseñado a aplicar todos mis conocimientos en áreas que jamás imaginé que haría. Aunque soy empleada, también soy mi propia gerente, planifico mis acciones, evalúo estratégias, manejo mi propio stock, hago listas de compras y demás.

A fin de mes, más por el cansancio, se presenta en mi mente la dicotomía entre el desear no tener tantos clientes por atender y la necesidad de vender lo que hay en el stock, casi siempre logro un término medio, aunque mi cara pareciera preferir la primera opción.

Los domingos son días tranquilos, pues solo me dedico a la atención al público, ya que no hay despacho de mercancía de parte de los proveedores, y tampoco he de realizar pedidos. Por esa parte resulta muy bien, aunque siendo como soy, en algún punto del día termino aburrida y esperando la hora de salida para correr a casa.

Pero en esos días aprovecho y adelanto los productos pre-empacados del día siguiente, revisar fechas para retirar los de próximo vencimiento e inclusive limpiar un poco los anaqueles.

En el supermercado no hay manera de aburrirse, y es que si le pones empeño, hasta sirve como rutina de ejercicios para mantener el cuerpo en movimiento!


Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
Tattooworld animated banner
Translated and formatted with Hive Translator by @noakmilo.

Tattoo-World-16-5-2023.gif



0
0
0.000
8 comments
avatar

Durante 15 años aproximadamente, trabaje en un almacén que era mi emprendimiento y es por eso que te entiendo al 100%. Un día tomé la decisión de cerrar, pese a todo lo que me había dado el negocio, con muchos miedos que todavía persisten, pero créeme, que no hay dinero pero sí satisfacciones, que nada tienen que ver con el dinero. Igualmente, cada realidad es diferente y es por eso, que te invito a no dejar de soñar y prepararte para tu "libertad".

A seguir, con todo, que venimos muy bien.

Saludos a los pequeños.

0
0
0.000
avatar

Si, esos cambios dan mucho miedo, pero si son para mejor, pues bienvenidos!
A veces el dinero y las necesidades por cumplir nos frenan un poco, por eso yo estoy justamente manteniendo un pie en ese trabajo y buscando a donde colocar el otro para dar el salto a la libertad.

0
0
0.000
avatar

Qué bueno que veas el trabajo como algo que no te aburre! Tal vez es eso amiga, a veces no estamos preparados para algunas cosas y llegan cuando tienen que llegar. Solo sé que eres una mujer guerrera y mamá increíble ❤️

0
0
0.000
avatar

Debo reconocer que tengo la capacidad de sacarle lo bueno a casi todo. En este caso, adapté este trabajo a lo que ya conocía y por eso no me aburro. y hasta lo tomo como una sesión de gimnasio que no tengo que pagar, pues aprovecho el tiempo para alimentar mi contador de pasos.

0
0
0.000
avatar

Hola Marluy. Trabajar en un supermercado debe tener mucho movimiento, y el horario de comercio si que es bastante sacrificado, pero cuando el dinero se necesita, toca hacerlo. Trabajar los domingos da fiaca, pero que bueno que al menos no hay tanto para hacer.

Gracias por compartir tu día en Daily Blog, te mando un saludo 💕

0
0
0.000
avatar

Claro, yo lo tomé por el dinero y por la cercanía del lugar a mi casa y las escuelas de mis hijos, estoy en el mismo espacio y me puedo organizar mejor con los horarios y los tiempos para llevar y buscar a los chicos, pero igual es muy sacrificado en algunos días.

0
0
0.000
avatar

Te deseo lo mejor mejor en tu trabajo que seas bendecido y prosperado..

0
0
0.000