Migrantes de IA: los brainrot italianos están en Argentina / AI migrants: Italian brainrot are in Argentina

Desde el boom de las Inteligencias Artificiales (IA) que paso a paso van abarcando los espacios que antes ocupaban personas, sonidos de instrumentos reales, canciones y demás, el mundo comenzó a cambiar, casi tanto como lo ha hecho desde que el calentamiento global ha acelerado procesos y generado otros nuevos en el medio ambiente.
Reconozco las ventajas que tienen en la simplificación de muchos procedimientos, pero también me genera ciertos temores, sobre todo cuando veo comportamientos en mis hijos que vienen de la mano con su utilización y consumo. Ya no es tanto dejarlos experimentar, sino ver el cómo podemos hacer para que salgan de ese mundo y disfruten el que consideramos es el real.

Como mamá que está todo el día fuera de casa, debo estar atenta a lo que ven mis hijos en mi ausencia, por lo que cuando empezaron los cuentos del "tralalero tralalá" entre mis hijos, empecé a buscar sobre ello, encontrando información en internet, y empapándome al respecto del "brainrot" italiano que se ha viralizado no solo en Tik Tok y X, sino también en los recreos de escuelas y secundarias.

Quizás sea solo un fenómeno más, así como lo fue en mi época las tarjetas de la "pandilla basura", que presentaban dibujos bastante grotescos de niños en situaciones asquerosas, solo que en este caso, el alcance es mayor que en aquel entonces, y al ser a través de redes sociales, cala en el subconsciente con más rapidez.

Para quienes me conocen, saben que las cosas, palabras o acciones repetitivas me resultan una enorme molestia, por lo que escuchar esos memes son como ponerle kriptonita cerca a Supermán, por lo que escuchar sobre este multiverso de personajes surrealistas que repiten frases incoherentes, hizo clic en mi cabeza pero de mala manera.

Viendo el comportamiento de los niños de la escuela, y algunos que van a mi lugar de trabajo, me da para pensar en ¿dónde quedan las oraciones largas, el pensamiento racional o la imaginación al jugar con lo que tengan a la mano? Y digo esto pues, no solo se trata de los videos, sino también los juguetes que ha generado la industria del marketing, aprovechando la popularidad.

La pesadilla anunciada en las películas en las que los bots se adueñaban del planeta y sometían a los humanos, al parecer se está haciendo realidad pero apuntando a las siguientes generaciones, quienes ven en estos personajes, una realidad que se esfuma al apagarse la pantalla.

Since the boom of Artificial Intelligences (AI) that step by step are taking over the spaces previously occupied by people, sounds of real instruments, songs and others, the world began to change, almost as much as it has done since global warming has accelerated processes and generated new ones in the environment.
I recognize the advantages they have in simplifying many procedures, but they also generate certain fears in me, especially when I see behaviors in my children that go hand in hand with their use and consumption. It is no longer so much about letting them experiment, but rather to see how we can get them out of that world and enjoy what we consider to be the real one.

As a mom who is away from home all day, I have to be attentive to what my children see in my absence, so when the “tralalero tralalalá” stories started among my children, I began to search about it, finding information on the internet, and soaking myself in the Italian “brainrot” that has gone viral not only in Tik Tok and X, but also in school and high school recesses.

Maybe it's just another phenomenon, just like the “trash gang” cards were in my time, which presented quite grotesque drawings of children in disgusting situations, only in this case, the reach is greater than back then, and being through social networks, it permeates the subconscious more quickly.

For those who know me, they know that repetitive things, words or actions are a huge annoyance to me, so listening to those memes are like putting kryptonite near Superman, so hearing about this multiverse of surreal characters repeating incoherent phrases, clicked in my head but in a bad way.

Seeing the behavior of the kids at school, and some that go to my workplace, gives me pause to think about where are the long sentences, rational thinking or imagination left when playing with whatever they have at hand? And I say this because it's not just the videos, but also the toys that the marketing industry has generated, taking advantage of the popularity.

The nightmare announced in the movies in which the bots took over the planet and subjugated humans, apparently is becoming a reality but aimed at the next generations, who see in these characters, a reality that vanishes when the screen turns off.
Foto/Photo by: @mamaemigrante
Edición/Edited by @mamaemigrante using canva
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Me genera como una dualidad de pensamientos, ya que por un lado creo que no podemos frenar el avance de la tecnología y lo que se pueda crear o generar a partir de ahí y por otro lado lo que cuentas tú. Siento que nuestra responsabilidad es mantener a los chicos conectado con la realidad, con la naturaleza y anclar hábitos de desconexión con la tecnologías. Hoy es el cumpleaños de Don Juan y lo primero que atinó a abrir, fue la cajita que traía algo tecnológico. ¡Increíble!
Me encanta cuando de algo que aparentemente es un tanto superficial, realizas reflexiones profundas.
Gracias por compartirlo en la comunidad 🫂.
Es que una cosa es la tecnología, con la cual estoy de acuerdo que los niños tengan contacto, pero el tema es cómo usan la tecnología para generar mensajes vacíos pero llamativos que buscan minimizar la capacidad de análisis para darle salida fácil al ocio y no al conocimiento.
Me parece que es una buena practica el estar alerta en cuanto las influencias comunicacionales en nuestros hijos menores que se están formando. Entre lo grotesco y rítmico de las frases captan la atención. TRALALA, o trulala, trajo a mi memoria el himno no oficial del IUT en sus orígenes, cuando la mayoría de profesores eran franceses cumpliendo su servicio militar y claro, algunos se quedaron para siempre.
Lo mejor en mi opinión es observar y comentar con los jóvenes, ver de que se trata y contribuir a la formación de su criterio.
Recuerdo que cuando mis hijos eran infantes vi con horror muchos de los programas infantiles que la televisión les lanzaba y trataba que no vieran a toda costa: Los Teletubis, Vaca y Pollito o Las Sailormoon. Algunos de esos programas no les gustaban, pero otros sí.
Creo que aunque vieran algunos, eso les ayudo a formar su propio criterio sin dañarlos. Pero mejor es estar pendientes de lo que consumen y con que nutren la mente.
Salud y bendiciones.
Mis hijos conocieron a los teletubies por los memes, pues nunca permití que los vieran, al igual que los Simpsons, y cada cosa que veían, era supervisada por mi, además que les preguntaba sobre qué iba, que entendían de eso y cosas así, pero con estos personajes, es complicado hacer el mismo ejercicio.